La Legi¨®n toma el control de la zona fronteriza con Serbia

ENVIADO ESPECIALDesde el monasterio ortodoxo de San Nicol¨¢s, que domina el valle de Pec, se divisaban ayer por la ma?ana nueve columnas de humo en el horizonte. Sor Pelagia, de 86 a?os, una de las siete monjas que lo habitan, asegura que nadie ha venido a molestarles, pero admite estar asustada por los disparos y los continuos incendios de viviendas.

El teniente coronel Garc¨ªa Val¨®n, jefe del batall¨®n de la Legi¨®n espa?ola, comenz¨® su primera jornada en Kosovo visitando a las religiosas para ofrecerles su protecci¨®n e invitarles a que le avisen si tienen alg¨²n problema. Hay un problema, hizo notar sor Pelagia: no funciona el tel¨¦fono. Para esto, el militar no ten¨ªa respuesta: en el cuartel principal de la Legi¨®n, distante un par de kil¨®metros, ni siquiera hay electricidad o agua. Por lo menos, se comprometi¨® a que una patrulla de soldados espa?oles se acerque cada d¨ªa por el convento.

En la ciudad de Pec, el prefecto (alcalde), Janus Januzajw, un abogado albanokosovar que pas¨® 10 a?os en las c¨¢rceles de Milosevic, afirma que la zona bajo responsabilidad espa?ola es "muy problem¨¢tica", pues la frontera de Serbia est¨¢ a s¨®lo diez kil¨®metros. Hasta hace cinco d¨ªas, agrega, hab¨ªa paramilitares serbios en las monta?as, aunque ahora no sabe si contin¨²an ocultos o se han marchado. Januzajw conf¨ªa en que los legionarios contribuyan a garantizar el orden y a reconstruir las infraestructuras devastadas por la guerra. Aunque ha sido nombrado por el ELK, reconoce que la organizaci¨®n no controla a todos sus guerrilleros, y que es dif¨ªcil evitar las venganzas en una ciudad donde 300 civiles han sido asesinados. No obstante, asegura que no todas las casas las queman los albaneses, pues muchos serbios prenden fuego a las suyas al marcharse. Es la misma versi¨®n que daban los serbios cuando ard¨ªan las viviendas de los albaneses.

Alcalde de todos

En el casco urbano de Istok viv¨ªan 10.000 vecinos antes de la guerra, el 20% serbios. Nadie sabe con exactitud cu¨¢ntos quedan. Se cree que muy pocos, en su mayor¨ªa ancianos, como las monjas de San Nicol¨¢s. Januzjaw dice que le gustar¨ªa ser tambi¨¦n el alcalde de los serbios y no s¨®lo de los albaneses, pero agrega que, tras que lo sucedido, es imposible que vuelvan. Una vez instalados en Istok, los legionarios tomaron posesi¨®n ayer de sus destacamentos en tres localidades de la comarca: Rakos, Banjika y Zloku?ane. Comenzaron las patrullas de vigilancia y ten¨ªan previsto instalar los primeros controles de carretera. Desde ayer, est¨¢ prohibido llevar armas, uniformes o insignias militares fuera de las zonas pactadas con el ELK.