Belleza ins¨®lita
JOSU BILBAO FULLAONDO Son im¨¢genes escapando de un mundo que se transforma de manera inexorable. Se dejan observan con sosiego en un proceso que desmantela paisajes de la r¨ªa de Bilbao. En otro tiempo llenos de vida, esos paisajes hoy van quedando arrinconados y pronto ceder¨¢n su plaza a otros diferentes que llegan abriendo nuevos caminos industriales. Con una carga inevitable de recuerdos y melancol¨ªa, algunos de ellos pueden encontrarse expuestos hasta principio de julio en la galer¨ªa bilba¨ªna Dagal (Henao, 13). Es parte de una vasta colecci¨®n de fotograf¨ªas, mayormente realizadas en los ¨²ltimos seis meses, que ense?an sin indulgencia un h¨¢bitat degradado, aunque capaz de exhibirse con orgullo ante unas ¨®pticas implacables. El autor, Roberto Botija Enciso (Bilbao, 1953), lleg¨® a la fotograf¨ªa de manera autodidacta. Una necesidad que surgi¨® buscando el recuerdo de viajes y excursiones. Sus estudios en decoraci¨®n le ayudaron a encontrar una est¨¦tica propia que aplica a su labor en el estudio donde trabaja y a su ejercicio visual con la c¨¢mara. Su relaci¨®n cotidiana con arquitectos le ha llevado a colaborar puntualmente en revistas especializadas del sector. Destaca la suiza Werk, Bauen+Wohnen que, en un n¨²mero monogr¨¢fico dedicado a la transformaci¨®n urban¨ªstica de Bilbao, dedic¨® una p¨¢gina entera a cada una de las ocho fotograf¨ªas que le solicitaron. Lo que ahora nos presenta, aunque depurado con respecto a lo anterior, insiste en una forma metaf¨®rica repleta de insinuaciones cr¨ªticas. En la punta de Sestao, la cuesta del jard¨ªn, donde vivieron aquellos ingenieros que levantaron hornos y astilleros otrora, envuelta por la sombra de las acacias, termina en una tapia que pone l¨ªmite al m¨¢s all¨¢ del pasado. La d¨¢rsena de Galdames acoge con estoica frialdad cuatro peque?os barcos de madera hundidos. Uno de ellos, en gesto desesperado, parece querer salvarse del naufragio abordando con su proa la cubierta del m¨¢s grande. Del fango del rio Galindo surgen las cuadernas de un viejo pesquero que seguro ha cedido su casco para una buena lumbre. Los arm¨®nicos talleres en la desembocadura del Cadagua parecen estar en silencio, solos, en un sereno retiro. Su forma de hacer escapa de cualquier tipo de manierismo obsoleto, con rutina imitadora de autores destacados. Mantiene un planteamiento alejado de composiciones esteticistas, directo, con una precisi¨®n met¨®dica, que por momentos emparenta con el racionalismo conceptual del matrimonio Becher. Procura un precisi¨®n tan arm¨®nica en las formas que parece anular toda intervenci¨®n creadora para que los motivos elegidos puedan hablar por s¨ª mismos. Pone de manifiesto de manera as¨¦ptica la complejidad de una realidad huidiza que detiene en parte con sus placas de 9x12 o a¨²n m¨¢s grandes. Los puntos de vista con los que Roberto ha decidido resolver sus tomas resultan ins¨®litos, incluso para quien conoce el lugar. No por su complejidad, al contrario, por la sencillez y naturalidad con que sabe mirarlos. Renueva escenarios desgastados por el tiempo, testigos de innumerables vivencias. As¨ª, en la pen¨ªnsula de Zorrozaurre, junto al canal, un viejo recinto con aspecto de almac¨¦n, los cristales de sus ventanas rotos y olvidados, parece resucitar cuando se alza erguido junto a su minarete y se refleja en un charco envuelto por una gr¨²a a cada lado. Otra idea se plantea el huerto de un antiguo chalet. Lechugas y cebolletas alineadas en peque?os cuadrados, alubias y guisantes trepando entre huecas pir¨¢mides de ca?a altiva, establecen una geometr¨ªa elemental que contrasta radicalmente con los dep¨®sitos qu¨ªmicos que cierran el fondo del panorama. Un choque visual generado por dos conceptos diferentes de vida y dise?o. Es un estilo de fotograf¨ªa que cuestiona jerarqu¨ªas preexistentes, conceptos s¨®lidamente asentados en el fotoperiodismo o la publicidad, para incorporarse en el terreno de la pl¨¢stica. Remite a sentimientos agudos y propuestas est¨¦ticas cargadas de intencionalidad innovadora, donde llega conducido por emociones intimas y una descarga controlada de la alforja intelectual.
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