El anclaje de Ruiz-Gallard¨®n

El reelegido presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, se ha convertido en el principal activo electoral del PP en la regi¨®n. Su capacidad de atracci¨®n, que abarca desde la derecha m¨¢s rancia hasta los m¨¢rgenes del centroizquierda, ha dado luz a un extra?o fen¨®meno de voto cruzado que se activa incluso en los feudos m¨¢s cerrados del PSOE. Este es el caso de Fuenlabrada, donde el alcalde, con un 62% del voto (frente al 25% del PP), ha conseguido ser el socialista m¨¢s votado de Espa?a. Su electorado, sin embargo, a la hora de elegir candidato auton¨®mico ha reducido en diez puntos su apoyo al partido del alcalde y ha volcado esta diferencia en el candidato regional del PP (35%). Este caso se repite en todas las ciudades del cintur¨®n rojo, el ¨¢rea industrial del sur donde viven m¨¢s de un mill¨®n de personas y que ha constituido siempre un baluarte socialista. El resultado de esta penetraci¨®n electoral se hace sentir incluso en la capital de Espa?a donde Ruiz-Gallard¨®n supera en casi cinco puntos al alcalde (54,2% frente a 49,4%). Otro tanto sucede con los resultados globales de las elecciones europeas y municipales: el presidente regional es el ¨²nico que supera la frontera del 50% del voto y que, por tanto, es capaz de enfrentarse con ¨¦xito a la coalici¨®n PSOE e IU. Fruto de esta ventaja, aunque m¨ªnima, ha sido el aumento de su mayor¨ªa absoluta, cifrado en un diputado (en una Asamblea con un esca?o menos). La cantidad es exigua y no se corresponde con el incremento de votantes, pero muestra que el desgaste del poder no le afectado y que su estrella a¨²n puede brillar. Ruiz-Gallard¨®n, de hecho, ha anunciado que este ser¨¢ su ¨²ltimo mandato y que no descarta optar a la sucesi¨®n de Aznar. La buena salud electoral de Ruiz-Gallard¨®n no ha empa?ado el ascenso de la candidata del PSOE-Progresistas, Cristina Almeida, quien, en su estreno auton¨®mico, sin grandes apoyos internos y apelando al voto femenino, ha logrado subir casi siete puntos (del 29,7% al 36,2%) y pasar de 32 a 39 diputados. Este incremento, en una jornada de fuerte abstenci¨®n (39%), se debe tanto a una reactivaci¨®n del voto socialista en la regi¨®n, como a la fuga procedente de IU. Esta formaci¨®n, en su ca¨ªda en barrena, ha perdido nueve diputados y 267.000 votos, esto es, el 57% de su electorado.

La baja participaci¨®n hace dif¨ªcil establecer si estos votos han ido a parar todos a manos del PSOE, tal y como indican las variaciones de porcentajes (IU pierde unos ocho puntos y el PSOE aumenta siete). Pero no cabe duda de que los socialistas, con una candidata procedente precisamente de IU, han sido el ¨²nico partido que ha aumentado en t¨¦rminos absolutos sus papeletas (64.000), dejando a sus compa?eros de oposici¨®n en evidencia. Un fracaso absoluto susceptible de m¨²ltiples lecturas, desde el voto ¨²til hasta el castigo de su base social, que, por mucho que se invoquen responsabilidades superiores, probablemente arrastre consigo al candidato y coordinador regional de IU, ?ngel P¨¦rez.