Poca oscuridad, mucha imaginaci¨®n
A pesar de que en ning¨²n punto de Espa?a el eclipse super¨® una ocultaci¨®n de m¨¢s del 78% del Sol, los espa?oles, como sus m¨¢s afortunados colegas centroeuropeos, tambi¨¦n se rindieron a la magia del Sol negro. El ¨¦xito de su peripecia fue dispar: cost¨® mucho encontrar las benditas gafas especiales -fueron mucho m¨¢s frecuentes los casos de imaginaci¨®n popular- y no falt¨® quien, como en la nublada Santander, acusara al fen¨®meno de ser una mera estafa. Los Museos de Ciencia y los centros astron¨®micos fueron las estrellas de la jornada, y all¨ª acudieron los espa?oles para, guiados por los expertos, observar el eclipse de la mejor manera posible.Cerca de medio centenar de personas fueron atendidas en diversos hospitales espa?oles con molestias o lesiones oculares leves tras contemplar el eclipse sin la protecci¨®n adecuada. Madrid, Barcelona, Sevilla, Granada y Pamplona han sido las capitales donde se registr¨® la mayor parte de las consultas.
El eclipse dej¨® a San Sebasti¨¢n, una de las ciudades mejor situadas, bajo una luz tenue propia de una tarde de invierno y provoc¨® una ca¨ªda en la temperatura de siete grados, de 32 a 25. En Asturias, donde el eclipse pudo verse cuando las nubes lo permitieron, la temperatura baj¨® cinco grados.Miles de donostiarras madrugaron para reservarse la primera fila en la Bah¨ªa de la Concha y en la terraza del Ayuntamiento, informa Maribel Mar¨ªn. Se acabaron las gafas, pero a nadie pareci¨® importarle. Hab¨ªa quien miraba a trav¨¦s de un disco compacto, otros se serv¨ªan de radiograf¨ªas viejas, cartulinas con lentes incrustadas y un sinf¨ªn de artilugios artesanales de dudosa eficacia para impedir los efectos nocivos del Sol.
En Pamplona, el Planetario hab¨ªa preparado un importante dispositivo para asistir al acontecimiento, que congreg¨® a miles de personas en sus instalaciones y en todo el parque Yamaguchi. En Bilbao, ni cay¨® la noche ni las masas entraron en p¨¢nico. Apenas si hubo cambios de luz o temperatura y muy pocas personas interrumpieron su ruta cultural o su paseo por la playa, informa Amaya Garc¨ªa.
En Madrid, nueve minutos despu¨¦s del mediod¨ªa, un color naranja p¨¢lido se apoder¨® del cielo, donde hasta media ma?ana hab¨ªa lucido un sol radiante, informa Fernando Neira. M¨¢s de 3.000 vecinos y turistas se congregaron en la explanada del Planetario para seguir el acontecimiento cerca de los astr¨®nomos. "Todav¨ªa escucho supersticiones y apreciaciones propias de la Edad Media", confes¨® el subdirector del centro, el astrof¨ªsico Telmo Fern¨¢ndez Castro. La comunidad musulmana de la capital aprovech¨® para rezar la oraci¨®n del eclipse, una plegaria tradicional para pedir perd¨®n a Al¨¢, mientras que en el zool¨®gico madrile?o los chimpanc¨¦s ni se inmutaron ante el tenue cambio de luz; s¨ª lo hicieron los lobos, que aullaron, sorprendidos por lo corto del d¨ªa.
Un cielo cubierto de nubes recibi¨® al eclipse en Santander, uno de los puntos del pa¨ªs donde la gente esperaba una buena observaci¨®n del fen¨®meno. Las expectativas no se cumplieron y, a pesar de que la temperatura baj¨® unos grados, nada diferenciaba el d¨ªa de cualquier otra jornada gris, informa Ana Ruiz. Lo cierto es que aunque a simple vista no se notaba diferencia y hab¨ªa quien clamaba contra tal estafa, con las gafas adecuadas algo pod¨ªa verse.
En Andaluc¨ªa, el eclipse se sinti¨® poco y el cielo apenas perdi¨® luminosidad, informa Mar¨ªa H. Mart¨ª. Pero eso no impidi¨® que miles de andaluces, especialmnte en la playa de Camposoto (C¨¢diz), se congregasen para verlo y comentarlo.
En Catalu?a, la cita m¨¢s concurrida fue la organizada en Barcelona por el Museo de la Ciencia de la Fundaci¨®n La Caixa. Cerca de 2.000 personas abarrotaron el centro cultural, que por 500 pesetas a?ad¨ªa a su tradicional oferta una gran pantalla con la retransmisi¨®n del evento.
Los gallegos fueron los primeros espa?oles en ver el fen¨®meno (a las 10.45 empez¨® a apuntarse sobre el cielo de las R¨ªas Baixas) y los que pudieron captar uno de los mayores grados de ocultaci¨®n solar de la Pen¨ªnsula, informa Xos¨¦ Hermida. Pero el d¨ªa amaneci¨® nublado en algunas zonas y el espect¨¢culo perdi¨® intensidad.
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