Aznar expone sus logros econ¨®micos, y Almunia le reprocha el desigual reparto de este crecimiento

El debate del estado de la naci¨®n fue el del balance de una legislatura cerca de su final. Apenas se debati¨® sobre proyectos. El enfrentamiento entre el jefe del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y el secretario general del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia, fue un ajuste de cuentas de los tres ¨²ltimos a?os, ya en la cuenta atr¨¢s para las pr¨®ximas elecciones generales. Aznar destac¨® los logros de su Gobierno, que concret¨® en el crecimiento econ¨®mico y la creaci¨®n de empleo, y Almunia le replic¨® que con el PP lo que ha aumentado es la desigualdad social. Los socios nacionalistas del Ejecutivo, a su vez, escenificaron su distanciamiento ante la proximidad electoral. CiU, m¨¢s comedido, reproch¨® a Aznar la falta de reconocimiento de su contribuci¨®n a los logros econ¨®micos y su "insensibilidad" ante las demandas nacionalistas. El PNV, m¨¢s duro y rupturista, acus¨® a Aznar de incumplir su compromiso de desarrollar el Estatuto de Gernika contra¨ªdo en el pacto de legislatura, e incluso le denunci¨® por haber arriesgado el proceso de paz en Euskadi. La profundizaci¨®n en el consenso sobre el final del terrorismo fue el ¨²nico punto de encuentro entre todos.

El debate tuvo caracter¨ªsticas muy distintas al del a?o pasado, el del examen de Jos¨¦ Borrell como candidato a La Moncloa. Los socialistas se presentaron ayer sin cabeza de cartel pero con moral de combate tras su relativo avance en las elecciones del 13-J. Almunia resalt¨® este dato al inicio de su intervenci¨®n. "Los tiempos est¨¢n cambiando. Su ciclo en La Moncloa puede estar acab¨¢ndose", dijo, lo que arranc¨® la primera ovaci¨®n de los esca?os de la izquierda.

Almunia dej¨® satisfechos a los bancos socialistas. Fue creci¨¦ndose a lo largo de su intervenci¨®n y mostr¨® una solidez que reconocieron tirios y troyanos. Nadie quiso hablar ayer de ganadores o perdedores. Los populares quedaron satisfechos con el "oficio" de Aznar y manifestaron que Almunia super¨® a Borrell. Los socialistas, a su vez, elogiaron la seguridad que emanaba Almunia, que con su discurso gan¨® enteros como posible candidato para las generales. Antes, Aznar le hab¨ªa espetado que al presentarse como interlocutor en este debate pese a su fracaso en las primarias del PSOE, buscaba "hacer m¨¦ritos" para ser cabeza de lista.

Final de la violencia

Aznar plante¨® un debate de final de la legislatura. Frente al paquete de 19 proyectos y ocho ofertas de pacto que present¨® el a?o pasado, ayer se limit¨® a hacer balance de tres a?os. Dedic¨® una tercera parte de su presentaci¨®n, de tres cuartos de hora, a expresar sus esperanzas sobre el final de la violencia en Euskadi, con el cuidado de atribuir este logro a toda la sociedad y a los partidos. "Estamos en condiciones de ganar la paz", se?al¨®, y ofreci¨® un pacto de Estado para profundizar en esa direcci¨®n. Enseguida destac¨® los logros econ¨®micos de su mandato: la creaci¨®n de 1.200.000 empleos, la concertaci¨®n social, el avance en la convergencia real con Europa, el saneamiento de la Seguridad Social y el crecimiento del PIB. Confirm¨® tambi¨¦n sus proyectos de reformas estructurales ya conocidos y augur¨® que el pleno empleo es posible. Inlcuso anunci¨® que crear¨¢ 1,3 millones de puestos de trabajo de aqu¨ª al a?o 2002. Frente a este discurso triunfalista, Almunia eligi¨® un doble campo de confrontaci¨®n: el "desigual" reparto del crecimiento econ¨®mico y la "carencia de proyecto" del Gobierno del PP. Sus cr¨ªticas al Ejecutivo incluyeron de todo: ruptura del consenso territorial por el pacto del PP con los nacionalistas sobre financiaci¨®n auton¨®mica; medidas econ¨®micas que rompen la cohesi¨®n social; ausencia de liderazgo y de transmisi¨®n de ilusi¨®n a la sociedad; deterioro de la ense?anza y sanidad p¨²blicas; manipulaci¨®n de RTVE; privatizaciones para que "los amigos de Aznar" puedan acceder a empresas p¨²blicas; caos a¨¦reo...

Su intervenci¨®n fue interrumpida varias veces desde los bancos del PP, lo que trajo a la memoria los incidentes del a?o pasado, en que Borrell se lleg¨® a desconcertar. Ayer, el presidente del Congreso, Federico Trillo, estuvo atento y fren¨® a los jaleadores, que no consiguieron arredrar a Almunia.

Catastrofista y negativo

Aznar tuvo una r¨¦plica defensiva y agria. Acus¨® a Almunia de "catastrofista, negativo, carente de propuestas" y de querer "hacer m¨¦ritos" ante su partido. No se ahorr¨® ataques personales y record¨® que siendo Almunia ministro de Trabajo se hab¨ªan perdido centenares de miles de empleos. En la d¨²plica, Almunia se centr¨® en el "reparto desigual del crecimiento" conseguido por el Gobierno del PP, al que acus¨® de crear empleo precario con numerosos contratos temporales. Siete de cada 10 familias tienen dificultades econ¨®micas para llegar a fin de mes, enfatiz¨®. Por un momento Almunia estuvo a punto de naufragar al adentrarse en la deuda de la Seguridad Social. El silencio se adue?¨® en los bancos socialistas, cuyos integrantes recordaban c¨®mo Borrell pinch¨® el a?o pasado precisamente en esta cuesti¨®n. Pero sali¨® enseguida del jard¨ªn en que se hab¨ªa metido e incluso alcanz¨® el momento m¨¢s espectacular de su intervenci¨®n al lanzar varias propuestas que cogieron por sorpresa a Aznar.

El secretario general del PSOE desafi¨® al jefe del Ejecutivo, en vista de que la econom¨ªa va tan bien, a aumentar en 2.000 pesetas las pensiones no contributivas y a rebajar las tarifas el¨¦ctricas en un 5%. Incluso le anim¨® a derogar la ley de las fundaciones sanitarias. S¨®lo obtuvo respuesta en esta ¨²ltima cuesti¨®n. Aznar le record¨® que la Junta andaluza, socialista, tambi¨¦n promueve estas fundaciones.

Junto a las duras intervenciones de los nacionalistas vascos y catalanes contra Aznar hab¨ªa curiosidad por las explicaciones de Julio Anguita, l¨ªder de IU, sobre su fracaso electoral del 13-J. Lo atribuy¨® a la abstenci¨®n. Anguita,muy cr¨ªtico con Aznar, le acus¨® de haberles "criminalizado" por haber firmado el Pacto de Lizarra.