La ¨²nica ciudad vizca¨ªna
La ¨²nica ciudad vizca¨ªna se encuentra en territorio alav¨¦s, aunque sin conflictos: hay que remontarse a una orden del general Espartero en 1843 para conocer la ¨²ltima disputa sobre su pertenencia a uno u otro territorio. Ordu?a, imprescindible cruce de caminos entre Castilla y la costa vizca¨ªna, La Rioja y las Encartaciones y Castro Urdiales, ha sufrido como tantas otras villas camineras (y es que Ordu?a antes que ciudad fue villa) el avance del autom¨®vil y las nuevas v¨ªas de comunicaci¨®n, todo ese cambio de usos y costumbres que ha vivido el siglo XX. De este modo, la visita a la ciudad vizca¨ªna ya no viene motivada tanto por el inter¨¦s de sus dos ferias anuales y sus tres mercados semanales, de asistencia ineludible, y s¨ª m¨¢s por el inter¨¦s de su casco hist¨®rico, el de mayor planta de todas las villas vizca¨ªnas, y esa media docena de edificios de calidad arquitect¨®nica reconocida. Sin olvidar el entorno de esta ciudad, construida a la sombra de la Pe?a de Ordu?a y del Txarlazo, con su monumento a la Virgen de la Antigua. El 17 de junio de 1284, el se?or de Vizcaya, don Lope D¨ªaz de Haro, conced¨ªa a Ordu?a la consideraci¨®n de mayorazgo de Vizcaya, condici¨®n que hac¨ªa que esta poblaci¨®n quedase incorporada a este territorio "para siempre jam¨¢s". No era un favor el que hac¨ªa D¨ªaz de Haro a los habitantes de la por entonces villa de Ordu?a: la localidad ya se hab¨ªa significado como jal¨®n de los caminos que iban de la meseta a la costa cant¨¢brica. Hay que tener en cuenta que en los siglos XI y XII, el eje comercial estaba situado en el Camino de Santiago (este-oeste), pero la apertura de los puertos del Cant¨¢brico al comercio con Flandes variar¨¢ la direcci¨®n de los caminos para establecerse en sentido norte-sur. As¨ª que Ordu?a ya ten¨ªa una entidad clara cuando el se?or de Vizcaya le otorga la vizcain¨ªa. Doscientos a?os despu¨¦s, a fines del siglo XV, la afluencia de mercanc¨ªas a Ordu?a era tan importante que las cuentas de los diezmos, el cobro de los derechos de aduana en la ciudad y las numerosas contingencias y tr¨¢mites del comercio, exig¨ªan la presencia en el lugar de un escribano propio de ordenamiento real. Es en esta fecha cuando se realiza la primera reparaci¨®n de cierta envergadura en el camino de Ordu?a, por un costo de 222.000 maraved¨ªs que se sufraga con el cobro de medio real a cada caballer¨ªa que atravesara este camino. El primer peaje Aquel fue el primer peaje en la zona del que se tiene constancia. Hoy el peaje se ha trasladado unos kil¨®metros m¨¢s al este, al puerto de Altube, pero Ordu?a sigui¨® viviendo durante varios siglos tanto del cobro por el paso a trav¨¦s de sus caminos como por su condici¨®n de aduana del puerto de Bilbao. Esto ¨²ltimo, por partida doble: a la ida, las carretas llevaban lana, cereales, vino y aceite; a la vuelta regresaban con hierro y acero labrado en las ferrer¨ªas del camino. Por ello, no es de extra?ar que las autoridades se preocuparan por mejorar y mantener en buen estado los caminos: en 1681 se abre la v¨ªa para carros con la fractura de la pe?a de Goldecho; en 1764, a partir de lo que era un proyecto de ingenier¨ªa memorable, comenzaron las obras del puerto, que tardaron ocho a?os en concluirse, costaron 420.000 maraved¨ªs y obligaron a subir el peaje a un real para cada caballer¨ªa mayor y veinte maraved¨ªs para la menor. Los edificios monumentales de Ordu?a dan buena fe de la categor¨ªa de la ciudad vizca¨ªna. Desde los templos, la iglesia de Santa Mar¨ªa, la iglesia de la Sagrada Familia o el Santuario de Nuestra Se?ora de la Antigua, a las construcciones civiles erigidas alrededor de la plaza de la localidad. Singular g¨®tico La iglesia de Santa Mar¨ªa, uno de los edificios g¨®ticos m¨¢s singulares de Vizcaya, es buena muestra de la Ordu?a medieval: ubicada en un lateral de la ciudad, formaba parte de las murallas defensivas, como se aprecia en algunos elementos de su construcci¨®n. Y como buen ejemplo de ese continuo auge destaca la iglesia de la Sagrada Familia, situada en el centro de la ciudad, primera muestra del barroco en Vizcaya. El origen de este estilo arquitect¨®nico est¨¢ en la iglesia de Il Ges¨´ de Roma, sede principal de la Compa?¨ªa de Jes¨²s. El templo de Ordu?a es el primero que fue construido por los jesuitas en Vizcaya a partir del modelo de esa iglesia romana. M¨¢s popular, y con unos or¨ªgenes alejados de la bonanza econ¨®mica de la ciudad, es el santuario de Nuestra Se?ora de la Antigua, restaurado en el siglo XVIII, aunque est¨¢ considerado como el primer templo documentado en Vizcaya. La Gu¨ªa arquitect¨®nica de Vizcaya tambi¨¦n ensalza el conjunto de la Plaza de Ordu?a, inusual en las villas medievales del territorio, pero que tiene su raz¨®n de ser en la importancia de esta poblaci¨®n omo feria y mercado. Su construcci¨®n actual se remonta a 1536, a?o del famoso incendio que pr¨¢cticamente arras¨® Ordu?a. Alrededor de esta plaza se encuentran los palacios Mimenza y D¨ªaz-Pimienta, pero, sobre todo, destacan los edificios del Ayuntamiento, construido en 1771, y de la Aduana, levantado veinte a?os m¨¢s tarde, deudor del neocl¨¢sico franc¨¦s m¨¢s radical, "sea cierta o no la atribuida presencia del alav¨¦s Olaguibel en las trazas del edificio", se?alan los redactores de la citada gu¨ªa. El recorrido arquitect¨®nico por la localidad podr¨ªa terminar en su sector oeste, revalorizado a partir de la llegada del ferrocarril, cuyo trazado tampoco pudo obviar la ciudad vizca¨ªna en territorio alav¨¦s. Ah¨ª est¨¢, por ejemplo, la Casa Llaguno, obra temprana de Emiliano Amann, con un dise?o mucho m¨¢s avanzado de lo que puede parecer a primera vista. Para tener una mirada a vista de p¨¢jaro de esta poblaci¨®n se?era en la historia de las comunicaciones y el comercio vascos s¨®lo falta subir al Txarlazo y, desde el mirador de la Virgen de la Antigua, disfrutar del panorama del valle. Eso s¨ª, en un d¨ªa en que no tenga lugar el fen¨®meno meteorol¨®gico conocido por el bollo -una niebla que cae sobre la localidad procedente del valle de Losa- y que es otro de los atractivos naturales de la ciudad vizca¨ªna.
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