El auge de los libros de humor lleva a sus autores al ¨¦xito
Una veintena de t¨ªtulos de s¨¢tira, dibujos y anecdotarios se ha publicado en tres meses
El auge de los libros de humor, an¨¦cdotas hist¨®ricas y s¨¢tira ha llevado a algunos de sus autores a las listas de los m¨¢s vendidos en los ¨²ltimos meses. Es el caso de Arthur Bloch, Guillermo Fesser, Carmen Rico Godoy y Alfonso Uss¨ªa. Junto a ellos, las mejores ilustraciones de El Roto y pr¨®ximamente La filosof¨ªa del f¨²tbol, de Mark Perryman, que presenta la alineaci¨®n de un equipo de jugadores con algunos de los m¨¢s importantes intelectuales.
La miop¨ªa de ciertos mortales ha quedado a la vista: ahora se recuerda que una edici¨®n de Ulises, de James Joyce, fue alterada por orden de unos magistrados estadounidenses que, al no comprender la obra, vieron el fallo en su "mala puntuaci¨®n", debida a "la defectuosa visi¨®n de los ojos de Joyce". Es uno de los pasajes oscuros de la literatura recuperado por Sara Guti¨¦rrez y Eva Or¨²e en Historia de miopes (Del Prado), un libro que describe la influencia de la miop¨ªa en la humanidad, en la obra de algunos personajes y la corta visi¨®n de otros.Junto a ¨¦ste, hay otros libros que invitan a enfrentarse con sentido del humor a los posmodernos desastres cotidianos, a aprender a re¨ªrse de s¨ª mismos, mientras no faltan los que proponen una expiaci¨®n mediante el popular m¨¦todo de sentir verg¨¹enza ajena, al recordar algunos de los hechos m¨¢s bochornosos de la pol¨ªtica. Los responsables son una veintena de autores como Arthur Bloch, con su nueva Ley de Murphy; Carlo M. Cipolla y las leyes de la estupidez humana; El Roto con El fogonero del Tit¨¢nic (Temas de Hoy); Alfonso Uss¨ªa con El secuestro de mam¨¢ (Ediciones B); Carmen Rico Godoy con Cortados, solos y con mala leche (Temas de Hoy); El Libro de Tip y Coll (Maeva), y a partir de septiembre Mark Perryman propondr¨¢ un equipo de f¨²tbol con algunos de los intelectuales m¨¢s importantes de la historia.
Re¨ªrse de s¨ª mismos
Ineludible como se ve que es el siglo XXI, nada mejor que familiarizarse con las leyes que ya lo rigen, seg¨²n adelanta La ley de Murphy del 2000 (Temas de Hoy). Bloch ha hecho una versi¨®n actualizada en la que desvela que ordenadores y ciberespacio ocultan sinsentidos ya comprobables, como la Ley de Belinda que advierte que "la probabilidad de que un ordenador se estropee es proporcional a la importancia del documento en el que usted trabaja". Por eso recomiendan conocer algunas definiciones: "Copia de seguridad: Operaci¨®n que nunca se hace a tiempo". "Procesador: La parte de un sistema inform¨¢tico que se ha quedado antigua". "Rat¨®n: V¨¦ase maldecir".Hecha esta advertencia, lo que sigue es que ya nadie puede negarse a usar ordenador debido a la colecci¨®n-lazarillo Inform¨¢tica para torpes (Anaya). Es una docena de vol¨²menes dedicada a diversos temas en los que se resuelven dudas como por qu¨¦ no se debe asignar a Word el nombre "carta-a-mi-mam¨¢" ni "norro", o establece la crucial diferencia entre salir de Word y cerrar documento word.
En el apartado aprenda a re¨ªrse de s¨ª mismo, y de paso de sus compa?eros, y relaciones personales hay un librito que hace las veces de espejo retrovisor al mentar todas las excusas m¨¢s comunes en las que la gente se suele escudar. En Yo no he sido (EDAF), de Francisco Gavil¨¢n, se agrupan las frases o palabras preferidas para evadir responsabilidades, entre las cuales las m¨¢s socorridas son destino y suerte: "Son cosas del destino" o "Necesitamos m¨¢s suerte". En cuanto a temas, se analiza desde la compra de revistas tipo Playboy ("Yo la leo, pero por los art¨ªculos de fondo tan interesantes"), hasta el caso de los fumadores ("Si lo dejo me engordo" o "Es que no puedo porque me calma los nervios, ?s¨ª, s¨ª, s¨ª!"), aunque ninguna excusa como la de Oscar Wilde: "Dejar de fumar es f¨¢cil, yo lo hago varias veces al d¨ªa". Sobre asuntos interpersonales, Allegro ma non troppo (Mondadori), de Carlo M. Cipolla, propone una de esas lectura-juego que hace frotar las manos: descubrir las leyes fundamentales de la estupidez humana y aprender a medir sus niveles. Es un ensayo y parodia sociol¨®gica cuya tercera ley aclara que existen cuatro categor¨ªas para clasificar a los humanos: los incautos, los inteligentes, los malvados y los est¨²pidos. Si lo que busca es especializaci¨®n se ofrece Las 10 estupideces que cometen los hombres (Vergara), de Laura Schlessinger. La autora no se anda con rodeos y delante de la coletilla "est¨²pida" analiza cap¨ªtulos relacionados con caballerosidad, ambici¨®n, poder, actividad sexual o machismo, entre cuyas p¨¢ginas escapa el susurro: "Dejad de intentar salvar o transformar a la "pobre mujer necesitada de afecto".
Y si lo que quiere es m¨¢s de lo mismo existe una espl¨¦ndida gu¨ªa ilustrada de C¨®mo echar a perder un ligue en 10 d¨ªas, de Michele Alexander y Jeannie Long, o esperar en septiembre La espa?ola cuando besa (Plaza & Jan¨¦s), de Luis Otero. Completan el apartado de relaciones personales narraciones de Guillermo Fesser con Cuando Dios aprieta, ahoga pero bien (Temas de Hoy); la colecci¨®n de bolsillo de EDAF sobre Moderna cartilla de urbanidad o La comunidad de propietarios o Sabios consejos para provocar el estr¨¦s (Emec¨¦).
Ya puertas adentro, Richard Smith se despoja de pudores y recomienda C¨®mo adelgazar follando (Mondadori). Todo un manual de recetas para no preocuparse por el peso que puede ser rebajado con actividades m¨¢s gozosas. A continuaci¨®n una pizca de ellas: un orgasmo real elimina 27 calor¨ªas, pero si es falso 160.
Verg¨¹enza ajena Alguna calor¨ªa habr¨¢n quemado tambi¨¦n los pol¨ªticos espa?oles con los insultos y sandeces protagonizados desde 1977. De ellos, 638 han sido recuperados en ?Manda huevos! (Ediciones B), de Albert Om, una memoria que adeuda su t¨ªtulo al presidente del Congreso, Federico Trillo, en 1997. Un libro-comedia con toda clase de episodios, incluso de intriga cosm¨¦tica, porque Manuela de Madre, alcaldesa socialista de Santa Coloma de Gramanet, pregunt¨® en 1993: "?Qu¨¦ clase de crema usa Aznar para que no le salgan arrugas cuando se r¨ªe?".
M¨¢s all¨¢ de Espa?a los bochornos no han sido pocos, seg¨²n prueba Las an¨¦cdotas de la pol¨ªtica. De Keops a Clinton (Planeta), de Luis Carandell. El libro es un rosario de pasajes hist¨®ricos en los que, por ejemplo, se filtran las depresiones de Voltaire al darse cuenta de c¨®mo la religi¨®n perd¨ªa fuerza: "Eso es lamentable. ?De qu¨¦ nos vamos a burlar?". Alguien trat¨® de consolarlo dici¨¦ndole que no faltar¨ªan motivos, pero ¨¦l muy compungido y cort¨¦s agreg¨®: "Fuera de la Iglesia no hay salvaci¨®n".
Puestos en situaciones asombrosas, Quijotadas (Turquesa), de Domingo Negr¨ªn Moreno, recupera escenas como este titular de prensa: "Matutes reclama por la ma?ana una intervenci¨®n militar en Ruanda y se opone a ella por la tarde" (El Mundo). Y, claro, no pod¨ªa faltar la precocidad infantil reflejada en el programa Juguemos al trivial, cuando Juan Carlos Mart¨ªn tard¨® tanto en formular una pregunta que la pareja concursante se qued¨® sin tiempo, a lo que indignada la ni?a exclam¨®: "?Joder, qu¨¦ capullo!". Sin duda la confirmaci¨®n de la ley de Murphy sobre la herencia: "La locura es hereditaria. La transmiten los hijos".
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