Barak en movimiento
EHUD BARAK se ha puesto en movimiento. Pero el proceso de paz con los palestinos, congelado por su predecesor, Netanyahu, no se va a reanudar simplemente donde se hab¨ªa parado. El nuevo primer ministro israel¨ª parece tener ideas propias que poco a poco va haciendo expl¨ªcitas. En su primera visita como jefe de Gobierno a EE UU ya ha dejado entrever dos de ellas: desea aplicar los acuerdos alcanzados en la plantaci¨®n Wye el a?o pasado por Netanyahu y Arafat en paralelo a una negociaci¨®n sobre el estatuto final de Palestina, lo que habr¨¢ sorprendido a sus interlocutores en Washington, que mu?eron aquel intercambio de territorios por seguridad, y a la vez quiere negociar con Siria y L¨ªbano.Barak ha reservado sus mejores credenciales para presentarse en Washington. Era un desconocido para la Administraci¨®n de Clinton, que, harta del inmovilismo de Netanyahu, le ha recibido con los brazos abiertos, ansiosa de conocer de primera mano cu¨¢les son esas ideas propias del l¨ªder laborista. No cabe olvidar que, en su d¨ªa, Barak fue muy cr¨ªtico con los acuerdos de Oslo, no por su fin ¨²ltimo, sino por su metodolog¨ªa de avanzar en fases. Por ello no resulta sorprendente que Barak quiera negociar ahora el estatuto final de Palestina -superado ya el plazo previsto del pasado 4 de mayo-, aunque este camino vaya a estar plagado de dificultades y posibles sorpresas, pues no ha revelado a¨²n qu¨¦ idea tiene al respecto, especialmente en lo que se refiere a Jerusal¨¦n. Pero al menos quiere mirar de frente hacia un horzizonte que incluye lo que ha calificado como un "doloroso compromiso" sobre la prevista devoluci¨®n a Siria de los Altos del Gol¨¢n, ocupados por Israel desde la guerra de 1967.
Barak ha generado una nueva esperanza en toda la regi¨®n, que no puede defraudar sin grave peligro. El presidente del Gobierno espa?ol podr¨¢ vivirla directamente a partir de ma?ana con ocasi¨®n de su viaje a Siria, Jordania, L¨ªbano e Israel. Aznar apost¨® equivocadamente por un Netanyahu que lleg¨® incluso a convencerle sobre la conveniencia de convocar una nueva Conferencia de Madrid que hubiera dado al traste con el proceso de Oslo. Tiene una buena ocasi¨®n de rectificar cuando el viento est¨¢ cambiando. La secretaria de Estado de EE UU, Madeleine Albright, viajar¨¢ en agosto a la zona, y el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, anunci¨® ayer una nueva reuni¨®n con Barak antes de que acabe julio. Hay la sensaci¨®n de que el proceso de paz tiene una oportunidad. Y tal vez s¨®lo una. Como ha se?alado el propio Barak, "ahora o nunca".
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