Otro esp¨ªa gobierna Rusia
El KGB, lejos de haber muerto, sigue desempe?ando un papel fundamental en Rusia. Para demostrarlo, basta nombrar a los ¨²ltimos tres primeros ministros, todos los cuales han dirigido alguno de los organismos herederos de ese terror¨ªfico monstruo represivo. Yevgueni Primakov fue jefe del Servicio de Espionaje Exterior; Sergu¨¦i Stepashin encabez¨® el Servicio Federal de Seguridad (SFS), que hered¨® las funciones de polic¨ªa pol¨ªtica del KGB, y Vlad¨ªmir Putin, el flamante jefe de Gobierno, comenz¨® a trabajar como agente secreto en la ¨¦poca sovi¨¦tica y lleg¨® a ser director del SFS. "Yo conf¨ªo en ¨¦l", dijo, entre otras cosas, el presidente Bor¨ªs Yeltsin al presentar por televisi¨®n a quien hab¨ªa elegido como su sucesor. Pues bien, Yeltsin tiene todos los motivos del mundo para confiar en Putin, que es un incondicional suyo. Con Putin a la cabeza del pa¨ªs, Yeltsin puede estar seguro de que ni ¨¦l ni su familia ser¨¢n perseguidos una vez que el pr¨®ximo a?o abandone el Kremlin. Con ning¨²n otro candidato, Yeltsin tiene esa seguridad, lo que explica que vea como un rival indeseable al alcalde de Mosc¨², Yuri Luzhkov, que ha sido su fiel aliado en los momentos m¨¢s cr¨ªticos.Putin es un oficial de los servicios secretos rusos que, despu¨¦s de trabajar en Alemania, regres¨® a San Petersburgo, su ciudad natal, para comenzar una brillante carrera pol¨ªtica. En 1990, Anatoli Sobchak, una de las figuras m¨¢s prominentes de la perestroika de Mija¨ªl Gorbachov, ya convertido en alcalde de San Petersburgo, le nombra asesor. En sus a?os estudiantiles, Putin hab¨ªa sido disc¨ªpulo de Sobchak en la Facultad de Derecho de la Universidad de Leningrado (ahora San Petersburgo). En esos a?os de trabajo en la alcald¨ªa, Putin conoce a Anatoli Chub¨¢is, futura figura clave de las reformas econ¨®micas rusas.
La gesti¨®n de Putin en San Petersburgo fue positiva: supervis¨® la creaci¨®n de la Bolsa local y, utilizando los contactos hechos en su ¨¦poca de esp¨ªa, contribuy¨® a que una serie de importantes firmas alemanas hicieran inversiones en la antigua capital imperial.
A partir de 1993, Putin comenz¨® a reemplazar, cada vez con mayor frecuencia, a Sobchak cuando ¨¦ste viajaba al extranjero, y al a?o siguiente fue nombrado primer vicealcalde. Fue en esa ¨¦poca cuando Yeltsin, seg¨²n propia confesi¨®n, se fij¨® en ¨¦l. En v¨ªsperas de los comicios parlamentarios de 1995, Putin, considerado la eminencia gris de San Petersburgo, dirigi¨® a orillas del Nev¨¢ la campa?a electoral de Nuestra Casa es Rusia, el movimiento formado por el Kremlin y encabezado por el entonces primer ministro V¨ªktor Chernomirdin. Tambi¨¦n dirigi¨® la campa?a a la reelecci¨®n de Sobchak, pero, despu¨¦s de la derrota de este ¨²ltimo, dimiti¨® y se mud¨® a Mosc¨², donde empez¨® a trabajar en la Administraci¨®n presidencial.
A los pocos meses, Putin ya era vicejefe de la Administraci¨®n y jefe de la Direcci¨®n de Control del presidente ruso, y en mayo de 1998 fue nombrado primer vicejefe de la Administraci¨®n de Yeltsin. Dos meses despu¨¦s, pasa a ocupar el puesto de director del Servicio Federal de Seguridad (SFS), regresando as¨ª al organismo -el KGB- donde hab¨ªa comenzado su carrera profesional. A fines de marzo pasado, se convierte en secretario del Consejo de Seguridad, conservando su cargo de jefe del SFS.
Putin ha prometido continuar la pol¨ªtica de Stepashin, de quien es amigo. Ambos provienen de San Petersburgo y ambos comenzaron su carrera pol¨ªtica en esa ciudad junto a los reformistas. "Nuestros padres sobrevivieron al bloqueo de Leningrado . Eso hace que tengamos ra¨ªces comunes", dijo Putin sobre su antecesor, al que dice tener en gran estima como persona y como profesional.
Como todo esp¨ªa de carrera, Putin no gustaba de dar entrevistas ni de mostrarse demasiado en p¨²blico, por lo que es poco lo que se sabe sobre ¨¦l. Casado, con dos hijos, es un deportista consumado: aficionado a diversas modalidades de lucha, cada ma?ana dedica un m¨ªnimo de 45 minutos a correr y hacer gimnasia. Nadie duda de que es un servidor leal: cuando Sobchak se vio acusado de abusos financieros y de poder, Putin lo apoy¨®, defendi¨® y en gran medida hizo posible su retorno desde Francia, donde el exalcalde hab¨ªa huido por temor a ser detenido.
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