Andaluc¨ªa es algo m¨¢s que Sevilla
Actualmente, se puede percibir en Andaluc¨ªa un cutre y pat¨¦tico ambiente nacionalista y centralista, objetivado en muchos medios de comunicaci¨®n empecinados en afianzar ese sentimiento en base al cl¨¢sico estereotipo andaluz, que nos describe como personas graciosas, simp¨¢ticas, abiertas, folcl¨®ricas, religiosas, poco cultas, por supuesto muy vagas, pero, eso s¨ª, "con mucho arte". Esto lo podemos observar en penosos y desafortunados programas televisados como: N¨²meros rojos, Mira qu¨¦ bueno, F¨²tbol y famosos, Gente con chispa, De tarde en tarde (el de Irma Soriano), Cuarto creciente, etc¨¦tera. Con este tipo de programas se est¨¢ ofreciendo una bochornosa imagen de Andaluc¨ªa. Por este centralismo he llegado a confundir la televisi¨®n andaluza con la televisi¨®n local de Sevilla. En otro orden de cosas, existe una inmensa e insultante diferencia entre las provincias andaluzas en relaci¨®n con diferentes prestaciones sociales. Ejemplo: en Sevilla est¨¢n casi m¨¢s de la mitad de todas las pistas de atletismo que hay en Andaluc¨ªa. Adem¨¢s, algunas instalaciones deportivas p¨²blicas, como las de La Cartuja, se han convertido en verdaderos cortijos privados de ciertos entrenadores. Es imposible acceder a ellas, ni siquiera pagando, si no est¨¢s incluido en una oculta lista privada. Por ¨²ltimo, quisiera comentar el tema del Estadio Ol¨ªmpico de Sevilla: es insultante para muchos deportistas andaluces que se est¨¦ realizando, con fondos p¨²blicos y en tiempo r¨¦cord, un fastuoso estadio a cinco metros (medidos) de una impresionante instalaci¨®n como es la de La Cartuja. Intento descubrir la verdadera utilidad futura de esta instalaci¨®n y encuentro que es simplemente un basti¨®n m¨¢s para el narcisismo sevillano. No quiero ni pensar en el n¨²mero de instalaciones de deporte para todos, para pueblos deprimidos, que se podr¨ªan hacer con los casi 20.000 millones de pesetas que vale construir este estadio. Ya est¨¢ bien de castigarnos con El Roc¨ªo, la Feria y Semana Santa de Sevilla, el Betis, toreros, carnaval, folcl¨®ricas y dem¨¢s compa?¨ªa, somos algo m¨¢s.- .
?Alumnos o clientes?
?Han pasado por un centro comercial un d¨ªa infrecuente a una hora intempestiva, digamos un lunes a las dos de la tarde? Habr¨¢n comprobado el escaso n¨²mero de clientes. A la hora de pagar habr¨¢n descubierto que s¨®lo dos o tres cajeras est¨¢n en su sitio. Puede que acaben formando parte de una cola desesperante de cinco o seis personas, que se las hab¨ªan prometido tan felices como usted, para terminar sufriendo las mismas aglomeraciones que cualquier s¨¢bado por la tarde. Y todo ello por la racionalidad econ¨®mica que manda en estos lugares. Lo que alienta a estas empresas es la maximaci¨®n del beneficio econ¨®mico, quedando todo lo dem¨¢s en un segundo lugar. Trat¨¢ndose de una empresa comercial, no ser¨ªa ¨¦sta una actuaci¨®n demasiado descabellada, pero ?qu¨¦ pensar de una Administraci¨®n p¨²blica (la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, por ejemplo) que actuase siguiendo estas mismas pautas? De un tiempo a esta parte se est¨¢ desplazando a profesores de algunos institutos porque el n¨²mero de alumnos matriculados ha disminuido. ?sta es la l¨®gica, propia de empresas capitalistas, que sigue la Consejer¨ªa: a menos alumnos/clientes, menos profesores/cajeras. Aqu¨ª no se tiene en cuenta que la prioridad debe ser unos ciertos niveles de calidad en la ense?anza, que pasa por una mayor atenci¨®n del profesor hacia el alumno. Se niega la posibilidad de que los primeros beneficiados de esta situaci¨®n sean los alumnos y, en segundo lugar, los profesores que mantienen una plaza por la que han opositado y concursado. No parece ser ¨¦sta la m¨¢xima preocupaci¨®n de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n. Se trata a los centros de ense?anza como a lugares donde se trabaja con latas de conserva en vez de con personas que se est¨¢n formando como ciudadanos responsables.- Manuel Molina Navarro y 52 firmas m¨¢s. El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz).
El IES Trafalgar
El claustro de profesores del IES Trafalgar de Barbate desea mostrar su preocupaci¨®n ante las circunstancias a las que tendremos que enfrentarnos el pr¨®ximo curso: Desaparici¨®n de la Secci¨®n del IES, pese a que el n¨²mero de grupos aumenta de ocho a 13. Este a?o hemos contado con un departamento de orientaci¨®n, y el pr¨®ximo curso recibiremos por primera vez a alumnos discapacitados Este departamento deber¨¢ atender, adem¨¢s de a un mayor n¨²mero de alumnos del IES Trafalgar, a los alumnos de la secci¨®n en el CP Vicente Aleixandre. El excesivo n¨²mero de alumnos nos oblig¨® a realizar un sorteo al inicio del curso pasado, que deber¨¢ repetirse este a?o. Pese a ser el procedimiento m¨¢s justo para distribuir al alumnado, ha generado y generar¨¢ sin duda un enorme descontento entre los padres. Tenemos un centro masificado, con tres turnos, sin los cargos directivos necesarios para asumir su correcta organizaci¨®n, y un profesorado descontento y cansado de hacer frente a las dificultades sin ayuda de la Administraci¨®n.- Mariano Silva S¨¢nchez y 40 firmas del claustro de profesores del IES
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
