Todo sobre puros

Hay una corriente muy en boga que sin ser agorera vaticina que en los siguientes a?os, por el palpable incremento del precio, se beber¨¢ menos vino, pero de mejor calidad. Algo parecido les pasa a los fumadores. Ante las atosigantes campa?as antitabaco, la nutrida cuadrilla de fumadores se entregan al placer de un buen puro, como reducto justificado de su pasi¨®n por el humo. En esta l¨ªnea caprichosa de selecci¨®n en el arte del buen fumar, se presenta en el mercado una deliciosa Gu¨ªa de puros internacional, de Jane Resnick (Editorial K?neman, 1.150 pesetas). Un compendio de saberes sobre el puro que tiene como objetivo obtener el m¨¢ximo placer en cada bocanada, aportando la suficiente informaci¨®n como para saber lo que hay que tener en cuenta a la hora de adquirir un puro, salpicado de todo tipo de consejos pr¨¢cticos sobre su conservaci¨®n y maduraci¨®n, as¨ª como los m¨¦todos correctos para cortarlo y encenderlo y 100 fotograf¨ªas a todo color. La gu¨ªa, de un formato pr¨¢ctico y manejable, incluye las marcas m¨¢s emblem¨¢ticas de puros, con sus vitolas m¨¢s populares. Desde los legendarios Habanos, hasta otros puros de primera calidad provenientes de pa¨ªses como la Rep¨²blica Dominicana, Honduras y Nicaragua, as¨ª como un registro de expendur¨ªas de toda Europa. Unos 200 ejemplares de primer orden, ordenados por marcas y con todos los detalles en cuanto a procedencia, m¨¦todo de elaboraci¨®n y sabor. Todo ello se ve complementado con informaci¨®n acerca del color, la forma y el pa¨ªs de origen, as¨ª como de su vitola, longitud y calibre y por supuesto sobre la fortaleza y el sabor. Como ya nos avisan desde la contraportada de este peque?o volumen "para prestar el debido culto al arte de fumar, es preciso conocer la historia y los m¨¦todos de producci¨®n artesanal de los puros, as¨ª como saber interpretar la informaci¨®n que figura en las cajas". Parece evidente que el que quiera saber m¨¢s sobre estos nobles cigarros no se quedar¨¢ con las ganas. El resto queda en manos del sabio fumador, ya que como dec¨ªa el novelista franc¨¦s Jules Sandeau: "No me pid¨¢is que os describa los encantos de ensue?o o el ¨¦xtasis contemplativo en que nos sumerge el humo de nuestros puros".