El apoyo a las reformas democr¨¢ticas marca la gira americana de Aznar
El presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, regresar¨¢ hoy a Madrid tras haber cubierto por cinco pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe la gira m¨¢s dif¨ªcil y larga desde que lleg¨® a La Moncloa en 1996. Tanto en Brasil como en Paraguay, Ecuador, Venezuela y Trinidad y Tobago, donde la cerr¨® ayer, ha predicado un credo liberal y reformista y recabado apoyos para la pr¨®xima Cumbre Iberoamericana de La Habana. Todo su discurso ha estado centrado en un apoyo claro a las reformas democr¨¢ticas e institucionales en esos pa¨ªses.
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cerr¨® ayer su viaje en Puerto Espa?a, la capital de Trinidad y Tobago, con una intervenci¨®n en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Caricom -lo forman 14 pa¨ªses angl¨®fonos del mar Caribe- en esta isla pr¨®xima a las costas venezolanas. Era la primera incursi¨®n de un presidente espa?ol en estas aguas de influencia brit¨¢nica. Precisamente, el primer ministro de Trinidad y Tobago record¨® que ya han pasado 200 a?os desde que esta zona dejara de ser espa?ola y asegur¨® estar "encantado" de reencontrarse "con los amigos espa?oles". El apoyo de Aznar a las reformas democr¨¢ticas e institucionales qued¨® patente en su escala de Caracas. Su apuesta por el controvertido presidente de Venezuela, Hugo Ch¨¢vez, reflej¨® en cierta medida la voluntad del presidente espa?ol de trenzar una pol¨ªtica en Latinoam¨¦rica de perfiles propios, adecuada a la condici¨®n de Espa?a de importante pa¨ªs inversor en este ¨¢rea y asentada en un reforzamiento de la Comunidad Iberoamericana, que tendr¨¢ en la cumbre de La Habana del pr¨®ximo mes de noviembre una cita tan importante como complicada.
Frente a poderosos sectores que presentan al ex teniente coronel de paracaidistas que se sublev¨® hace siete a?os con su unidad como un populista peligroso, dispuesto a dar un golpe de Estado si no prospera su reforma radical del Estado por las v¨ªas democr¨¢ticas, Aznar considera que Ch¨¢vez es, hoy por hoy, la ¨²nica esperanza de que Venezuela salga del ciclo de autodestrucci¨®n que ha llevado a que m¨¢s del 80% de su poblaci¨®n viva por debajo del nivel de pobreza.
El presidente espa?ol, que mantuvo el viernes y el s¨¢bado largas conversaciones a solas con Ch¨¢vez, opina que existen razonables posibilidades de que las reformas que propone el militar puedan desarrollarse por las v¨ªas democr¨¢ticas. El proyecto de Ch¨¢vez, que se presenta como un cruzado contra la corrupci¨®n, es tan simple, directo y vehemente como nacionalista y populista. La diplomacia espa?ola cree que el resultado final depender¨¢ en gran medida de las alianzas que elija dentro y fuera de Venezuela. En ese sentido, Aznar est¨¢ dispuesto a ser un firme aliado europeo si se mantiene en una clara l¨ªnea democr¨¢tica.
El jefe del Ejecutivo ha aprovechado esos diez d¨ªas en Am¨¦rica Latina para ofrecer a todos los dirigentes con los que se ha entrevistado el respaldo de Espa?a a su modernizaci¨®n social y econ¨®mica, que considera elemental para transformar estos pa¨ªses en naciones competitivas ante la globalizaci¨®n econ¨®mica y los diferentes procesos de integraci¨®n regional.
Crisis pol¨ªtica y social
La cumbre de R¨ªo de Janeiro, la primera de la Uni¨®n Europea con los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe, ha servido de tel¨®n de fondo de una gira en la que Aznar ha podido constatar la profunda crisis pol¨ªtica y social que vuelve a padecer parte de Latinoam¨¦rica, v¨ªctima de un mal end¨¦mico: la fragilidad de unos Estados incapaces de recaudar, administrar y distribuir los recursos disponibles para garantizar la supervivencia digna de sus ciudadanos. Paraguay, Ecuador y Venezuela, por motivos distintos, viven al borde del abismo, inmersos en una crisis fiscal que deja a los gobernantes sin recursos para hacer frente a los desaf¨ªos cotidianos.
Aznar ha defendido que las reformas, mil veces aplazadas, son hoy no ya necesarias, sino imprescindibles; que el cambio no es una alternativa a la insurgencia armada revolucionaria, sino la forma de enlazar con econom¨ªas como las de la Uni¨®n Europea, que ofrecen a sus ciudadanos niveles de bienestar social desconocidos en otras zonas desarrolladas del mundo.
As¨ª, en R¨ªo de Janeiro defendi¨® que la globalizaci¨®n no es incompatible con la defensa de un modelo de desarrollo democr¨¢tico.
Esa cumbre dio tambi¨¦n otra satisfacci¨®n a la diplomacia espa?ola al ser elegida Espa?a como sede de la pr¨®xima, que se realizar¨¢ en Madrid en el segundo semestre del a?o 2002, coincidiendo con la presidencia espa?ola de la Uni¨®n Europea. La sorpresa diplom¨¢tica de la gira la dio Fidel Castro al deshacerse en elogios hacia Aznar durante la cita brasile?a.
Sus palabras reflejan la importancia que concede el presidente cubano a la pr¨®xima Cumbre Iberoamericana de La Habana, que por primera vez puede reunir a la pr¨¢ctica totalidad de los jefes de Estado y de Gobierno de Am¨¦rica Latina.
Aznar, cuyas diferencias ideol¨®gicas con Castro son evidentes, ya ha anunciado que Espa?a, por pol¨ªtica de Estado, no regatear¨¢ esfuerzos para que la cumbre sea un ¨¦xito. Tan s¨®lo pide que Castro colabore a "crear el mejor ambiente" posible, en el convencimiento de que la reuni¨®n de La Habana no gusta a todo el mundo.
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