Don Juan Carlos exalta "el orgullo de ser espa?oles" y denuncia "el odio fratricida"

El rey Juan Carlos aprovech¨® ayer la festividad del patr¨®n de Espa?a para defender su vigencia como "naci¨®n antigua" y "proyecto com¨²n" y reivindicar "el orgullo de ser espa?oles". En la presentaci¨®n de la ofrenda nacional al ap¨®stol Santiago, en la catedral compostelana, el Monarca pidi¨® ayuda para "la continuidad en el entendimiento de las Espa?as" y expres¨® un deseo: "Que el final del terrorismo que nos asolaba d¨¦ paso a una paz abierta a la comprensi¨®n de todas y cada una de nuestras diferencias".

Don Juan Carlos cumpli¨® ayer una tradici¨®n que se remonta a 1643, cuando Felipe IV instaur¨® la ofrenda nacional al ap¨®stol Santiago coincidiendo con su elecci¨®n para el patronazgo de Espa?a. Habitualmente, el Monarca delega en alguna otra autoridad la presentaci¨®n de la misma, que siempre se hace en su nombre, pero esta vez, al tratarse de un A?o Santo, prefiri¨® leerla personalmente.A la ceremonia asistieron los presidentes del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y del portugu¨¦s, Jorge Sampaio, y las principales autoridades de Galicia, con Manuel Fraga a la cabeza. La misa solemne fue oficiada por el arzobispo de Santiago, Juli¨¢n Barrio, que estuvo acompa?ado de otros 20 prelados, entre ellos el cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco, presidente de la Conferencia Episcopal.

El Rey afirm¨® que le gustar¨ªa ejercer como portador de "las ilusiones de todos los espa?oles, api?ados en su hogar com¨²n", y a continuaci¨®n hizo una inequ¨ªvoca defensa de la vigencia de la idea de Espa?a. "Ese hogar", agreg¨®, "que es nuestra Espa?a, naci¨®n antigua, hecha de muchas voces que desde el fondo del tiempo la han ido proclamando, construyendo y ampliando con los varios acentos de su diversidad". De inmediato, reclam¨® al ap¨®stol ayuda para "cultivar la honrosa distinci¨®n de pertenecer a una misma familia, cualesquiera que sean nuestras ideas, preferencias, costumbres y a¨²n leg¨ªtimas y saludables diferencias".

Don Juan Carlos se refiri¨® tambi¨¦n a la "extendida voluntad de paz" que ha calado en el mundo, pero no olvid¨® que "perduran terribles odios y conflictos fratricidas, incluso en el coraz¨®n de la misma Europa". As¨ª, enfatiz¨® que hay que acabar "con la cadena de miseria, hambre, opresi¨®n e ignorancia que aplasta a numerosos pueblos".

El Monarca emple¨® el idioma gallego al final de su discurso para poner a esta comunidad como ejemplo de que se puede mantener la defensa de la propia identidad "sin una actitud excluyente hacia los dem¨¢s pueblos de Espa?a, Europa y el mundo entero".

Con respecto al proceso de paz en el Pa¨ªs Vasco tras la tregua ofrecida por ETA hace casi un a?o, don Juan Carlos volvi¨® a mostrarse confiado y expres¨® un deseo: "Que el final del terrorismo que nos asolaba d¨¦ paso a una paz abierta a la comprensi¨®n de todas y cada una de nuestras diferencias". Don Juan Carlos concluy¨® expresando su confianza en el futuro, "en la esperanza de un nuevo milenio en el que triunfen los valores m¨¢s positivos de la humanidad".