Playa, ni?os y alcohol
El s¨¢bado d¨ªa 17, en las p¨¢ginas centrales del suplemento infantil MiPa¨ªs, con claro formato de p¨®ster, se public¨® una enorme fotograf¨ªa dedicada a El mayor espect¨¢culo del verano: el voley playa. La imagen se reproduce aqu¨ª, en peque?o, para que pueda tenerse una idea del asunto.Un peri¨®dico tiene algo de territorio minado, y donde menos se espera estalla la trampa que da de lleno en la sensibilidad de los lectores.
Ram¨®n Jaraba, por tel¨¦fono, y Llu¨ªs Rubio, a trav¨¦s del correo electr¨®nico, se han dirigido al Defensor para quejarse de que un suplemento infantil publique una imagen en la que deporte y alcohol se fundan de forma escasamante sutil.
El problema tiene varios ¨¢ngulos. Jaraba Delgado coment¨® que le parec¨ªa un ejemplo de publicidad disfrazada; Rubio Su¨¢rez escribe convencido de que se trata de un anuncio. Pues no es un anuncio, aunque el contenido de la imagen invite seriamente a la duda. Es una fotograf¨ªa que los responsables del suplemento eligieron para su publicaci¨®n.
Rubio Su¨¢rez afirma: "Poner dos p¨¢ginas a todo color en las que el alcohol queda como algo maravilloso, deportivo y asociado a dos cuerpazos es una verg¨¹enza".
El lector cita un "microestudio" que, al parecer, ha llevado a cabo a partir de esta fotograf¨ªa, y afirma que los ni?os asocian la imagen "con el producto indirectamente anunciado". Asegura: "De nueve ni?os menores de 10 a?os preguntados, s¨®lo uno no ten¨ªa ni idea. Los dem¨¢s, bebida, bebida de mayores, whisky, etc¨¦tera".
Ana Bermejo, responsable del suplemento MiPa¨ªs, ha explicado, a instancias del Defensor, que dedicaron las p¨¢ginas centrales del suplemento del pasado d¨ªa 17 a "un deporte que cuenta con el patrocinio exclusivo de JB" y que "el objetivo nunca fue hacer publicidad de una marca de bebidas alcoh¨®licas, sino el intento de difundir la pr¨¢ctica de un deporte accesible, veraniego y minoritario. Las siglas de JB", a?ade, "las unimos a nuestra publicaci¨®n por el hecho de ser esta firma la patrocinadora de los campeonatos de Espa?a de voley playa".
Bermejo concluye: "Esta imagen aparece en miles de vallas publicitarias y anuncios televisivos, y aparecer¨¢ de forma constante, durante los meses de junio a septiembre, periodo de duraci¨®n del campeonato, en todas las playas de Espa?a".
El Defensor no puede aceptar estos argumentos porque, indirectamente, se admite que se trata de im¨¢genes publicitarias y, por ello, su tratamiento period¨ªstico no debe confundirse jam¨¢s con una informaci¨®n. La marca de la bebida puede llenar de publicidad todos los rincones que le permitan, pero eso no justifica que el peri¨®dico tome una de esas im¨¢genes y la traslade a sus p¨¢ginas. El Defensor ha descubierto con estupor que se trata de una fotograf¨ªa comprada por el peri¨®dico. La mayor¨ªa de las im¨¢genes de este deporte que se tomen en Espa?a durante el verano contar¨¢n con la presencia de la marca que patrocina el campeonato. No se trata, por tanto, de evitar los elementos publicitarios porque para ello ser¨ªa necesario trucarlas, algo que proh¨ªbe el Libro de Estilo.
Parece que hab¨ªa una soluci¨®n m¨¢s simple: pedir a cualquiera de las redacciones que el peri¨®dico tiene en ciudades costeras una fotograf¨ªa propia en la que los elementos publicitarios hubiesen resultado menos ostensibles. Lo suficiente como para no crear confusi¨®n entre los lectores y para no dar la penosa impresi¨®n de que el peri¨®dico es incapaz de disociar la pr¨¢ctica del deporte y el consumo de alcohol..., precisamente en un suplemento dirigido a ni?os y adolescentes.
El retrato de Gil
El pasado d¨ªa 18, en las p¨¢ginas centrales de Domingo, se public¨® un texto sobre el alcalde de Marbella y presidente del Atl¨¦tico de Madrid, Jes¨²s Gil y Gil. El texto, firmado por Ram¨®n de Espa?a bajo el ep¨ªgrafe de una secci¨®n habitual en el peri¨®dico del domingo, Fen¨®menos Paranormales, ha provocado la protesta de ?ngel Ruiz Ayala desde Badalona. Recuerda c¨®mo en el texto se dice: "Gil edific¨® una urbanizaci¨®n en la que los ladrillos hab¨ªan sido sustituidos por papel mojado y el cemento por sus propios mocos". M¨¢s adelante se hace alusi¨®n a "sus tetas peludas" y a "su rostro porcino".El retrato recordaba la aparici¨®n de Gil en un programa de televisi¨®n dentro de un jacuzzi, y se aseguraba de que "en retrete hubiese resultado m¨¢s propio".
Ruiz Ayala se?ala que el autor del texto dec¨ªa: "La mejor descripci¨®n de Jes¨²s Gil la ofreci¨® hace unos a?os un directivo futbol¨ªstico enemistado con ¨¦l: "?Eres un saco de mierda!"".
El texto acababa de esta forma: "Alg¨²n d¨ªa intentar¨¦ llegar al fondo de tan atinada descripci¨®n. Ustedes tambi¨¦n pueden hacerlo. Basta con almacenar las heces de la familia durante un par de meses, llenar con ellas un saco de arpillera y colocar en su parte superior un magnet¨®fono que repita la frase: "Eres un baboso de mieeeeerda y te v¨ª a ech¨¢ de Marbieeeeella". Estoy convencido de que el parecido ser¨¢ escalofriante".
Ruiz Ayala pregunta al Defensor: "?Aplaude la cr¨ªtica de la groser¨ªa mediante el uso de la groser¨ªa?", y dice que si no es m¨¢s escalofriante el parecido del lenguaje del texto con el de Gil.
El lector tiene toda la raz¨®n. Se utiliza un tono totalmente ajeno al estilo del peri¨®dico. Gil es, para muchos, un personaje detestable, pero, afortunadamente, el Libro de Estilo proh¨ªbe cualquier expresi¨®n ofensiva. Claro que se pueden publicar textos de este tipo en los que el personaje resulte mal parado, pero la forma es una valla que s¨®lo puede saltarse con la sutileza necesaria para no estrellarse en el puro insulto.
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensor@elpais.es), o tel¨¦fonearle al n¨²mero 91 337 78 36.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Nuevos productos
- Peri¨®dicos
- Opini¨®n
- Suplementos prensa
- Publicidad exterior
- Libro estilo
- Referencias El Pa¨ªs
- Jes¨²s Gil y Gil
- Ni?os
- El Pa¨ªs
- Adicciones
- Infancia
- Prisa Noticias
- Publicidad
- Enfermedades
- Prensa
- Grupo Prisa
- Empresas
- Medicina
- Grupo comunicaci¨®n
- Consumo
- Econom¨ªa
- Salud
- Medios comunicaci¨®n
- Comunicaci¨®n
- Sociedad