Rusia se dispone a ampliar su despliegue militar en Kosovo
Yeltsin asciende al general que mand¨® las tropas que entraron procedentes de Bosnia
Rusia se dispone no ya a mantener su presencia militar en Kosovo sin haber llegado a un acuedo con la OTAN, a la que gan¨® por la mano en la madrugada de ayer, sino a ampliarla sustancialmente. Fuentes diplom¨¢ticas y militares coinciden en esta apreciaci¨®n. Mosc¨² prepara fuerzas de despliegue r¨¢pido y ha pedido permiso de sobrevuelo a tres pa¨ªses de la antigua ¨®rbita sovi¨¦tica.
El presidente ruso Boris Yeltsin ascendi¨® al general V¨ªktor Zavarzin, quien manda la fuerza que entr¨® en Kosovo y encabeza la representaci¨®n de Mosc¨² en Bruselas ante la OTAN, a general coronel. Ni error desafortunado, ni falta de coordinaci¨®n, ni rebeli¨®n del mando militar contra el civil. La entrada en Kosovo de una columna rusa procedente de la fuerza de paz de Bosnia (Sfor) fue un acto premeditado decidido al m¨¢s alto nivel, de m¨¢ximo contenido pol¨ªtico y con el que se intenta "marcar territorio", defender intereses estrat¨¦gicos en los Balcanes, evitar que el ¨¦xodo serbio suceda al sufrido por los kosovares y responder a la pol¨ªtica de hechos consumados de la OTAN.
Fuentes militares y diplom¨¢ticas insist¨ªan en se?alar ayer que las conversaciones en Mosc¨² de expertos militares rusos con colegas finlandeses y estadounidenses, al igual que las mantenidas por el ministro de Exteriores, ?gor Ivanov, con el subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott, se hab¨ªan estancado en "arenas movedizas" de las que parec¨ªa imposible salir, mientras miles de soldados de la OTAN se dispon¨ªan a entrar en Kosovo. "Daba la impresi¨®n", se?alaba ayer una de estas fuentes a la agencia Interfax, "de que los generales del Pent¨¢gono prolongaban deliberadamente el di¨¢logo", y en la pr¨¢ctica exclu¨ªan a Rusia del reparto de zonas, todas las cuales quedaban bajo control aliado.
El general Leonid Ivashov, que ha dirigido el equipo negociador ruso en este di¨¢logo de sordos, ya dejaba caer el viernes que, con acuerdo o sin ¨¦l, las tropas rusas se desplegar¨ªan en la zona de Kosovo de mayor poblaci¨®n serbia. En juego hay intereses contrapuestos. La OTAN teme que una zona rusa consagre la partici¨®n de Kosovo. Y Rusia, como Belgrado, teme que la todav¨ªa provincia yugoslava termine siendo independiente y "¨¦tnicamente pura" si ahora no se garantiza un refugio seguro a la minor¨ªa serbia.
Talbott, que regres¨® precipitadamente a Mosc¨² el viernes, continu¨® hasta las seis de la madrugada del s¨¢bado su di¨¢logo con Ivanov, lo prosigui¨® por la ma?ana durante hora y media m¨¢s y lo continuar¨¢ hoy. Ivanov habl¨® por tel¨¦fono con la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, y Yeltsin lo har¨¢ hoy con Bill Clinton. El l¨ªder del Kremlin se reuni¨® con Ivanov y el ministro de Defensa, ?gor Sergu¨¦iev. Dos generales rusos llegaban mientras tanto a Macedonia para discutir con los generales aliados aspectos t¨¦cnicos de un eventual acuerdo.
Talbott, un antiguo corresponsal en Mosc¨² que habla perfectamente ruso, lleva camino de convertirse ahora en esta capital en persona no grata. Interfax citaba a un negociador ruso que aseguraba que el n¨²mero dos de Albright utiliza un lenguaje de ultim¨¢tum y muestra una actitud r¨ªgida, poco constructiva y de desprecio a los intereses de Rusia. Talbott, a?ad¨ªa, rechaza sistem¨¢ticamente todas las propuestas, e intenta reducir a la que sigue siendo la segunda superpotencia nuclear del planeta a un papel marginal en la operaci¨®n pacificadora.
La presencia rusa en Kosovo es a¨²n peque?a, con apenas 200 hombres, pero puede ampliarse r¨¢pidamente con refuerzos llegados de Rusia o de Bosnia. La zona del aeropuerto cercano a Pristina en la que se ha producido el despliegue es de gran importancia estrat¨¦gica. Los bombardeos apenas si han da?ado la pista, que puede recibir sin problemas a los aviones que lleguen con refuerzos.
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