Los maestros y Pezzi

el profesorado andaluz est¨¢ llevando a cabo distintas movilizaciones en protesta por la reconversi¨®n encubierta que se ha realizado desde la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y Ciencia. ?Pero, qu¨¦ ha pasado? Pues que de buenas a primeras en uno de los despachos se han encontrado un modelo te¨®rico de plantillas y han pensando que estaba muy bien hecho para terminar de implantar la LOGSE. A partir de ahora, en todos los colegios andaluces vamos a contar con m¨¢s especialistas de la cuenta, claro que esto va a obligar a que algunos maestros de primaria, para conservar su puesto de trabajo, o bien hagan una especialidad o se hacen del equipo directivo, que parece que van a ser Los Intocables. Creo, y gran parte del profesorado tambi¨¦n, que las personas que han elaborado esas plantillas no tienen ni idea de c¨®mo funcionan las escuelas. ?Qu¨¦ tutor¨ªas van a coger los especialistas? ?Imagin¨¢is que en un aula desde primero a sexto van a estar entrando y saliendo maestras y maestros en cada hora? ?C¨®mo van a cubrirse las ausencias del profesorado?, ?es que acaso la Administraci¨®n va a mandar un sustituto en cuanto se produzca una baja? ?Qu¨¦ pasa con los apoyos did¨¢cticos? ?Qui¨¦n va a ayudar al alumnado que necesita una atenci¨®n m¨¢s individualizada en algunas materias si vamos a ir corriendo de una clase a otra? No podemos consentir que se ahorre s¨®lo en profesorado. Si queremos que la escuela p¨²blica vaya a mejor, hag¨¢moslo, pero no cambiando dos por uno, sino creando las plazas de especialistas que las escuelas necesiten. El profesorado est¨¢ un poco harto de que no se cuente con nosotros para nada, que nadie nos pregunte qu¨¦ es lo mejor para la escuela, y esperamos ser capaz de demostrarlo y si este proceso de desplazamientos no se paraliza, habr¨¢ un oto?o calentito en la Ense?anza.-

Expondr¨¦ parte de la realidad que vivimos con el nuevo modelo educativo en los institutos de Secundaria: - La obligatoriedad de la ense?anza hasta los 16 a?os ha introducido en las aulas un grave problema que obstaculiza el desarrollo normal de una clase. Se trata de la presencia de un n¨²mero de alumnos, cada vez mayor, inmersos en un profundo desinter¨¦s por aprender. Estos alumnos, y los que acaban siendo v¨ªctimas de su influencia, no pueden alcanzar unos m¨ªnimos conocimientos. La Administraci¨®n los oculta pas¨¢ndolos una y otra vez de curso aunque no hayan aprobado ninguna asignatura. La Administraci¨®n vende a la sociedad una ense?anza personalizada. Perm¨ªtanme algunos c¨¢lculos: supongamos que atendamos a cada uno de nuestros alumnos unos 10 minutos semanales. No es mucho para todo lo que nos pide la Administraci¨®n: analizar sus dificultades, impartir unos niveles distintos para cada uno, seg¨²n su preparaci¨®n anterior y su capacidad, y evaluarlo con todo detalle. Como los profesores de Secundaria tenemos una media de unos 150 alumnos (algunos llegan hasta 300 seg¨²n las asignaturas), ya nos saldr¨ªan unas 25 horas de trabajo semanal, sum¨¦mosle las 18 horas de clase, y otras, digamos s¨®lo siete horas semanales de atenci¨®n a padres, preparaci¨®n de clases, tr¨¢mites administrativos, guardias, etc¨¦tera. Trabajar¨ªamos 50 horas semanales. Dig¨¢moslo de otra manera, con una jornada laboral de 35 horas semanales, podr¨ªamos disponer de tan s¨®lo de cuatro minutos por alumno a la semana. Antes educaban los padres, ahora todos tratan de dejarnos la educaci¨®n a nosotros, aunque sin darnos la autoridad suficiente. Reflexionemos: tenemos 30 alumnos para educar en cada tutor¨ªa, y s¨®lo los vemos entre tres y cuatro horas semanales, nueve meses de un a?o, ?qui¨¦n puede educarles mejor: nosotros o sus padres que los tienen de uno en uno m¨¢s horas, d¨ªas, meses y a?os que nosotros? Pero, adem¨¢s, si lo intentas los propios padres pueden desautorizarte cuestionando tu idoneidad y profesionalidad. - Despu¨¦s llega el Bachillerato. En dos a?os hay que hacer el milagro de alcanzar el nivel que exige la Universidad y al que no quiere renunciar, los temarios de Selectividad siguen siendo los de COU cuando dispon¨ªamos de alumnos seleccionados durante cuatro a?os. Ahora hay que conseguir lo mismo en dos a?os, con menos horas a la semana de clase en la mayor¨ªa de las asignaturas y con una preparaci¨®n anterior claramente inferior. Existen otros sistemas educativos alternativos, pero ¨¦ste era m¨¢s barato. Por ejemplo, se puede tener una estructura m¨¢s com¨²n hasta los 14 a?os, para ofrecer despu¨¦s distintas v¨ªas aunque obligatorias hasta los 16 a?os: o bien una Formaci¨®n Profesional con expectativas de trabajar a partir de los 16, o bien dos a?os de una aut¨¦ntica educaci¨®n secundaria de preparaci¨®n al Bachillerato. Todos esperamos, por el bien de nuestra juventud, una pronta contrareforma, y ojal¨¢ que los docentes empecemos a demandarla p¨²blicamente.-