Sombras legales en el proceso al "enemigo p¨²blico n¨²mero uno"

Cerca de un mes y ocho jornadas de exposici¨®n ante el tribunal han bastado para que Turqu¨ªa ponga fin al juicio contra su "enemigo p¨²blico n¨²mero uno". Un proceso judicial que la defensa ha calificado desde un principio como nulo, tanto en el fondo como en la forma. Unos inicios marcados por las extra?as circunstancias en las que el l¨ªder kurdo fue capturado por las autoridades turcas el pasado 15 de febrero en Kenia, y por el confinamiento de Ocalan como ¨²nico reo en la isla-prisi¨®n de Imrali, situada en el mar de M¨¢rmara, a 35 kil¨®metros de la costa. A partir de entonces han sido m¨²ltiples las quejas de la defensa de Ocalan, un grupo de abogados que voluntariamente decidi¨® defender la causa del guerrillero kurdo. Las excepcionales medidas de seguridad impuestas por el Gobierno turco han impedido la libertad de movimientos exigida por los letrados, quienes en todo momento han denunciado los escasos encuentros permitidos con el acusado y la presencia en ellos de guardianes encapuchados.

La presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica, partidaria de ver a Ocalan en la horca, tambi¨¦n hizo mella en el transcurso del juicio, que comenz¨® el 31 de mayo. Letrados y familiares del l¨ªder kurdo se vieron obligados a abandonar el hotel en el que se hospedaban debido a las continuas amenazas, y el Gobierno turco decidi¨® acomodarlos en un recinto especial.

La decisi¨®n del Parlamento turco de sustituir al juez militar que se sentaba en el tribunal por un magistrado civil en el tribunal tambi¨¦n sirvi¨® de argumento a la defensa, quien solicit¨® una suspensi¨®n del juicio al estimar que este cambio supon¨ªa una ruptura en el desarrollo del proceso.

La defensa considera asimismo que Ocalan ha sido sentenciado en un "juicio pol¨ªtico", en el que la fiscal¨ªa no ha podido presentar pruebas tangibles de los cr¨ªmenes que se le imputan.