No se conocen efectos secundarios graves

Vincenzo Pincolini, ahora preparador f¨ªsico del Roma, y antes de la selecci¨®n italiana y del Milan durante 15 a?os, cuestion¨® el suministro de las cantidades de creatina que acostumbraba a emplear el Juventus de Tur¨ªn: "Semejantes dosis aumentan la musculatura, pero ?de qu¨¦ sirve aumentar tanto la masa muscular de un futbolista? Una dosis alta provoca retenci¨®n de l¨ªquido y gordura. Y se pueden sufrir problemas de h¨ªgado. Que no se conozcan efectos secundarios a corto plazo no dice mucho. Cuando uno es joven el cuerpo responde. Pero yo trabajo en esto desde hace 20 a?os y hace mucho tiempo, cuando se empezaron a tomar anabolizantes, tampoco se conoc¨ªan efectos secundarios a corto plazo". El m¨¦dico del Valencia, Jorge Candel, por su parte, se limita a apuntar que conoce efectos secundarios menores, pero s¨®lo de o¨ªdas: "Parece ser que a nivel respiratorio hay una patolog¨ªa pulmonar producida por la acumulaci¨®n de creatina. Esto es l¨®gico cuando entre los atletas se estaban tomando 50 gramos diarios; y los culturistas toman de 12 a 20 gramos diarios, pero sin interrupci¨®n ni control".

La dosis y el sobrepeso

Una dosificaci¨®n correcta de la creatina es la clave para Nieves Palacios, especialista en medicina deportiva y nutrici¨®n del Centro Nacional de Medicina del Deporte, perteneciente al Instituto Nacional de Educaci¨®n F¨ªsica (INEF). "A la creatina no se le conocen efectos secundarios significativos, y esto es importante porque hace seis o siete a?os que se usa, y eso es mucho", recalca Nieves Palacios. "L¨®gicamente, jugamos con un margen de inseguridad, pero lo mismo ocurre con las vitaminas. En este sentido, la palabra que debe imperar es moderaci¨®n. Estamos hablando de una sustancia que est¨¢ de moda y las consecuencias de su uso dependen de que la dosis que se tome sea la correcta". Y ¨¦se es el dato que se propuso determinar el cuerpo t¨¦cnico del Valencia. Porque no bastaba con conocer la dosis que necesita un halter¨®filo, ni un atleta. El f¨²tbol requiere un tratamiento espec¨ªfico.

Un fallo en el c¨¢lculo de la dosificaci¨®n puede ir en detrimento del objetivo. En el Valencia, cada jugador toma su parte de un frasco se?alado con su nombre. El orden es riguroso. El preparador f¨ªsico, Roberto Sassi, defiende estos detalles desde la sorpresa que le caus¨® ver a un futbolista bajo los efectos de una sobredosis. Cuando preparaba al Fiorentina, en Italia, Sassi recibi¨® un d¨ªa a un jugador que ven¨ªa de otro equipo: gordo, con un sobrepeso que no parec¨ªa poder controlar y que amenazaba con mermar sus virtudes deportivas. Sassi dictamina: "Estaba lleno de agua, porque tomaba una cantidad excesiva de creatina".