Diputados laboristas de varias corrientes piden a Blair recuperar las esencias de izquierda
A Tony Blair se le acumulan los frentes. Apenas recuperado del esfuerzo que ha supuesto la guerra de Kosovo y todav¨ªa en plenas negociaciones de paz en Irlanda del Norte, ahora se rebelan sus propias filas. Cansados de que su l¨ªder busque el voto de las clases medias, 44 diputados laboristas, de los 416 que tiene en la C¨¢mara de los Comunes, han firmado una declaraci¨®n donde le piden que respete un solo principio: la supervivencia del "partido socialista democr¨¢tico". Seg¨²n ellos, ¨¦se es el ¨²nico y verdadero garante de las esencias del laborismo que Blair parece haber olvidado.
La declaraci¨®n ser¨¢ debatida en la conferencia londinense que celebrar¨¢ el partido de Blair el pr¨®ximo d¨ªa 17 y que hasta el momento m¨¢s de 90 diputados laboristas han prometido apoyar. El grupo de los 44 parlamentarios ha formulado tambi¨¦n otra petici¨®n. Desean que Blair abandone de una vez su intento de formar una coalici¨®n de centro-izquierda con los liberal dem¨®cratas. La solicitud, que aparecer¨¢ publicada esta misma semana en el semanario Tribune, de clara inspiraci¨®n laborista, viene avalada por la firma de diputados que representan a todas las fracciones del partido. Nuevos laboristas, como Maria Eagle, no tienen reparo en estampar su nombre junto a Stuart Bell, un colega mucho m¨¢s escorado a la derecha del partido. O todo lo contrario, se han puesto de acuerdo con Tony Benn y Ken Livingstone, aspirante este ¨²ltimo a la alcald¨ªa de Londres y conocido por estar "m¨¢s a la izquierda de Blair" que casi nadie. La declaraci¨®n de los 44 desencantados y dispuestos, si es preciso, a la rebeli¨®n, tiene toques del laborismo m¨¢s se?ero. Recuerda, por ejemplo, que la pobreza y las desigualdades, "siguen desfigurando nuestra sociedad y destruyendo la vida de millones de personas en todo el mundo". Una situaci¨®n tan acuciante ahora como hace un siglo, pero para la que ya no sirven recetas decimon¨®nicas. En los umbrales del siglo XXI, s¨®lo puede lucharse por la justicia social "desde un partido socialista, internacionalista y democr¨¢tico".
Manteniendo el s¨ªmil b¨¦lico, el escrito ha sido calificado en medios laboristas de "ca?onazo de advertencia" a Blair, tras la derrota en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo. Los miembros m¨¢s cr¨ªticos del partido, citados ayer sin nombres por el rotativo The Independent, quieren que su l¨ªder desista de formar una gran coalici¨®n de centro izquierda con los liberal dem¨®cratas. Un pacto que, de cerrarse, ser¨ªa muy dif¨ªcil de romper.
A Mark Seddon, uno de los miembros m¨¢s radicales de la nueva ejecutiva laborista y director de Tribune, le preocupan tambi¨¦n algunos de los colegas europeos del primer ministro brit¨¢nico. El canciller alem¨¢n Schr?der es el m¨¢s destacado. La nota conjunta firmada en junio por ambos l¨ªderes donde se comprometen a mantener ambas econom¨ªas lo m¨¢s cerca posible de libre mercado, choca, seg¨²n Seddon, con los "votantes naturales del laborismo". Los mismos que estar¨ªan tan desencantados con la ruta hacia el centro emprendida por Tony Blair, que acabar¨¢n por "desertar del todo".
Ataque conservador
Mientras los 44 diputados airados esperan una respuesta de su jefe, al que consideran haber retado formalmente, William Hague, l¨ªder conservador, sigue capitalizando su victoria en las elecciones europeas a costa del euro. Sin dejarse desalentar por el ¨²ltimo sondeo, que sigue dando ventaja al Gobierno, Hague se siente lo bastante fuerte como para decirle a Blair que no tiene valor para renegar de la "abolici¨®n de la libra". Y eso que el primer ministro ya ha suavizado la campa?a a favor de la moneda ¨²nica. Pero al l¨ªder conservador le parece poco. Ajeno a las predicciones de los sindicatos, que cifran en un mill¨®n los empleos que podr¨ªa costarle al Reino Unido repudiar el euro, Hague ha hecho un canto a la independencia de la City y la flexibilidad laboral.
De momento, Blair no parece prestarle demasiada atenci¨®n a la ¨²ltima andanada tory. La cita parlamentaria semanal del partido laborista estuvo dedicada ayer a analizar precisamente el fracaso en las elecciones europeas. Durante las reuni¨®n, deb¨ªa prepararse tambi¨¦n el terreno para la campa?a que, este verano, tratar¨¢ de convencer a los laboristas de que la lucha contra la pobreza sigue guiando al Gobierno. Un esfuerzo que debe bastarle de momento a Blair, enfrentado a esta nueva disidencia interna. Un grupo de presi¨®n dom¨¦stico que preferir¨ªa alejarle de su mentor, el liberal dem¨®crata Lord Jenkins of Hillhead, principal abogado de la alianza de centro-izquierda tan temida por los 44 defensores de la pureza laborista.
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