?Merec¨ªa la pena?
El t¨ªtulo se refiere a la guerra de Kosovo. Todav¨ªa es pronto para contestar esa pregunta, pero no para formularla. Hacerlo invita a salir de la agitaci¨®n y propaganda sobre vencedores y vencidos y a entrar en una reflexi¨®n sobre el alcance y los l¨ªmites del poder de la fuerza. Poder es la capacidad de hacer que otro act¨²e siguiendo nuestra voluntad, algo que puede lograrse con una gama de medios que van desde la persuasi¨®n hasta la coacci¨®n violenta. La cuesti¨®n es si, para impedir que Milosevic violara en Kosovo las reglas de decencia pol¨ªtica que queremos para Europa, ha merecido la pena recurrir a la coerci¨®n de los bombardeos. As¨ª lo apreci¨® la OTAN en su d¨ªa, pero no es ins¨®lito reconocer a?os despu¨¦s de una guerra que nunca debi¨® empezar, que cre¨® m¨¢s problemas de los que resolvi¨®, que no mereci¨® la pena. ?Pasar¨¢ esto con la guerra de Kosovo? Recordemos c¨®mo han discurrido las cosas. Como una manifestaci¨®n m¨¢s de la secular hostilidad entre albanokosovares y serbios, esta guerra empez¨® cuando el ELK (Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo) empu?¨® las armas para lograr la independencia de Kosovo. Milosevic respondi¨® con una ofensiva militar contra el ELK, con matanzas e intimidaciones dirigidas a doblegar a la poblaci¨®n albanokosovar y con expulsiones masivas para reducir su n¨²mero. Estados Unidos y la Uni¨®n Europea exigieron el cese de esa represi¨®n, la retirada de las fuerzas serbias, el regreso de los expulsados y el control de Kosovo por la OTAN para proteger a los albanokosovares y dotarles de autonom¨ªa. El ELK reclam¨® la independencia y en Rambouillet se le ofreci¨® una posibilidad de autodeterminaci¨®n al cabo de tres a?os. Milosevic rechaz¨® estas pretensiones por considerarlas una v¨ªa directa a la secesi¨®n de Kosovo, reafirm¨® la soberan¨ªa serbia sobre ese territorio, dijo que mantendr¨ªa all¨ª su Ej¨¦rcito y que s¨®lo aceptar¨ªa una presencia internacional enviada por la ONU y ligeramente armada. La OTAN, argumentando que algo semejante no funcion¨® en Bosnia, replic¨® que bombardear¨ªa Yugoslavia hasta lograr sus objetivos y se puso a hacerlo sin recabar la legalmente preceptiva autorizaci¨®n del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Milosevic respondi¨® llevando al paroxismo la limpieza ¨¦tnica de Kosovo. Los bombardeos de la OTAN arreciaron y la diplomacia rusa empez¨® a abrir un canal para la b¨²squeda de un acuerdo.
Setenta y ocho d¨ªas despu¨¦s cesaron los bombardeos y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprob¨® la Resoluci¨®n 1.244, aceptada por Yugoslavia. ?Cu¨¢nto pes¨® en ello la coacci¨®n de las bombas y cu¨¢nto la persuasi¨®n de la diplomacia rusa? No es ¨¦sta una cuesti¨®n acad¨¦mica, sino por dem¨¢s pol¨ªtica. Quien afirme que casi todo se debi¨® a la fuerza, mal se sit¨²a para pedirle a Rusia que no cifre su futuro en la fuerza. Y c¨®mo lo haga marcar¨¢ el futuro de Europa. A primera vista, quien intent¨® dictar a los militares serbios los t¨¦rminos de su retirada como si fuera una rendici¨®n debi¨® pensar que poco pesaba lo que se hab¨ªa acordado diplom¨¢ticamente. El resultado fue que quien mand¨® a las tropas rusas entrar en Pristina debi¨® pensar que para hacer valer lo que diplom¨¢ticamente se hab¨ªa acordado era necesario un acto de fuerza. Hac¨ªa mucho tiempo que no ve¨ªamos cosas as¨ª en Europa. Luego empez¨® una larga negociaci¨®n que ha concluido con poca luz y alguna sonrisa. Entretanto, algo importante ha cambiado en Rusia. Habr¨¢ que esperar para ver si esa doble apuesta por la fuerza ha merecido la pena.
Entretanto, y en base a la Resoluci¨®n 1.244, todas las fuerzas serbias se han retirado de Kosovo (cesi¨®n de Milosevic) y bajo los auspicios de Naciones Unidas (cesi¨®n de la OTAN) se establece una presencia civil (Unmik) que se hace cargo de la administraci¨®n del territorio, y una presencia militar (Kfor), fuertemente armada (cesi¨®n de Milosevic) e integrada por fuerzas de la OTAN (cesi¨®n de Milosevic) y por fuerzas rusas (cesi¨®n de la OTAN), con el fin de hacer posible el regreso de los expulsados (cesi¨®n de Milosevic) y garantizar la seguridad de todos los kosovares. Cuando los bombardeos empezaron, los refugiados eran unos 100.000, y al terminar, unos 900.000 (cifras de ACNUR). Ahora pueden volver. ?Volver¨¢n? Algunos ya lo est¨¢n haciendo y muchos lo har¨¢n. Quieren rehacer sus vidas en Kosovo, aunque saben que no va a ser f¨¢cil. Se han quedado sin casa donde cobijarse, sin trabajo con el que ganarse la vida, han perdido sus propiedades, vuelven a un pa¨ªs arrasado por los bombardeos y los incendios, donde las escuelas, los hospitales, las carreteras, los puentes y las centrales el¨¦ctricas est¨¢n destrozados.
Todo eso har¨¢ tambi¨¦n que otros no quieran volver. Eso, y el temor a que vuelva a repetirse la pesadilla que han vivido. Desde la Uni¨®n Europea les decimos que los soldados de la OTAN les proteger¨¢n. ?Cu¨¢nta confianza les da eso? La Resoluci¨®n 1.244 reafirma la integridad territorial de Yugoslavia, la propuesta de autodeterminaci¨®n para Kosovo ha desaparecido (cesi¨®n de la OTAN, aunque permanece cierta ambig¨¹edad reflejo de diferencias entre los aliados). Los albanokosovares pueden pensar que las tropas internacionales terminar¨¢n march¨¢ndose y que volver¨¢n las de Serbia. Lo mismo piensan muchos serbios y tambi¨¦n el ELK, que est¨¢ dispuesto a impedirlo logrando la independencia de Kosovo. Nada de lo que ha ocurrido ha contribuido a reducir las hostilidades entre serbios y albanokovares y s¨ª a hacer al ELK mucho m¨¢s fuerte. No es de extra?ar que haya albanokosovares que teman otra guerra. ?Cu¨¢ntos volver¨¢n? No lo sabemos y es lo primero que hay que saber para saber si la guerra ha merecido la pena. ?Que pasar¨¢ con los que no vuelvan? Repatriarlos contra su voluntad es ilegal, la Convenci¨®n para los Refugiados les reconoce el derecho a permanecer donde est¨¢n y a tratar de ir a otros sitios.
Eso, por un lado. Ahora hay que hablar tambi¨¦n del otro lado, de los nuevos desplazados, de los serbokosovares que est¨¢n marchando a Serbia y de los que se quedan en Kosovo. Los primeros se sienten las nuevas v¨ªctimas de la limpieza ¨¦tnica que a?os atr¨¢s ya sufrieron los serbios de la Krajina y de Eslavonia. Los que se quedan en Kosovo se est¨¢n volviendo a encontrar con los albanokosovares que expulsaron y con el ELK que se pavonea. Tras meses de expulsiones, brutalidades y bombardeos, los odios est¨¢n afilados. ?Qui¨¦n
va a proteger a los serbokosovares? La Resoluci¨®n 1.244 dice que Kfor debe protegerlos. ?Van a confiar en las tropas de los pa¨ªses que les bombardearon? ?Van a recurrir a los rusos? ?Qui¨¦n va a desmilitarizar al ELK? El ELK jug¨® un papel importante en los ¨²ltimos d¨ªas de guerra, hostigando de manera casi suicida a las tropas serbias hasta situarlas en posiciones vulnerables a los bombardeos. ?Va a ser la desmilitarizaci¨®n su premio? Conviene recordar que en Kosovo nadie ha entregado las armas, los serbios se las han llevado y el ELK las habr¨¢ escondido. ?Va a aplicar Kfor la fuerza contra el ELK? Digamos que el panorama es delicado. La OTAN no tuvo ni una v¨ªctima durante los bombardeos, pero la paz ya ha empezado a ser m¨¢s cruenta y habr¨¢ que ver c¨®mo sigue para saber si la guerra ha merecido la pena. ?Va a haber una autoridad central ¨²nica para manejar la situaci¨®n? No. La Resoluci¨®n 1.244 no da esos poderes al jefe de las fuerzas de la OTAN, ¨¦ste tendr¨¢ que trabajar en estrecha colaboraci¨®n con quien nombre el secretario general de Naciones Unidas al frente de la presencia civil (concesi¨®n de la OTAN) y adem¨¢s tendr¨¢ que contar con los rusos, porque del arreglo a que han llegado lo ¨²nico claro es que las tropas rusas van a obedecer ¨®rdenes rusas, igual que las tropas de la OTAN obedecer¨¢n ¨®rdenes de la OTAN. Y ninguno va a poder mandar al otro al calabozo por hacerlo. A esta situaci¨®n puede llam¨¢rsele como se quiera, pero ?merec¨ªa la pena una guerra para semejante arreglo? ?No hubiera podido ceder cada parte al principio lo que al final ha cedido? ?No se hubieran evitado as¨ª muchas (no todas, cierto) muertes, destrucciones y odios? ?O es que no se trataba, ni se trata, de eso?
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