Sete Gibernau se consagra en casa

Si alguien pensaba todav¨ªa que un tipo con gasolina en las venas como Sete Gibernau no lo ten¨ªa todo para triunfar en el Mundial de 500, ayer se disiparon las dudas. El nieto de Paco Bult¨®, creador de las marcas Bultaco y Montesa, se consagr¨® definitivamente ante su gente. Fue tercero por tercera vez, y curiosamente las tres veces en suelo espa?ol (Jarama 98, Jerez 99 y Catalu?a 99). Sete, llamado Manuel pero rebautizado para siempre por sus hermanos cuando ten¨ªa un a?o (de Manuel a Manolete, de Manolete a Manolsete, y de ah¨ª a Sete), hered¨® la Honda de cuatro cilindros que dej¨® vacante el lesionado Mick Doohan hace s¨®lo dos semanas, y en s¨®lo dos carreras ya ha logrado brillar. La estren¨® en Mugello, y en Montmel¨® ya se subi¨® al caj¨®n.

L¨¢stima que la eclosi¨®n del piloto barcelon¨¦s haya llegado en el mismo momento en que Crivill¨¦ acapara toda la tensi¨®n y los elogios. Su mejor amigo, ganando carrera tras carrera, es quien ensombrece la progresi¨®n de Gibernau. "Fuera de la pista nos llevamos bien, pero sobre la moto uno no conoce ni a su padre", dice el ¨²ltimo llegado a la lista de los pilotos espa?oles que pueden ganar grandes premios.

"Mi objetivo siempre ha sido luchar por ser el primero", explica Sete, de 26 a?os, que lleva tres a?os en la categor¨ªa reina. "Ahora estoy cerca. Esta vez me falt¨® poco, pero mi neum¨¢tico delantero estaba muy gastado y en las ¨²ltimas vueltas ya no pude intentarlo. Tuvimos que utilizar uno que no era el que m¨¢s me gustaba. Por eso al final no pude luchar por la victoria y me conform¨¦ con acabar tercero. Pero volver¨¦ a intentarlo".