La polic¨ªa expulsa del poblado de Malmea a las 100 familias rumanas
Las 100 familias gitanas rumanas (unas 500 personas) que malviv¨ªan desde hace un a?o junto a una escombrera del barrio de Malmea (Fuencarral), tuvieron que abandonar ayer el campamento. A las 7.00, el Ayuntamiento de Madrid y la Delegaci¨®n del Gobierno enviaron a numerosos polic¨ªas al poblado, "s¨®lo para efectuar tareas de limpieza y retirada de veh¨ªculos abandonados y que incumpl¨ªan la normativa". Seg¨²n esta explicaci¨®n oficial, las familias abandonaron el lugar "voluntariamente", versi¨®n rebatida por los propios afectados y por los voluntarios que les apoyaban desde hace meses. "Se han ido porque les han obligado a hacerlo; es verdad que la polic¨ªa no les ha echado a palos, pero desde hace meses les insist¨ªan en que se ten¨ªan que marchar", aseguraron los voluntarios.
Los inmigrantes explicaron que los agentes les conminaron a irse de forma voluntaria porque, de lo contrario, les repatriar¨ªan a Rumania, dado que carecen de permiso de trabajo y residencia en Espa?a (aunque s¨®lo 65 tienen iniciados, que no resueltos, expedientes de expulsi¨®n). Uno de los responsables policiales de la operaci¨®n corrobor¨® esta versi¨®n. Ante la disyuntiva, las familias optaron por el mal menor: abandonar el lugar. Prefirieron no tentar a la suerte, aunque, seg¨²n reconoce la propia polic¨ªa, la expulsi¨®n de familias enteras con ni?os es muy complicada.
Ese mismo responsable policial, que no quiso que se citara su nombre, asegur¨® que se ha dado noticia de la operaci¨®n a las brigadas de extranjer¨ªa de otras provincias para que est¨¦n al tanto de si se establecen en su terrirorio estos inmigrantes.
Por la tarde, en el poblado s¨®lo quedaba una familia pendiente de que les repatrien porque quieren volver a su pa¨ªs por un fallecimiento. El resto se marcharon, unas en coches, escoltadas por agentes municipales de Madrid, Tres Cantos, Colmenar Viejo y Soto del Real, cada uno hasta el linde de su t¨¦rmino municipal, y otras a pie llevando a cuestas sus pertenencias.
"Les han dicho que se diseminen en peque?os grupos y no sabemos ad¨®nde han ido, quiz¨¢s a Valencia o Vitoria, donde hay otros campamentos similares de rumanos", explicaban los voluntarios.
Por la tarde, siete parejas con media docena de ni?os fueron expulsadas del parque del barrio de Bego?a donde permanec¨ªan al fresco. Les indicaron que hab¨ªan recibido ¨®rdenes de no dejarles estar all¨ª porque recib¨ªan inmumerables quejas de los vecinos de la zona por la suciedad que provocaban.
El delegado del Gobierno, Pedro N¨²?ez Morgades, asegura que estas familias sab¨ªan que se ten¨ªan que marchar. "Se lo expusimos y nos pidieron que esper¨¢semos a que los ni?os acabaran el curso escolar y as¨ª lo hemos hecho porque las clases finalizaron la semana pasada", asegura.
"Este campamento no pod¨ªa seguir, era un lugar insalubre y un foco creciente de tensi¨®n con el vecindario, que se quejaba del comportamiento de estas familias", a?ade N¨²?ez Morgades.
El Defensor del Menor e IU creen que la expulsi¨®n de los rumanos s¨®lo traslada el problema de lugar
El Defensor del Menor, Javier Urra, corrobora que a las familias rumanas de Malmea ya se les hab¨ªa informado de que tendr¨ªan que irse. "Otra cosa es que ellos lo tuvieran asumido, cosa que dudo", a?ade. "En realidad, lo que hemos hecho es trasladar el problema de lugar; ahora ir¨¢n a otra comunidad o pa¨ªs", matiza Urra. La diputada de IU Caridad Garc¨ªa comparte esa opini¨®n. "El problema no desaparece al hacer que los inmigrantes se trasladen a otro municipio, pr¨¢ctica muy habitual del alcalde ?lvarez del Manzano, hay que impulsar medidas sociales", afirma. N¨²?ez Morgades reconoce que las instituciones carecen de mecanismos para resolver situaciones como las de Malmea. "No debemos permitir que se vuelva a crear otro gueto de estas dimensiones, porque al final resulta ingobernable", a?ade. Antes de las elecciones, la anterior concejal de Servicios Sociales, Elena Utrilla, plante¨® crear peque?os campamentos con los servicios b¨¢sicos m¨ªnimos, como los que existen en otros pa¨ªses europeos, para acoger de forma temporal a estos grupos con cierto car¨¢cter n¨®mada. Pero el asunto no se ha vuelto a abordar. El delegado del Gobierno asegura que, seg¨²n los informes de la comisar¨ªa de Fuencarral, estaba comenzando a haber hurtos y peleas en los alrededores del poblado. Los polic¨ªas de proximidad de la zona apostillan que d¨ªa a d¨ªa recib¨ªan numerosas quejas de residentes del barrio de Bego?a por la presencia de los rumanos. Estos vecinos hab¨ªan reunido 2.500 firmas pidiendo el desmentalemiento del n¨²cleo. La semana pasada finaliz¨® el curso escolar de los ni?os y una de las ONG que trabajaron con ellos propuso a las instituciones desarrollar un campamento de verano. La falta de respuesta sembr¨® las sospechas de expulsi¨®n. "Nos cost¨® mucho que las instituciones se preocuparan del barrio y ahora todo el esfuerzo se ha quedado en nada", explicaba Teresa ?lvarez, una de las voluntarias. "Lo m¨¢s indignante es que digan que no les han expulsado. ?Entonces, para que han tra¨ªdo hasta polic¨ªas a caballo?", se pregunta. Las instituciones comenzaron a tomar medidas de apoyo social en Malmea cuando, en marzo, Unicef (la agencia de Naciones Unidas para la infancia) alert¨® sobre las p¨¦simas condiciones de vida de los chavales del n¨²cleo. Malviv¨ªan en furgonetas y tiendas de campa?a, rodeados de escombros, y muchos padec¨ªan sarna y piojos. El 9 de marzo, un ni?o muri¨® quemado al incendiarse la tienda donde dorm¨ªa con una vela encendida y una estufa de gas. Este accidente aceler¨® la toma de medidas. Los ni?os fueron escolarizados en el colegio Miguel Hern¨¢ndez, de Latina, donde adem¨¢s de aprender pod¨ªan ducharse y comer, y se instalaron duchas y letrinas en el campamento. Ayer, un agente charlaba amistosamente con una ni?a y le animaba a seguir el curso en septiembre. Pero la chiquilla no sab¨ªa si tendr¨¢ de nuevo una escuela.
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