Pintadas
Un grupo de enemigos de la fiesta arm¨® bronca hace unos d¨ªas en Madrid. A la fiesta de los toros nos referimos. Sal¨ªan los espectadores de la plaza de Las Ventas sin meterse con nadie y se encontraron esper¨¢ndoles unas decenas de j¨®venes -otras fuentes ajustan varios cientos- que les llamaban asesinos. Antes hab¨ªan embadurnado las paredes del coso con pintadas, que el lenguaje propio de la modernidad manda llamar graffitis. La mayor¨ªa de los espectadores tom¨® las de Villadiego, marc¨¢ndose una de disimulo; unos pocos entraron en discusi¨®n con unas eruditas referencias al C¨²chares, a la casta Vistahermosa y al arte secular que resultaban surrealistas, y hubo quien quiso darle una mano de tortas al desconocido que le insultaba sin raz¨®n que lo justificara.
Uno de los representantes del grupo animalista denunci¨® despu¨¦s por radio lo que calificaba como brutalidad de quienes se enfurecieron porque les llamaban asesinos. La argumentaci¨®n era irrefutable: pues ellos consideran asesinato lidiar un toro, los aficionados a la fiesta son unos asesinos. Y lo corroboraba su violenta actitud al o¨ªr una verdad tan palmaria.
Las mismas motivaciones aduc¨ªa para justificar las pintadas. Pintar en las paredes de la plaza de Las Ventas "Tortura no es cultura" o "Toreros asesinos" no es sino dejar constancia de un juicio incontrovertible sobre la sangrienta fiesta.
Claro que no se quedaron ah¨ª, y ya que estaban metidos en faena se entretuvieron en romper el monumento al legendario y llorado maestro Antonio Bienvenida, que no se hab¨ªa metido con nadie. Por asesino, naturalmente.
Como estamos en democracia estas cosas hay que aguantarlas, es evidente. Muchos tienen confundido el pa¨ªs democr¨¢tico con la casa de t¨®came Roque, o con el puerto de Arrebatacapas, o con el patio de Monipodio, o con el templo votivo de la Bernarda.
Meses atr¨¢s acudi¨® tambi¨¦n a la radio un cultivador del graffiti -¨¦ste era de Barcelona- y reivindicaba la libertad de expresi¨®n y la primac¨ªa de la creaci¨®n cultural y art¨ªstica para pintar la pared que estimara conveniente. Le pregunt¨® el locutor: "?Y si esa pared es de un edificio hist¨®rico o de especial significaci¨®n arquitect¨®nica?". A lo que respondi¨® el graffitero: "Nosotros pintamos la pared que nos inspira porque nuestro movimiento cultural es m¨¢s importante que los edificios".
Cultura es la palabra clave. Todo cuanto apetezca -desde componer una sinfon¨ªa hasta asaltar un piso desocupado- se considera cultura. Caso paradigm¨¢tico es el de los graffiti, que se convirtieron en cultura a base de cre¨¦rselo. Viene de la primac¨ªa de los grupos rap, de las tribus urbanas neoyorquinas, que inspiraron argumentos literarios y cinematogr¨¢ficos, algunos de excelente calidad.
La pintada era una mala costumbre que imperaba en los barrios s¨®rdidos de Nueva York, pero las novelas y las pel¨ªculas le dieron categor¨ªa. Los j¨®venes del resto del mundo -no precisamente los pobres; sobre todo los ricos- la tomaron por moda y se dieron a la imitaci¨®n, mientras ese suced¨¢neo de intelectualidad que usurpa la autoridad de los intelectuales aut¨¦nticos se encarg¨® de difundir que eso era cultura. Los a?os sesenta fueron la d¨¦cada prodigiosa que conoci¨® el esplendor de la cultura graffiti. La pel¨ªcula American graffiti, de George Lucas, relat¨® con nost¨¢lgicas secuencias los tiempos graffiteros. ?bamos por Londres durante aquellos a?os sesenta y nos sorprendi¨® la cantidad de pintadas que dec¨ªan, naturalmente en ingl¨¦s: "Eric Clampton es Dios". Mi compa?ero a?adi¨® en castellano: "Y Mahoma su profeta"; s¨®lo para dar qu¨¦ pensar.
Si el graffiti es cultura, el graffiti corregido y aumentado es la cumbre de la cultura. Por ejemplo: "Tonto el que lo lea", cuando se le a?ade: "Tu padre". En una de las pintadas de Las Ventas, donde dec¨ªa "Los toreros son unos asesinos" alguien a?adi¨®: "Y t¨² un gilipollas". La quintaesencia del graffiti corregido, sin embargo, la vi en Sevilla. En la blanca pared de un chal¨¦ hab¨ªan pintado: "Viva Cristo Rey". Pas¨¦ al d¨ªa siguiente y ya pon¨ªa: "Viva /?ngel/ Cristo y /B¨¢rbara/ Rey".
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