Los jueces averiguar¨¢n con rayos X la edad de los delincuentes indocumentados

El delegado del Gobierno, Pedro N¨²?ez Morgades, anunci¨® ayer la instalaci¨®n de un aparato de rayos X en los juzgados de plaza de Castilla para conocer la edad real de los inmigrantes autores de delitos que aseguran ser menores de 16 a?os. N¨²?ez Morgades prometi¨® poner en marcha esta medida en la reuni¨®n que ayer mantuvo con los comerciantes y vecinos de Tirso de Molina y Lavapi¨¦s. ?stos acudieron a quejarse por los robos y hurtos cometidos en la zona por un grupo de j¨®venes magreb¨ªes.El detector de edad se instalar¨ªa en una cl¨ªnica forense, dentro de los juzgados. Funciona con un sistema de rayos X y sirve para analizar el cart¨ªlago de la mu?eca. "Seg¨²n sea el crecimiento del cart¨ªlago se puede determinar la edad del presunto delincuente con mucha precisi¨®n", explic¨® ayer un portavoz policial.

Ahora los agentes tienen dificultades para identificar a estos j¨®venes, ya que carecen de documentos y aseguran ser menores. Eso supone que, salvo que se demuestre que tienen 16 a?os o m¨¢s, no pueden ser detenidos ni procesados por la v¨ªa penal, sino que tienen que ser conducidos a un reformatorio.

Adolescentes sin papeles

En los ¨²ltimos dos a?os ha crecido el n¨²mero de inmigrantes adolescentes que llegan solos a Madrid. Algunos son mayores de edad, pero simulan tener menos a?os porque saben que la legislaci¨®n espa?ola impide la expulsi¨®n de los menores. Otros tienen realmente menos de 16 a?os.Cuando la polic¨ªa les pide la documentaci¨®n, ellos dicen que no la tienen y que no han alcanzado los 16 a?os. As¨ª consiguen que los agentes les lleven al centro de acogida de menores de Hortaleza, de la Comunidad. All¨ª se lavan, comen algo y, normalmente, se marchan. Los trabajadores sociales les ofrecen la posibilidad de quedarse en una residencia o un piso tutelado con otros chavales desamparados, pero no suelen querer porque se sienten adultos. Si aceptan, se inicia un complicado proceso internacional para documentarlos y localizar a su familia.

De los 903 ingresos de chavales desamparados que se produjeron en 1997 en el centro de Hortaleza, m¨¢s de la mitad (504) eran de extranjeros, sobre todo marroqu¨ªes. En 1995 fueron 133.

No todos estos j¨®venes delinquen, pero la mayor¨ªa est¨¢ en situaci¨®n de riesgo porque carece de ingresos y de domicilio. Por eso el Instituto Madrile?o del Menor y la Familia se ha comprometido a poner en marcha, en el pr¨®ximo oto?o, un servicio de atenci¨®n social a estos chicos para evitar que caigan en la drogadicci¨®n y en la delincuencia.Ahora existe en el barrio de Ventas una residencia con esas caracter¨ªsticas, regentada por religiosos mercedarios. Tiene capacidad para una docena de chavales menores aproximadamente.