V¨¦rtigo suicida
El PA es un partido doblemente fronterizo. Con el PSOE por su izquierda y con el PP por su derecha. Pero no es fronterizo de manera sim¨¦trica. La frontera que lo separa del PP es muy tenue, en tanto que la que lo separa del PSOE es de mayor consistencia. Justamente aqu¨ª reside la dificultad que tiene el PA para pactar con el PP y la facilidad para hacerlo con el PSOE. Para el PA es muy dif¨ªcil mantener su identidad frente al PP si cierra un pacto con ¨¦ste, mientras que no resulta dif¨ªcil mantenerla frente al PSOE. Con el PP el pacto es un abrazo, con el PSOE es un apret¨®n de manos. Es posible, m¨¢s a¨²n, es probable que dentro de unos a?os sea diferente y que el PA se encuentre en condiciones de pactar con el PP. Pero, para eso, es preciso que el PA se fortalezca. Con la fuerza que tiene en estos momentos, el PA no puede permitirse el lujo de pactar con el PP. Se lo puede permitir todav¨ªa menos a la vista del giro que se ha producido en IU. Si hasta estas ¨²ltimas elecciones el PA pod¨ªa contar con que IU no estaba dispuesto a pactar con el PSOE y ni siquiera a abstenerse de ser beligerantemente antisocialista, a partir del 13-J ya no es as¨ª. IU est¨¢ dispuesta a colaborar con el PSOE para hacer frente a la derecha. Y no solamente en los ayuntamientos, sino que con casi seguridad estar¨¢ tambi¨¦n dispuesta a colaborar en el Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa tras las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas. El PA ha pasado de ser el ¨²nico partido con el que el PSOE pod¨ªa pactar, a ser uno de los dos con el que el PSOE puede llegar a acuerdos para enfrentarse al PP. Si a esto a?adimos que el presidente de la Junta ha declarado expresamente que IU deber¨ªa integrarse en los gobiernos municipales de izquierda y no solamente apoyarlos desde fuera, como hizo tras las elecciones de 1991, se comprender¨¢ f¨¢cilmente que el margen de maniobra del PA se reduce de manera muy notable. Si el PA quiere afirmarse como partido regional, con presencia no solamente en Andaluc¨ªa occidental, sino tambi¨¦n en la oriental, y si pretende fortalecerse con la finalidad de ir ganando en autonom¨ªa, no tiene otra opci¨®n que mantener su alianza con el PSOE y mantenerla sin fisuras. La excepci¨®n sevillana del 95 fue posible, porque 1995 va antes que 1996. Pero 1999 va despu¨¦s. En 1995 el PA estaba obligado en Sevilla a pagar la deuda contra¨ªda en 1991. Hoy la deuda ya est¨¢ pagada y, en consecuencia, el PA no tiene ninguna excusa para mantener la excepci¨®n sevillana y no extender su pacto con el PSOE a toda la regi¨®n y en todas las consultas que tienen lugar en ella. El PA tiene una propensi¨®n muy fuerte al suicidio. En tres ocasiones lo ha demostrado. En 1979 al intercambiar la alcald¨ªa de Sevilla por las de Granada y Huelva. En 1980 con el pacto de Alejandro Rojas-Marcos con Mart¨ªn Villa. Y en 1993 con la pelea entre Rojas-Marcos y Pacheco. En las tres Rojas-Marcos fue el protagonista. ?Habr¨¢ aprendido el PA la lecci¨®n?JAVIER P?REZ ROYO
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