Perjudicados

VICENT FRANCH Ocurri¨® el mismo d¨ªa aunque los actores no se hubieran puesto de acuerdo con antelaci¨®n. Mientras el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana desestimaba el recurso contencioso-electoral presentado por el BNV-EV contra la aplicaci¨®n de la cl¨¢usula del 5% en las elecciones auton¨®micas valencianas y contra la distribuci¨®n de esca?os por circunscripciones, por considerarlas inconstitucionales, varios l¨ªderes pol¨ªticos de partidos estatales volv¨ªan a la carga sobre la pretendida lesividad de los sistemas electorales proporcionales vigentes en diferentes ¨¢mbitos (a veces m¨¢s aparentes que reales) a la luz de los episodios pol¨ªticos que se han desarrollado a prop¨®sito de los pactos auton¨®micos o municipales que han protagonizado, o est¨¢n a punto de protagonizar diferentes partidos a lo largo y ancho de la geograf¨ªa estatal. El TSJCV acuerda que el 5% es perfectamente constitucional aunque deje sin representaci¨®n a m¨¢s de 200.000 valencianos, y, en otros lugares, donde las restricciones del sistema llamado proporcional no han podido evitar la presencia de minor¨ªas decisivas en las corporaciones locales o en los parlamentos auton¨®micos, las cr¨ªticas apuntan de nuevo a la reforma del sistema electoral no para convertirlo en m¨¢s cercano a los principios de representaci¨®n popular y pluralismo sino para forzar la agregaci¨®n en grandes partidos (obviamente o preferentemente estatales) de las minor¨ªas que ahora entorpecen esa tendencia natural del PP o del PSOE a lamentar ¨¢cidamente que otros les obliguen a pactar para obtener las mayor¨ªas. Si es una cantinela permanente la de suspirar por otorgar directamente las alcald¨ªas a los primeros de la lista m¨¢s votada aunque su porcentaje est¨¦ muy distante de la mayor¨ªa absoluta de los votos, ahora, y de nuevo apelando a criterios de gobernabilidad, o de estabilidad, se postula abiertamente el endurecimiento de la ley electoral para impedir que las minor¨ªas accedan a los parlamentos aut¨®nomos (al Congreso de los Diputados lo tienen muy dif¨ªcil, y para el Senado, esa dificultad se multiplica) con evidente desprecio de los valores constitucionales de pluralismo e igualdad. En el caso valenciano, y para ese ¨¢mbito que es la representaci¨®n en las Cortes Valencianas, la colaboraci¨®n del Estatuto de Autonom¨ªa y de la Ley Electoral Valenciana con los intereses de quienes al amparo de posiciones en realidad estrictamente partidistas dicen defender la racionalidad y dimensi¨®n reducida del sistema de partidos coloca a los perjudicados en una dif¨ªcil situaci¨®n para admitir la bondad del sistema. Porque contrasta vivamente la ferocidad con que la ley impide la holgura democr¨¢tica o la formalidad restrictiva de sus int¨¦rpretes en los ¨¢mbitos judiciales, con la docilidad casi rayana en la inacci¨®n que acompa?a al conjunto de los damnificados por ese desprop¨®sito antidemocr¨¢tico. Nuestra condici¨®n de m¨¢s muelles anima y espolea a quienes querr¨ªan un sistema electoral mayoritario con destino en el bipartidismo perfecto, se?al¨¢ndoles que, en el fondo, a pesar de rechazar formal y verbalmente las restricciones democr¨¢ticas del modelo, sus v¨ªctimas directas parecen darlo por bueno y no disponen de vigor para alternativas nuevas a la burla. Deber¨ªa ser hora ya de despertar de ese sue?o fatal. Vicent.Franch@uv.es