Esquizofrenia y ruido
El aeropuerto de Barajas es un cad¨¢ver al que contin¨²an creci¨¦ndole las pistas como a los muertos contin¨²an creci¨¦ndoles las u?as. El estado de ¨¢nimo con el que accede uno a esas instalaciones es parecido al que se respira en el tanatorio de la M-30. Y siempre se encuentran deudos a los que dar el p¨¦same o acompa?ar en el sentimiento. El otro d¨ªa, un grupo de pasajeros nos estuvimos acompa?ando en el sentimiento hasta Barcelona. Fue un viaje de una hondura emotiva desacostumbrada. Sobre este cad¨¢ver terminal pretende llevar a cabo AENA una campa?a de publicidad dirigida a que los madrile?os nos sintamos orgullosos de su desbarajuste. Est¨¢n locos.
La estrategia para hacernos recuperar la satisfacci¨®n de tener el aeropuerto m¨¢s repugnante del mundo consiste en cederle sus instalaciones al programa T¨®mbola. Quiere decirse que, si se confirma la propuesta, tendremos que abrirnos paso entre toneladas de caspa para llegar al mostrador de facturaci¨®n del puente a¨¦reo. Eso, si previamente hemos conseguido superar la barrera de los manifestantes en pijama y los escr¨²pulos de la asociaci¨®n de alcaldes damnificados, adem¨¢s de la comisi¨®n de profesores y alumnos de la Aut¨®noma, donde las clases se dan por el m¨¦todo del cogitus interruptus: cada vez que pasa un avi¨®n se oscurece el pensamiento, para que no haya embarazo intelectual.
Sobre este cad¨¢ver apestoso, pues, pretende AENA montar una campa?a a la que ha dedicado cientos de millones hurtados a la insonorizaci¨®n de las viviendas colindantes. Es decir, que no pretende eliminar el estr¨¦pito, sino agravarlo m¨¢s si cabe. Dicen los cl¨¢sicos que en la informaci¨®n, incluso en su vertiente publicitaria, es preciso suprimir el ruido para que el mensaje llegue al usuario sin interferencias. En este caso, como el mensaje es pavoroso, han decidido aumentar el fragor con el que ya se tortura a los habitantes de San Fernando y C¨ªa., a ver si se mueren y dejan de molestar. Es la primera vez en la historia que el cliente de una campa?a pide que envuelvan su mensaje en poluci¨®n ac¨²stica, pero es que Arias-Salgado no es partidario de la informaci¨®n: por algo es hijo del primer jefe de propaganda de Franco.
La diferencia entre la publicidad y la propaganda es justamente ¨¦sa: que la propaganda es partidaria del ruido, para que nadie se entere de nada. Y si alg¨²n despistado se entera, garrotazo y tentetieso. Siendo, pues, AENA tan partidaria de la propaganda, tampoco es raro que haya empezado a desarrollar, ahora que los trenes se modernizan y llegan a su hora, una curiosa vocaci¨®n de Renfe a?os cuarenta. Lo que los responsables de AENA buscan es convertir Barajas en una sucia estaci¨®n de tren de las que ya no quedan, con gente como Mari?as que escupe de medio lado a los zapatos del vecino y verduleras que se gritan inconsecuencias entre s¨ª. Este hombre, Arias-Salgado, tiene vocaci¨®n de casta?era y va a llenar Barajas de personajes de Mesonero Romanos con el aplauso deficiente de ?lvarez del Manzano, que es el mayor productor de caspa del reino desde la desaparici¨®n del doctor Rosado, que en paz descanse.
Entretanto, su antagonista, y sin embargo amigo, Ruiz-Gallard¨®n, contin¨²a bombardeando a la poblaci¨®n con un aeropuerto imaginario en Campo Real, y hasta ha prometido convertir las pistas de Barajas en grandes avenidas bajo los tilos, y las terminales, en museos y centros de arte y Gugenheims asombrosos que ser¨¢n la admiraci¨®n de propios y extra?os. Todo esto es lo que oyen los vecinos afectados cuando se quitan los algodones de los o¨ªdos, aunque no est¨¢n seguros de si son pesadillas producidas por el impacto medioambiental o informaci¨®n contante y sonante, enfin.
Total, que Arias-Salgado y Ruiz-Gallard¨®n se han repartido los papeles de polic¨ªas bueno y malo, y mientras el uno amenaza con siete pistas m¨¢s, el otro promete zonas verdes y pisos de protecci¨®n oficial. Podr¨ªan aclararse, pensar¨¢n ustedes, pero de lo que se trata es precisamente de no aclararse. Por eso han contratado una agencia de publicidad que lo enturbie todo y que lleve a sus instalaciones a los gritones y las gritonas de T¨®mbola, al objeto de que la gente enloquezca y no advierta que Barajas es un cad¨¢ver al que le crecen las pistas como a los muertos les crecen las u?as. Menos mal que Arias-Salgado y Ruiz-Gallard¨®n son del mismo partido. ?Se imaginan el tama?o de la esquizofrenia actual si tuvieran militancias diferentes? RIP.
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