Los expertos destacan que el patrimonio rescatado genera puestos de trabajo

Historiadores, arquitectos y restauradores de Espa?a y otros pa¨ªses se han reunido esta semana en un encuentro organizado por la Asociaci¨®n Cultural Plaza Porticada sobre la din¨¢mica del patrimonio y la sociedad civil. Lo patrocinan el Consejo de Europa y la Unesco, entre otras instituciones. Una de las conclusiones es la necesidad de superar el antagonismo Estado-sociedad civil, ya que, seg¨²n afirm¨® Jos¨¦ Vidal Beneyto, el patrimonio genera trabajo.

Vidal Beneyto, consejero de la Unesco y secretario general de la Agencia Europea para la Cultura, cree que se debe establecer una relaci¨®n entre Estado y sociedad en todos los ¨¢mbitos, y sobre todo en el relativo al patrimonio. Seg¨²n Vidal, quien pronunci¨® la conferencia-marco, el patrimonio ha pasado de ser un objeto a restaurar a convertirse en algo que es preciso conservar utiliz¨¢ndolo. Es ¨¦sta una idea muy arraigada hoy, universalmente admitida: el patrimonio genera puestos de trabajo y constituye un factor de dinamizaci¨®n social.

El foro abierto en Santander, que tuvo como escenario el paraninfo de la Universidad de Cantabria, resume las diversas experiencias acumuladas en las ¨²ltimas d¨¦cadas en Portugal, Camer¨²n, Francia, T¨²nez y Espa?a, entre otros pa¨ªses. Plena de inter¨¦s result¨® la intervenci¨®n de Julio Gav¨ªn, presidente de la Asociaci¨®n Amigos del Serrablo, sobre el rescate de 18 viejas iglesias de estilo moz¨¢rabe en la comarca de Sabi?¨¢nigo, hasta hace pocos a?os casi desconocidas por hallarse en lugares afectados por una gran despoblaci¨®n rural. Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez, Peridis, expuso los logros de las escuelas taller creadas por ¨¦l en tierras palentinas.

El estado actual del patrimonio, en opini¨®n de Vidal, no es tan dram¨¢tico como hace 50 a?os; sin embargo, teniendo en cuenta su riqueza y la extensi¨®n del concepto que hoy desborda el ¨¢mbito de la alta cultura para extenderse por territorios populares, afectando a la cultura industrial y al propio folclor, es preciso hacer todav¨ªa un esfuerzo.

El ejemplo es el Reino Unido, donde casi un centenar de organismos mixtos, p¨²blicos y privados, se ocupa de recuperar y utilizar el patrimonio. En Espa?a no basta con que las grandes fundaciones act¨²en meritoriamente en estos espacios; es el Estado el que est¨¢ obligado a acoger con generosidad las iniciativas surgidas desde la sociedad civil.