El PNV puede perder por primera vez el control de una Diputaci¨®n foral

Las tres poderosas Diputaciones forales vascas que, en virtud del Concierto Econ¨®mico pactado con el Estado tienen capacidad normativa fiscal y recaudatoria, pueden dejar de estar gobernadas por el mismo partido, el PNV, que ha perdido la Diputaci¨®n de ?lava en favor del PP. Los nacionalistas de PNV y EA deber¨¢n elegir adem¨¢s entre Euskal Herritarrok o los socialistas para gobernar en las diputaciones de Vizcaya y Guip¨²zcoa.

Por vez primera desde que se aprob¨® el Estatuto de Gernika hace veinte a?os, el PNV puede ceder el control de una de las tres diputaciones forales que, no s¨®lo constituyen una important¨ªsima parcela de poder econ¨®mico, sino que han sido el eje sobre el que ha pivotado su pol¨ªtica vertebradora de la moderna Euskadi integrada por las tres provincias vascas. La posible p¨¦rdida de la Diputaci¨®n Foral de ?lava -s¨®lo el socialista Fernando Buesa presidi¨® esta Diputaci¨®n apoyado por los peneuvistas entre 1987 y 1991- puede obligar al PNV a empezar a compartir con otras fuerzas pol¨ªticas, en este caso el PP y previsiblemente el PSE-EE, las decisiones econ¨®micas que cada a?o se negocian en el Consejo Vasco de Finanzas, hasta ahora s¨®lo integrado por peneuvistas. Este ¨®rgano, en el que se sientan el lehendakari y los tres diputados generales, tiene como principal funci¨®n controlar el estado de las finanzas y establecer los cupos econ¨®micos proporcionales que corresponde aportar al Gobierno vasco desde cada una de las tres diputaciones forales.

Adem¨¢s, el poder de estas instituciones forales no reside s¨®lo en su evidente riqueza econ¨®mica, derivada de su capacidad recaudatoria, sino tambi¨¦n de su capacidad normativa fiscal. Estos poderes han sido ratificados tras la ¨²ltima negociaci¨®n del Concierto Econ¨®mico con el Estado en 1997 -firmado entre el vicepresidente econ¨®mico, Rodrigo Rato, y el entonces consejero Juan Jos¨¦ Ibarretxe- y se han evidenciado en la aprobaci¨®n de la ¨²ltima normativa foral sobre el IRPF, en diciembre pasado, una reforma que simplifica este impuesto y distingue a las tres haciendas vascas.

Precisamente la aprobaci¨®n por el Parlamento Vasco en 1984 de la Ley de Territorios Hist¨®ricos (LTH), la ley que establec¨ªa la distribuci¨®n de competencias y poder entre el reci¨¦n creado Gobierno vasco y las hist¨®ricas diputaciones forales, supuso la escisi¨®n del PNV y el nacimiento de Eusko Alkartasuna, lo que refleja la importancia que ha tenido para los nacionalistas. Aquella pelea se solvent¨® con un reforzamiento de las diputaciones a expensas del Gobierno de Vitoria, lo que las ha convertido en peque?os ejecutivos que cuentan con su propia Hacienda.

El ¨²ltimo presupuesto del Gobierno vasco asciende a 793.375 millones de pesetas que le aportan las tres diputaciones. Esta cantidad no est¨¢ muy lejos del presupuesto global que maneja la Diputaci¨®n de Vizcaya, que alcanza los 612.417 millones, aunque s¨®lo 117.000 corresponden a los gastos de su propia gesti¨®n. Aunque estas cifras se reducen considerablemente en el caso de las Diputaciones de Guip¨²zcoa y ?lava. Esta ¨²ltima tiene un presupuesto anual de 117.000 millones.

Las Juntas Generales, que ejercen el control parlamentario de las tres diputaciones, han registrado unos resultados que ponen al PNV en una situaci¨®n sin precedentes. La primac¨ªa del PP en ?lava le da acceso a esta instituci¨®n y proporciona a este partido y a su posible aliado, el PSE-EE, una plataforma no s¨®lo de poder econ¨®mico, sino de defensa de principios pol¨ªticos que va a hacer necesario el ejercicio del consenso en lugar del frentismo.

En Vizcaya y Guip¨²zcoa los resultados tambi¨¦n sit¨²an al PNV-EA en situaci¨®n dif¨ªcil: tiene que elegir obligatoriamente a su aliado entre Euskal Herritarrok o el PSE-EE, al que ofrece a cambio el gobierno de los municipios en los que el PNV-EA mantiene poder, como San Sebasti¨¢n, una posibilidad que, al menos en Guip¨²zcoa, hab¨ªa excluido de sus previsiones.