Rita, rita...
Fue el pasado verano, no recuerdo si julio o agosto, lo que si recuerdo era su apellido, Anguita, quien en un curso estival se emple¨® a fondo y explic¨® la may¨¦utica como m¨¦todo de ense?anza que permit¨ªa acercar el socialismo al ciudadano. Resultado: el pasado domingo los ciudadanos se aproximaron al socialismo y el maestro se qued¨® escribiendo la pr¨®xima clase, porque, seg¨²n cuenta de nunca acabar, el ciudadano no se entera. Por si era poco -el respeto a los ciudadanos- hay menos. En un atrevimiento est¨¦tico, que ya lo querr¨ªa para s¨ª m¨¢s de una cl¨ªnica de las que dicen te dejan todo entre Bandera y Lequio, explica c¨®mo se dimite sin dimitir y, si no lo comprendes, es que eres pueblo. La cosa, no el producto lanzado al mercado en estas elecciones, tiene migas andaluzas. Cuando los ciudadanos huyen, casi en masa, de las ideas de un partido porque su direcci¨®n centra el discurso en oponerse a los Estados de la UE y se?ala con el mismo dedo a Milosevic y a Solana, es cuando, realmente, hay que tener la sinceridad y la ¨¦tica que, de palabra, se concede, ya que, a la pr¨®xima, puede convertirse en la nada y pasearse o flagelarse, al gusto, por el universo de los incomprendidos que tuvieron la oportunidad de ser atendidos. En Andaluc¨ªa se ha abierto un abanico de posibilidades, de pactos a derechas e izquierdas que pueden permitir que las mayor¨ªas est¨¦n representadas en las instituciones. Mantener un discurso anclado en una opini¨®n personalista y no en la de ciudadan¨ªa que, dice, quiere representar y que es la que nombra y desnombra, puede cerrar el camino democr¨¢tico, el del pueblo, que elige a sabiendas, sin que le confundan dimisiones est¨¦ticas o vestimentas romanas. Ah¨ª est¨¢n sus decisiones, las que han recibido uno y otro. El Partido Andalucista que, cuando colabora en la gobernabilidad y alguno no se viste de romano, vuelve a pisar con fuerza, la que pierde en Sevilla. Mientras Anguita dirija su discurso contra la izquierda mayoritaria y su dimisi¨®n no pase de aquello del Rita, Rita -santa- lo que se da no se quita, hace dif¨ªcil cualquier pacto, aunque no imposible. La imaginaci¨®n y el poder pueden obligar a cambiar y, entre tanto, cursos de verano.EUGENIO SU?REZ PALOMARES
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