Cela abre la UIMP con una charla sobre la noci¨®n de Espa?a
Camilo Jos¨¦ Cela lleg¨® ayer a Cantabria vestido de moderaci¨®n, hasta el punto de pedir que se retire el insulto de la vida pol¨ªtica ("No es buen camino. Es rigurosamente necesario el respeto rec¨ªproco"). A pesar de su eterno tono provocador ("?Comic?, ?qu¨¦ es eso, a m¨ª h¨¢bleme en espa?ol o, si prefiere, seguimos en ingl¨¦s"), el Nobel lleg¨® "encantado" a la UIMP -Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo- y encantador sigui¨®. El escritor ley¨®, sin embargo, una dura lecci¨®n magistral inaugural; un largo texto en el que Cela, buscando la noci¨®n de Espa?a, repas¨® la historia para concluir citando a Ruiz Zorrilla, que "divid¨ªa a los espa?oles en dos grupos: el de quienes todo lo esperan del milagro y el de quienes todo lo aguardan de la loter¨ªa". Un texto m¨¢s agresivo que el talante que ¨¦l luci¨® en Santander, y en el que no se abord¨®, entre otros asuntos, la cuesti¨®n auton¨®mica. La ceremonia cont¨® con la presencia del ministro de Cultura, Mariano Rajoy. Ante la prensa, Cela tuvo palabras agradables para los j¨®venes escritores. Y aunque se neg¨® a precisar nombres, s¨ª reconoci¨® que cada vez lee menos. "Yo, ni soy historiador ni cr¨ªtico. Antes lo le¨ªa todo. Ahora, s¨®lo lo que viene avalado por un amigo".
Despu¨¦s de la sequ¨ªa que sigui¨® al Nobel (a pesar de haber publicado dos novelas, una incluso con denuncia por plagio, Cela ha tardado 10 a?os en finiquitar Madera de boj, que se publica en octubre), el escritor descansa. "Estoy sin hacer nada, recuperando la respiraci¨®n, vaciando mi mesa de papeles". Satisfecho de su nueva obra, se niega a ubicarla en su carrera: "En mi obra, la est¨¦tica cambia en cada libro". El escritor tambi¨¦n explic¨® que, cuando escribe, no se fija un objetivo. "Cuando empiezo una novela no se d¨®nde voy. Y no creo que esto sea malo. Es inc¨®modo, pero no malo".
Nociones revisables
Bajo el t¨ªtulo Nociones revisables y conceptos flexibles, Cela ley¨® una lecci¨®n que buscaba "el concepto de Espa?a", seg¨²n explic¨® ¨¦l mismo minutos antes de la ceremonia oficial. El texto se recre¨® en las dos Espa?as, ("cada una de ellas partida en otras dos, que, a su vez, se dividen y subdividen") y en los t¨®picos de los defectos y virtudes nacionales. Seg¨²n el escritor, los espa?oles pecan en buena medida del defecto nacional, la envidia, "que lastra a la masa". La virtud vendr¨ªa entonces a ser la desobediencia. "El espa?ol carece de sentido cr¨ªtico y, por ende, de sentido pol¨ªtico", sostuvo Cela. Incapacidad para la ciencia, incomprensi¨®n del fen¨®meno religioso o af¨¢n de dominio personal. Los calificativos continuaban a lo largo de 20 folios: envidia, discordia, car¨¢cter disociativo, mesi¨¢nica demencia, epil¨¦ptico cariz de las reacciones pol¨ªticas, par¨¢lisis de sus estructuras sociales. Una imagen "desoladora y amarga: no menos, tampoco, que cierta: y sangrante", inclu¨ªa el discurso. Cela lo ten¨ªa claro, a pesar de introducir la lecci¨®n presumiendo de defender la duda: "Es evidente que Espa?a es una, aunque m¨²ltiples puedan ser sus interpretaciones".
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