Los "genios" de La Bombilla
Trabajar en el cine de verano puede reservar sorpresas. Puede pasar, por ejemplo, que en las noches m¨¢s fr¨ªas la gente corra de una pantalla a la otra para calentarse; o que un hombre se quede encerrado en el ba?o y que al salir, despu¨¦s de varios empujones contra la puerta, el p¨²blico lo reciba con aplausos, como si se tratase de un h¨¦roe de pel¨ªcula. Este tipo de an¨¦cdotas animan el trabajo de Fran y David, de 18 y 20 a?os, respectivamente, los proyeccionistas del cine de verano del parque de La Bombilla. No tienen la ilusi¨®n de convertirse alg¨²n d¨ªa en directores de pel¨ªculas, como le ocurr¨ªa al protagonista de Cinema Paradiso. A ellos, la pantalla les atrap¨® por casualidad. La madre de David, Rita Sonlleva, es la organizadora del festival de cine al aire libre del Parque de la Bombilla. Fran es el mejor amigo de David. "Empezamos aqu¨ª alquilando cojines, hace tres a?os", recuerda David, que cursa el primer a?o de telecomunicaciones en la Universidad Alfonso X el Sabio. "Luego me pic¨® la curiosidad por las m¨¢quinas y quise aprender", cuenta. No hubiera podido ser de otra manera. David vivi¨® siempre en este ambiente, desde que sus padres, en 1983, iniciaron el cine de est¨ªo en el parque del Retiro. Lleva ya tres veranos trabajando en la Bombilla, aunque est¨¢ seguro de que esta no va a ser su profesi¨®n. "Es una ocupaci¨®n agradable para ganar un poco de dinero" afirma. "Pero esta no puede ser mi meta". Fran se muestra m¨¢s satisfecho: "Currar aqu¨ª es como estar de vacaciones. Conocemos a todo el mundo y pasamos el rato". A las siete de la tarde, el parque empieza a animarse. David y Fran tienen que montar las cuatro pel¨ªculas que se proyectan cada noche en las dos pantallas y llevarlas a la cabina correspondiente. Con una carretilla, por supuesto. "Una bobina vac¨ªa pesa unos cinco kilos, pero cuando le pones los 4.500 metros que mide una pel¨ªcula llega a pesar 30 kilos", explica David. Peque?os inconvenientes atentan contra la tranquilidad del proyeccionista. Hay veces que la pel¨ªcula se puede romper, si est¨¢ gastada, y entonces tienen que parar el esp¨¦ctaculo para unirla con un celo especial. "Lo peor es cuando se estropea la m¨¢quina y no sabes repararla", se?ala David. "En algunos casos podemos arreglarla, pero si se funde la l¨¢mpara no se puede hacer mucho". La l¨¢mpara (medio mill¨®n de pesetas) es un elemento importante pero perecedero: tiene una vida de 1.500 horas, es decir 700 pel¨ªculas. Una vez David tuvo que enfrentarse a un problema inesperado: la cinta estaba puesta boca abajo y se ve¨ªa al rev¨¦s. "Apagu¨¦ la m¨¢quina enseguida. Luego tuve que desmontar la bobina y volverla a montar", evoca el chaval. "Todo en cinco minutos. Nadie protest¨®". La Bombilla no se apag¨®.
Parque de La Bombilla. Hoy, a partir de las 22.30, Visto para sentencia y En estado cr¨ªtico, en la pantalla grande; La ciudad de los prodigios, en la pantalla peque?a. Avenida de Valladolid, metro Pr¨ªncipe P¨ªo. 550 pesetas.
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