La avanzadilla de las tropas espa?olas entrar¨¢ hoy en la regi¨®n serbia de Kosovo

ENVIADO ESPECIALAunque hayan llegado tarde, con ocho d¨ªas de retraso respecto a otros Ej¨¦rcitos de la OTAN, los militares espa?oles no pierden un minuto. La avanzadilla que desembarc¨® a primera hora de la tarde de ayer en Macedonia entrar¨¢ hoy en Kosovo. Salvo un ret¨¦n de unos 10 soldados, los restantes 50 espa?oles viajar¨¢n a la localidad de Pec, donde se est¨¢ instalando el cuartel general de la brigada multinacional dirigida por Italia. Los 190 kil¨®metros que la separan de Skopje, la mayor parte del grupo los cubrir¨¢n en un helic¨®ptero del contingente brit¨¢nico, y el resto, por carretera.

El coronel Vicente D¨ªaz de Villegas se presentar¨¢ en Pec al general italiano Mauro del Vecchio y se pondr¨¢ a sus ¨®rdenes, convirti¨¦ndose en el segundo jefe de la brigada formada por italianos, espa?oles y portugueses. Lo mismo har¨¢n otros 30 espa?oles, entre ellos cinco tenientes coroneles, que se incorporar¨¢n al Estado Mayor instalado en el hotel Metohija. Los militares espa?oles han recibido dos consignas muy claras antes de partir: que sean humildes y nada curiosos. Humildes con los italianos, que no s¨®lo aportan m¨¢s del triple de efectivos a la brigada, sino que lo ponen casi todo, desde las transmisiones hasta a la artiller¨ªa.

Por el momento, los espa?oles no son sino sus hu¨¦spedes; ayer les recogieron en el aeropuerto y les alojaron en su base de Katlanovo, a siete kil¨®metros de distancia. As¨ª pues, nada de llegar dando lecciones. A escuchar y aprender.

La falta de curiosidad es una garant¨ªa de seguridad. Las minas enterradas a millares son uno de los mayores riesgos. Un veh¨ªculo italiano pis¨® una el viernes cerca de Pec sin sufrir da?os personales. Pero peores que las minas son las trampas: cualquier objeto llamativo en el suelo puede ser el se?uelo de una carga explosiva. Y el picaporte de una puerta, su detonador.

Desarmar al ELK

Culminada la retirada del Ej¨¦rcito yugoslavo del ¨¢rea donde operar¨¢n los espa?oles, la mayor preocupaci¨®n es la guerrilla albanokosovar del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK). El coronel D¨ªaz de Villegas se mostr¨® ayer partidario de desarmar al ELK, aunque admiti¨® que el t¨¦rmino "desmilitarizar" utilizado por el Consejo de Seguridad de la ONU es "muy amplio"; es decir, muy ambiguo. En todo caso, explic¨®, "las normas afectan a todos; tambi¨¦n al ELK", y, "en el momento en que se d¨¦ la orden", se proceder¨¢ a desarmarlo, para lo que se nombrar¨¢n oficiales de enlace. El problema radica en el grado de disciplina del ELK y en que, m¨¢s all¨¢ de los combatientes, no hay kosovar que se precie que no guarde un arma en casa. Es una dificultad a?adida, seg¨²n reconoci¨® el coronel.