Un cumplea?os sin fiesta

Triste. As¨ª ser¨¢ el aniversario de la Declaraci¨®n de Barcelona, que justo hoy cumple un a?o. La proximidad de las elecciones ha convertido la aguerrida proclama nacionalista -suscrita por CiU, el PNV y el BNG- en un papel inc¨®modo. Sobre todo para CiU. Ahora la coalici¨®n nacionalista sabe que hay que prodigarse en mimos a un electorado cercano al del Partido Popular: el del voto que arrastraba la antigua UCD. "Hay que enterrar las fotos de la declaraci¨®n", han sugerido voces de la ejecutiva de Converg¨¨ncia, y todo el mundo en la coalici¨®n reconoce que no hay que jugar con salvas de este calibre en v¨ªsperas electorales, habida cuenta, adem¨¢s, de que el contrincante que se sit¨²a enfrente es Pasqual Maragall . Quiz¨¢ por eso es dif¨ªcil recabar opiniones entusiastas entre los otrora entusiastas impulsores de esta reedici¨®n de Galeuzca: Galicia, Euskadi y Catalu?a. La Declaraci¨®n de Barcelona es un texto moderado, dentro del estricto constitucionalismo, pero con un documento de trabajo en la trastienda en el que se habla de f¨®rmulas confederales para Espa?a. Eso hizo que desde el nacionalismo espa?ol se quisiera levantar un frente constitucionalista que incluyera al PP y el PSOE. Los temores del PP y el PSOE crecieron cuando, en plena reuni¨®n de Bilbao -el 16 de septiembre del a?o pasado- entre los nacionalistas vascos, catalanes y gallegos, se anunci¨® la tregua de ETA. Entonces desde CDC se alzaron voces partidarias de alcanzar las cotas de autogobierno que pudieran lograr los vascos en sus negociaciones con el Gobierno central. Por vez primera parec¨ªa que el nacionalismo de CiU se colocara a rebufo del vasco. Ahora, al echar cuentas, se ve el contenido del vaso sin la espuma. Pere Esteve, secretario general de CDC y firmante del texto, asegura que la Declaraci¨®n de Barcelona no ha muerto. "No est¨¢ enterrada, ha formado parte de mi programa electoral europeo", manifiesta el tambi¨¦n eurodiputado de CiU. El firmante de la Declaraci¨®n de Barcelona en nombre de Uni¨®, Dom¨¨nec Sesmilo, destaca los elementos positivos del texto: "Despert¨® el debate sobre la plurinacionalidad de Espa?a, aunque sus resultados pr¨¢cticos no son excepcionales; se intent¨® hacer muchas cosas y lo ¨®ptimo es siempre enemigo de lo bueno". "La lecci¨®n es que debemos ser m¨¢s realistas y asumir los planteamientos m¨¢s pragm¨¢ticos", subraya el dirigente de UDC. "Para nosotros, hasta despu¨¦s de las elecciones generales del a?o pr¨®ximo todo esto debe quedar en stand by y despu¨¦s se ver¨¢n las posibilidades de colaborar sin crear falsas expectativas, porque los que hemos sacado menos fruto del proyecto hemos sido nosotros, CiU", a?ade Sesmilo. Y adem¨¢s de dar escasos frutos, la Declaraci¨®n de Barcelona suscit¨® no pocos malentendidos y tensiones entre la direcci¨®n de CDC y el grupo parlamentario catal¨¢n en Madrid, seg¨²n fuentes parlamentarias. Desde la c¨²pula de Converg¨¨ncia se quiso tomar el control del Grupo Catal¨¢n en sus negociaciones con el PNV. El apoyo que Converg¨¨ncia i Uni¨® ha dado al Gobierno del Partido Popular choc¨® con las peticiones de la direcci¨®n de CDC de ir a posiciones frentistas con el PNV, hijas de la Declaraci¨®n de Barcelona. Los nacionalistas vascos lo intentaron, por ejemplo en los presupuestos generales del Estado de 1999. Pero el compromiso de CiU con el Ejecutivo de Aznar, el llamado Pacto del Majestic pes¨® m¨¢s que la Declaraci¨®n de Barcelona.