Otro estilo

JOSEP TORRENT Zaplana madrug¨® el lunes post-electoral con sendas propuestas para reformar el Estatuto de Autonom¨ªa y proceder al "inmediato" nombramiento de los miembros de la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua. Superado el tr¨¢mite del 13-J, el presidente de la Generalitat reaparec¨ªa ante la opini¨®n p¨²blica con un par de ofertas pol¨ªticas de primera magnitud, ali?adas con el aceite de la generosidad: "Contar¨¦ con las fuerzas extraparlamentarias", vino a decir en referencia a UV y el Bloc. A esas horas, los socialistas a¨²n andaban lami¨¦ndose las heridas y miraban de reojo a la madrile?a calle de Ferraz, desde donde manda a golpe de tel¨¦fono Cipri¨¤ Ciscar, para saber qu¨¦ hacer y qu¨¦ decir. Ayer, sin embargo, sali¨® Antoni Asunci¨®n, y sin encomendarse a Dios (Cipri¨¤) ni al diablo (Ciscar), dijo: "Vale. Si Zaplana quiere hablar del Estatuto y de la Acad¨¨mia, que hable. Ya diremos qu¨¦ nos parece". No lo expres¨® as¨ª porque el flamante l¨ªder de la oposici¨®n a¨²n se enreda con los conceptos, pero ¨¦sa fue la esencia de su mensaje. No hace falta ser un fino analista, ni saber leer los posos del caf¨¦ para darse cuenta que existe una notable diferencia de estilo entre Asunci¨®n y Joan Romero. Donde ¨¦ste antepon¨ªa la raz¨®n de estado, aqu¨¦l sit¨²a otros intereses m¨¢s inmediatos y bastante menos altruistas. Si el ex-secretario general del PSPV gustaba del di¨¢logo y de la negociaci¨®n, el m¨¢ximo representante institucional de los socialistas, sin renunciar a ello, emplaza a Zaplana a definirse, a que sea el presidente el que mueva ficha, el que proponga los nombres de la Acad¨¨mia y diga qu¨¦ reforma del Estatuto quiere. No es mala respuesta para quien, como el jefe de los populares, est¨¢ acostumbrado a transferir sus responsabilidades pol¨ªticas a los dem¨¢s, a esperar que el otro se defina para pronunciarse ¨¦l. Ahora es Asunci¨®n el que reh¨²ye la confrontaci¨®n, evita la definici¨®n y espera. Zaplana deber¨¢, pues, concretar sus ofertas, ponerle caras a la Acad¨¨mia y explicar qu¨¦ reforma del Estatuto pretende. Ha cambiado el estilo. Habr¨¢ que ver si es para bien o para mal.