Mercosur se juega un negocio de 20.000 millones de d¨®lares
El comercio bilateral del ¨¢rea puede sufrir este a?o una ca¨ªda superior al 20% del total
La crisis que sigue amenazando al Mercosur, nacida a ra¨ªz de la disputa comercial entre Argentina y Brasil ha puesto en relieve el peso del bloque en la econom¨ªa de sus cuatro integrantes (tambi¨¦n participan Paraguay y Uruguay): entre 1991 y 1998 la expansi¨®n en el comercio regional experiment¨® un aumento del 300%.En 1991, el comercio entre los cuatro pa¨ªses del Mercosur movi¨® 5.100 millones de d¨®lares. En 1997, la suma hab¨ªa subido a 20.400 millones de d¨®lares. En 1998 experiment¨® un ligero descenso: 20.300 millones. Las previsiones para 1999, teniendo en cuenta las crisis internas de los dos principales integrantes (Argentina y Brasil), indicaban, a finales de junio, que ese comercio podr¨ªa llegar a 19.500 millones. Una baja considerable, comparada con la marca de los dos a?os anteriores. Pero a¨²n as¨ª, un aumento espectacular, comparado con hace ocho a?os. Desde su creaci¨®n, Mercosur tuvo algunos pilares b¨¢sicos en el comercio. El trigo, por ejemplo, es fundamental entre Argentina, Brasil y Uruguay. En los ¨²ltimos ochos a?os, Brasil compra de Argentina un 80% del total del trigo que importa. Las importaciones brasile?as de trigo significan alrededor de seis millones de toneladas, y consumen poco m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares al a?o. Los productores brasile?os vienen criticando al Gobierno local desde que vieron c¨®mo el mercado se abri¨® a los productores argentinos. Gracias al Mercosur, Brasil impuso tasas de aduana al trigo de todos los pa¨ªses que no integran el bloque, lo que a su vez motiv¨® fuertes presiones de Canad¨¢ y Estados Unidos. Al fin y al cabo, Brasil es el mayor importador mundial de cereales, y aun teniendo en cuenta la baja del precio del trigo en los mercados internacionales, en 1999 el pa¨ªs gastar¨¢ 800 millones de d¨®lares en ese producto.
Otro punto importante -y que ahora se transforma en manzana de discordia- es el arroz. Actualmente existe un excedente de casi dos millones de toneladas entre los pa¨ªses del bloque. En ocho a?os, Argentina aument¨® en un 40% el ¨¢rea plantada de arroz. Para los productores brasile?os, ah¨ª est¨¢ el origen del excedente que provoc¨® una bajada brusca en los precios. En 1998, una bolsa de 50 kilos de arroz costaba 16 d¨®lares; hoy d¨ªa, vale poco m¨¢s de siete d¨®lares. Brasil aument¨® su producci¨®n, entre 1991 y 1998, de 8.600.000 toneladas a 11.400.000 -poco menos de la demanda interna (que es de 11.700.000 toneladas al a?o). Argentina produce 1.600.000 toneladas, Uruguay 1.275.000 toneladas. La suma total de la demanda entre los tres pa¨ªses, sin embargo, es bastante inferior a la producci¨®n r¨¦cord de 1999 (14.300.000 toneladas). Ahora, nadie sabe qu¨¦ hacer con el excedente.
En las ¨²ltimas semanas dos sectores -calzados y textiles- sirvieron de pretexto para los enfrentamientos m¨¢s graves entre Argentina y Brasil, hubo un intenso movimiento entre representantes empresariales tratando de llegar a buen puerto en otros frentes de batalla. Calzados y textiles significan un 5% del total del comercio en Mercosur. Si la suma de ellos alcanz¨® 400 millones de d¨®lares en 1998, el sector de veh¨ªculos presenta n¨²meros mucho m¨¢s contundentes. Solamente de componentes, Argentina import¨® de Brasil, el a?o pasado, 1.253 millones de d¨®lares.
Con los dem¨¢s integrantes del bloque la situaci¨®n no se ha visto afectada. Y es que la relaci¨®n en el comercio es bastante m¨¢s desequilibrada. Paraguay, por ejemplo, destina al mercado brasile?o un 58% de todas sus exportaciones. El Gobierno paraguayo afirma que el pa¨ªs tuvo p¨¦rdidas considerables con la devaluaci¨®n del real y con la crisis econ¨®mica brasile?a, pero opt¨® por dialogar en vez de adoptar medidas unilaterales. En el primer semestre de 1999, entraron en Brasil productos paraguayos por un valor -127 millones de d¨®lares- menor del 26% que en el mismo periodo del a?o anterior. Con Chile (que no es miembro pleno, pero est¨¢ asociado al Mercosur), la situaci¨®n no es muy distinta: en el primer semestre de 1999 Brasil compr¨® un 35% menos que en el mismo periodo de 1998, y export¨® un 29% menos. Igualmente delicada es la situaci¨®n de Uruguay. "Perdimos mercado externo, y estamos sufriendo con la competitividad de las empresas brasile?as, que nos inundan con sus productos", afirma Juan Carlos N¨²?ez, presidente de la C¨¢mara Industrial de Alimentos uruguaya. "Las empresas argentinas, al perder mercado en Brasil, tambi¨¦n se volcaron sobre Uruguay, aumentando sus exportaciones".
A estas alturas, es de menor importancia se?alar que las relaciones de Brasil con Paraguay y Uruguay no se vieron afectadas por el enfrentamiento existente con Argentina. Tampoco sirve de consuelo comentar que lo mismo se registr¨® con los asociados (Chile y Bolivia).
El clima de tensi¨®n entre Argentina y Brasil persiste, mientras los dos Gobiernos se mantienen inflexibles en sus posiciones. La recesi¨®n afecta a ambos pa¨ªses, y el comercio bilateral podr¨¢ sufrir este a?o una ca¨ªda superior al 20%.
M¨¢s all¨¢ del comercio, m¨¢s all¨¢ a¨²n de las acciones de los Gobiernos centrales, el concepto Mercosur ha echado ra¨ªces en las sociedades de los cuatro pa¨ªses, alcanzando un dinamismo que supera lo previsto. Hay, desde bienales de artes pl¨¢sticas del Mercosur a encuentros de juristas y especialistas en temas laborales, f¨®rums de jefes de polic¨ªa y campeonatos de f¨²tbol. Hace dos a?os, los Estados de la Amazonia reivindicaron la creaci¨®n de un Merconorte, reuniendo la regi¨®n a Venezuela y Colombia.
Sin embargo, desde mediados de 1998 el bloque comercial debe hacer frente a problemas que se acumulan. Faltan mecanismos de negociaci¨®n. Argentina tendr¨¢ elecciones presidenciales en octubre; Uruguay, en noviembre; en Brasil, el Gobierno afront¨® una grave crisis que culmin¨® con la destituci¨®n del presidente. En ese escenario, lo que est¨¢ en riesgo, m¨¢s all¨¢ de las coyunturas, es una realidad que no todos se preocuparon en examinar.
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