Z¨¹lle se alegra de ser segundo
El suizo contento con su sino, portazo de Olano, estoicismo de Escart¨ªn y felicidad de Casero

Abraham Olano no cre¨ªa en nada por la ma?ana. Se hab¨ªa acostado desmoralizado y no se hab¨ªa levantado de mejor ¨¢nimo. M¨¢s o menos igual que los ¨²ltimos d¨ªas. Menos cre¨ªa por la tarde. Concluida su actuaci¨®n, una de las peores contrarrelojes de su carrera, aceler¨® la bicicleta hasta la campa en que estaba aparcado el autob¨²s del ONCE y a la carrera expandi¨® su pesimismo. "No ten¨ªa fuerzas", dijo. "No he recuperado muy bien estos d¨ªas. La monta?a se ha hecho muy dura. No pod¨ªa aspirar a m¨¢s". Y m¨¢s frases por el estilo.Dej¨® la bici al pie de veh¨ªculo y se subi¨®. La puerta se cerr¨®. Manolo Saiz, el director, tambi¨¦n estaba dentro. Y esta vez, al contrario que en Metz, Saiz, rompiendo con su h¨¢bito, s¨ª que le hab¨ªa llevado al corredor guipuzcoano por la ma?ana a inspeccionar el recorrido: la mitad en coche, la mitad en bicicleta. Vientos por aqu¨ª y curvas por all¨¢. Y casi todo, como en Castilla, rectas. "Una contrarreloj interminable", en definici¨®n de Eusebio Unzue, el director del Banesto. Motivos para deprimirse ten¨ªa Olano, que dej¨® en el archivo el plato de 55 dientes y se baj¨® al m¨¢s manejable 54, al terminar sexto en la etapa, lo que, parad¨®jicamente, le permiti¨® terminar en el mismo lugar en la general, apartando de su camino a un par de corredores despistados: hace un par de a?os, en Disneylandia, un perfecto rendimiento le permiti¨® batir a todos, incluido Ullrich, subir al cuarto puesto final y pensar en apostar fuerte para el a?o siguiente. Ayer su prestaci¨®n le hizo feliz a ?ngel Casero.
Olano no fue el primer espa?ol, honor a Escart¨ªn, ni siquiera el segundo, sino el tercero. Honor a Casero. El valenciano all¨ª estaba, tan fresco y relajado. Apoyado en la bicicleta y rodeado de gente. Tom¨¢s, el masajista, limpi¨¢ndole el sudor. Alegr¨ªa. Por primera vez el talludo del Vitalicio, de 26 a?os, termina contento el Tour. "Pero no ve¨¢is lo que he sufrido", dice el campe¨®n de Espa?a. "Me he encontrado muy bien, pero con much¨ªsimo, much¨ªsimo dolor de piernas. Claro que con ganas y moral lo he superado todo. Y con el viento, que me ha soplado de espaldas al final para forzar la m¨¢quina a tope". El gran motor. "No, ganar a Olano no me ha dado una alegr¨ªa especial, aunque sea la primera vez que lo hago en una gran vuelta", sigue, neg¨¢ndose a entrar por veredas morbosas, el ganador del Tour del Porvenir de 1994. "Lo que me dice este resultado es que sigo progresando, que a¨²n tengo 26 a?os, que no me he estancado y mejoro de a?o en a?o. Eso s¨ª que me da moral, no el ganar a Olano en s¨ª. S¨ª, ya s¨¦ que en la monta?a... Pero bueno, regularidad tengo hasta en la monta?a, aunque haya estado mejor en los Pirineos que en los Alpes, eso es porque siempre termino hacia arriba la tercera semana. Pero eso, en la monta?a tengo la regularidad de un tipo de 1,85 de altura y mucho peso". De repente, una avalancha humana arrolla a Casero, casi, y a la gente. Corriendo marcha atr¨¢s se echan encima periodistas con c¨¢maras al hombro y otros con micr¨®fonos en la mano. De frente, como empujando, despechugado y exhausto, Alex Z¨¹lle, el Poupou del 99.
Ocho veces subi¨® Poulidor, el gran Poupou hist¨®rico, al podio del Tour sin poder vestir ni un solo d¨ªa el maillot amarillo. Y corri¨® 14 Tours. Cinco veces ha quedado el suizo miope segundo en una etapa del Tour este a?o s¨®lo: en cuatro ocasiones tras Lance Armstrong (las tres contrarreloj y Sestriere) y una tras Escart¨ªn (Piau Engaly). Y una vez m¨¢s subir¨¢ al segundo escal¨®n hoy. Segundo final tras Armstrong. Como en el 95, segundo tras Indur¨¢in. "Esto es el Tour", dice sonriendo. "Uno delante y Z¨¹lle segundo". Siempre as¨ª, siempre as¨ª. "He recuperado los seis minutos del Gois a todos menos a uno. Y tampoco habr¨ªa ganado el Tour si no me hubiera quedado cortado ese d¨ªa, porque Armstrong ha demostrado que es el m¨¢s fuerte en todos los terrenos. Armstrong es una buena persona, s¨ª, pero yo quer¨ªa ganar esta etapa. Pero de todas formas estoy muy contento de ser segundo en Par¨ªs, porque Armstrong, muy, muy fuerte, y he superado a Escart¨ªn, muy, muy fuerte en la monta?a".
Ech¨¢varri, satisfecho
Y no muy lejos de su suizo jovial sonr¨ªe Ech¨¢varri, y recuerda: "Hace 16 a?os llegamos al Tour de novatos y un se?or llamado Arroyo termin¨® segundo. Fue un 24 de julio cuando lo celebramos en Par¨ªs, como hoy. Y ahora, segundos con Z¨¹lle y primeros en la general por equipos. Y para nosotros, para el Banesto, no es una cuesti¨®n tanto de importancia deportiva esta clasificaci¨®n como de imagen. Todo, por los chavales, con lo que han tenido que aguantar que se ha dicho de ellos..."De Fernando Escart¨ªn s¨®lo se ha hablado bien. Y que nadie diga lo contrario, por lo menos delante de Ana, su novia y dentro de poco esposa, que por all¨ª luc¨ªa su palmito, al lado de donde su enterrado bajo micr¨®fonos futuro, el aragon¨¦s inquebrantable, narraba su experiencia de pensar en podio. "Y oye, que a m¨ª no me gusta Terelu, que yo trabajo", sale la valenciana. "Pues Fernando dijo que no le hab¨ªa visto en los Pirineos porque sufre mucho vi¨¦ndole sufrir y que prefer¨ªa ver a Terelu", le recuerda un periodista. "Pues no. Claro que le vi. Si no le veo ese d¨ªa... La verdad es que no me gusta el ciclismo, pero mi Fernando..."
Y su Fernando cuenta sus casi 73 minutos de sufrimiento por las llanuras y los vientos de Poitiers, ¨¦l, de la raza de los escaladores pirenaicos, m¨¢s o menos as¨ª: "Sal¨ª pensando en aguantar las acometidas de Z¨¹lle y en conservar la segunda plaza, y termin¨¦ pensando en defenderme de Dufaux, el cuarto, que ven¨ªa a por la tercera".
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