Cursillos para ser Manolete
Cuando el visitante comprueba por s¨ª mismo que un capote ligero, de aprendizaje, pesa entre cinco y siete kilos, se pregunta c¨®mo es posible que los matadores hagan volar ese pesado manto sobre las astas del toro con tal soltura. Cuando intenta poner las banderillas a un toro mec¨¢nico que se lanza contra ¨¦l, comienza a considerar que ciertas pitadas a los banderilleros son muy injustas. Cuando siente, subido en el caballo, la fuerza del morlaco bajo el costillar de la cabalgadura, calibra la dificultad de la suerte de varas. Desde el mediod¨ªa de ayer, cientos de personas en Pamplona son m¨¢s conscientes de las tremendas dificultades que conllevan las suertes del toreo porque han podido experimentarlas en vivo. Todas ellas han pasado por el Zoco Taurino, una exposici¨®n-escuela instalada en la Plaza de San Francisco, que llega a Pamplona tras haber obtenido un gran ¨¦xito en Sevilla y Madrid de la mano de una empresa de pachar¨¢n. La carpa tiene m¨¢s de 300 metros cuadrados de superficie. Tras un ¨¢rea audiovisual de introducci¨®n a la tauromaquia y una amplia exposici¨®n de elementos taurinos, llega lo bueno. De la mano de la Fundaci¨®n Escuela Taurina de Navarra, presidida por el ex matador Manolo Reyes, los alumnos acogen al visitante y van ense?¨¢ndole los rudimentos de la lidia alrededor de la zona central, concebida como un ruedo cerrado por gradas donde el p¨²blico puede presenciar la ejecuci¨®n simulada de las suertes y las peripecias del aprendizaje. "Lo que aqu¨ª se ense?a a realizar en unos minutos", indica Reyes, "cuesta en realidad aprenderlo entre un a?o y a?o medio, y son s¨®lo los principios. Despu¨¦s, un torero est¨¢ aprendiendo toda la vida". Casi todos los que cogen el capote, se suben al caballo de picador o intentan banderillear al toro simulado cambian sus esquemas preconcebidos sobre lo que habitualmente ven en el coso. "Qu¨¦ f¨¢cil es pitar desde la grada y qu¨¦ endiabladamente dif¨ªcil poner en su sitio una simple banderilla", asegura uno de los primeros aprendices del Zoco. Basta ejecutar un pase con la mano derecha y el estoque simulado y hacerlo despu¨¦s con la izquierda, el natural, para comprobar por qu¨¦ es esa mano la que "hace ganar el dinero" a las j¨®venes promesas. La diferencia estriba en los cent¨ªmetros que separan al hombre de las astas en cada caso. En una ciudad tan poco taurina en general como Pamplona, donde el s¨ªmbolo del valor consiste simplemente en correr el encierro tan cerca de las astas como se pueda, descubrir el enfrentamiento directo con ese mismo animal en un ruedo supone toda una experiencia. La Escuela Taurina de Navarra, nacida en 1984, ha dado ya numerosos banderilleros profesionales, mozos de espada y tres matadores. El ¨²ltimo de ellos, Francisco Marco, Marquitos, tiene previsto tomar su alternativa el 26 de julio. Seis alumnos escenificar¨¢n hasta el pr¨®ximo domingo las suertes de la lidia y ayudar¨¢n a quienes se animen a experimentar la dificultad del toreo. Y eso que enfrente tendr¨¢n s¨®lo unos cuernos guiados por una mano humana.
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