Cuesti¨®n de confianza
BLAIR HAB?A pedido un "acto de fe" para salvar el proceso de paz del Ulster. Es lo que ha propuesto para salvarlo in extremis con un nuevo compromiso. Si los partidos norirlandeses rechazan esta posibilidad de acuerdo habr¨¢n perdido una oportunidad hist¨®rica. Si la aceptan, el Ejecutivo intercomunitario norirland¨¦s puede ponerse en marcha para mediados de mes. Inmediatamente despu¨¦s deber¨ªa comenzar el IRA un proceso de entrega de armas, que culminar¨ªa en mayo del 2000 con el desarme de todos los grupos paramilitares. Las duras cr¨ªticas expresadas por David Trimble, el l¨ªder del Partido Unionista del Ulster (UUP), no constituyen un buen presagio. Indican que a¨²n queda mucho trabajo por delante. Trimble, que hab¨ªa aceptado el acuerdo del pasado a?o, se ha encontrado cada vez con mayores divisiones internas, por lo que hab¨ªa reclamado que el IRA empezase a entregar las armas antes de poner en marcha el Ejecutivo que ha de incluir a todos los partidos, tambi¨¦n el Sinn Fein. Tal exigencia no figuraba en la letra del hist¨®rico acuerdo de 1998. El tira y afloja ha sido duro en los cinco d¨ªas de intensas negociaciones contrarreloj. Se trataba de una cuesti¨®n de confianza: el Sinn Fein quer¨ªa estar seguro de poder participar en el nuevo Ejecutivo, pero cre¨ªa que Trimble no estaba dispuesto a compartir el poder con los cat¨®licos y republicanos; y Trimble necesitaba que el IRA se comprometiese a entregar sus armas, especialmente cuando tantos presos -277 sobre un total de 500, de una y otra parte- han salido a la calle en aplicaci¨®n del pacto de Stormont, incluido Patrick Magee, que atent¨® en 1984 contra la entonces primera ministra, Margaret Thatcher. La soluci¨®n propuesta consiste en entrelazar ambas demandas en el tiempo, en convertir en procesos paralelos la puesta en pie de las nuevas instituciones y el desarme. La legislaci¨®n penalizar¨ªa a quien no cumpliera. Trimble lo considera insuficiente, porque no es seguro que quiera esta paz.
Se ha perdido un a?o, y las desafiantes marchas de verano que empiezan este domingo los protestantes de la Orden de Orange, conmemorativas de sus victorias sobre los cat¨®licos, pueden degenerar hasta el punto de rebobinar el acuerdo alcanzado en abril de 1998, que rechaza una parte significativa de los protestantes. La paz pende de unos pocos hilos. Una vez m¨¢s, s¨®lo se ha ganado tiempo. Que no es poco.
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