"Se tiende a copiar mal el modelo anglosaj¨®n"

R¨¦mi Barre, director del Observatorio de Ciencias y T¨¦cnicas (OST) de Francia, expresa su op¨¬ni¨®n sobre la ciencia en el mundo. Pregunta. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece el abismo que separa Norte y Sur en materia de investigaci¨®n y de innovaci¨®n?

Respuesta. Hay zonas enteras del mundo que pr¨¢cticamente carecen de actividad investigadora, tanto p¨²blica como industrial. Se observan avances que, sin embargo, siguen siendo casos particulares, en especial en China, Brasil y tambi¨¦n en Sur¨¢frica. Pero en conjunto, el panorama mundial est¨¢ dominado por el poder cada vez mayor de las grandes firmas multinacionales de los pa¨ªses del Norte.

P. ?Se tiene una dimensi¨®n exacta de la fuga de cerebros as¨ª como del retorno de los investigadores de los pa¨ªses del Sur?

R. El n¨²mero de doctorados concedidos a personas de los pa¨ªses del Sur ofrece un indicio. Tanto en Estados Unidos como en Francia, el 20% de las tesis son defendidas por s¨²bditos de esos pa¨ªses. En el Reino Unido y en Alemania, es el 10%. En Francia, la mitad de los doctorados regresa directamente a sus pa¨ªses y una parte emprende estudios posdoctorales. Sin duda, antes de criticar la fuga de cerebros hay que reflexionar sobre las condiciones para regresar.

P. Los modos de organizaci¨®n y los temas de investigaci¨®n preconizados en el Norte, ?est¨¢n adaptados a las necesidades del Sur?

R. En lo que respecta a los temas de investigaci¨®n existen dos escuelas. Algunos consideran que toda investigaci¨®n encontrar¨¢ repercusiones, con tal de que est¨¦ bien dirigida. Sin embargo, ?ser¨ªa oportuno instalar un sincrotr¨®n en Burundi? Por el contrario, algunos consideran que s¨®lo es leg¨ªtima una investigaci¨®n directamente ¨²til para el desarrollo del pa¨ªs. Es evidente que cuestiones cruciales para los pa¨ªses del Sur, como, por ejemplo, la lucha contra la malaria, no son tratadas como prioridades en el Norte. En lo que concierne a la calidad de la investigaci¨®n y su gesti¨®n, existen unos principios generales v¨¢lidos en todas partes pero su plasmaci¨®n en las organizaciones nacionales debe estar en consonancia con las realidades institucionales y culturales. La Unesco puede desempe?ar en esto un papel pero por desgracia esta labor no se lleva a cabo y la tendencia actual es a copiar el modelo institucional anglosaj¨® de forma a menudo desnaturalizada o superficial.