A Barbie le ponen el velo en Oriente
La Liga ?rabe fomenta la fabricaci¨®n de una mu?eca m¨¢s recatada para contrarrestar la influencia occidental
Barbie, la c¨¦lebre mu?eca que acaba de cumplir 40 a?os, nunca ha sido bien vista en el mundo isl¨¢mico. Sus formas marcadas, su ropa ce?ida y sus escotes pronunciados suscitaban reservas desde Marruecos a Bangladesh. A medida que Barbie crec¨ªa y conduc¨ªa un coche Cadillac, usaba biquinis, beb¨ªa champ¨¢n y, sobre todo, se echaba un nov¨ªo robusto llamado Ken, la mu?eca de origen alem¨¢n, pero fabricada por el gigante norteamericano Mattel, generaba m¨¢s reticencias. Alg¨²n que otro im¨¢n o asesor religioso del Gobierno de turno proclam¨® que el juguete estaba re?ido con el islam porque pod¨ªa dar malas ideas a los ni?os. Varios te¨®logos se pronunciaron incluso por retirarla de la venta. Por una vez, sin embargo, los reg¨ªmenes musulmanes, proclives a censurar lo que les disgusta, no han optado por prohibir, sino por fomentar una alternativa a la imp¨²dica Barbie.
En Ir¨¢n se llamar¨¢ Sara, y en el mundo ¨¢rabe, Laila. La primera ser¨¢ comercializada en oto?o y la segunda deber¨ªa serlo a principios del pr¨®ximo a?o. La idea de crear Laila la aprob¨® en octubre pasado la Liga ?rabe, la organizaci¨®n que reagrupa a 22 Estados ¨¢rabes, y su aspecto general fue acordado tras efectuar una encuesta entre ni?os de todos los pa¨ªses. Desde entonces ha recibido varias ofertas de hombres de negocios deseosos de fabricarla teniendo en cuenta esos criterios.
"No se trata de rechazar a Barbie", explica Abla Ibrahim, directora del departamento de la infancia en la Liga. "El objetivo es que nuestros hijos no se sientan desgarrados entre las tradiciones ¨¢rabes y el modelo cultural ajeno a nuestros valores que encarna Barbie", a?ade en una conversaci¨®n telef¨®nica desde El Cairo.
La Liga no ha elegido a¨²n el modelo de mu?eca a producir, pero Ibrahim anticipa que ser¨¢ "parecida a nuestras hijas, morena, con ojos oscuros y labios un poco m¨¢s gruesos". Su aspecto f¨ªsico no ser¨¢ el de una mujer casi adulta, sino el de una ni?a de unos 12 a?os con apenas pecho.
En cuanto a su vestuario, ser¨¢, obviamente, m¨¢s recatado "porque no incluir¨¢ minifaldas ni camisetas pegadas al cuerpo, aunque s¨ª alguna blusa de manga corta". Dispondr¨¢, adem¨¢s, de un traje folcl¨®rico de casi todos los pa¨ªses ¨¢rabes. Y, sobre todo, precisa Ibrahim, "no tendr¨¢ un novio, sino un hermano", una figura que en el mundo ¨¢rabe ejerce una cierta tutela sobre las mujeres de la familia.
"Nos gustar¨ªa que costara en torno a los 10 d¨®lares" (1.600 pesetas), a?ade la directora, casi la cuarta parte del actual precio de venta de Barbie, "para que est¨¦ as¨ª al alcance de muchos bolsillos". "Se tratar¨¢", concluye, "de una mu?eca representativa de las ni?as ¨¢rabes, musulmanas y cristianas". Sara, la rival iran¨ª de Barbie, s¨ª tendr¨¢, en cambio, un marcado car¨¢cter isl¨¢mico. El mismo chador que utilizan, desde los nueve a?os, las mujeres de Ir¨¢n le cubrir¨¢ todo el cuerpo. La industria ¨¢rabe produce pocos juguetes -el 95% son importados- y de mala calidad. De ah¨ª que, a pesar del empe?o puesto en contrarrestar la influencia perniciosa de Barbie, en el sector de la jugueter¨ªa se duda de que Laila logre gran aceptaci¨®n. Mattel comercializ¨® hace poco una Barbie negra para agradar a la poblaci¨®n de color. No ser¨ªa de extra?ar que pusiera pronto en venta una Barbie al estilo ¨¢rabe.
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