Ceuta, la nueva perla del GIL
El grupo de Jes¨²s Gil pretende aprovechar las ventajas fiscales de la ciudad aut¨®noma para trasladar all¨ª la sede de grande empresas
Ceuta no es Marbella, no tiene las mismas posibilidades de negocio inmobiliario ni es una zona de desarrollo tur¨ªstico. Pero tiene dos elementos claves, que interesan mucho al Grupo Independiente Liberal (GIL), seg¨²n confirma su candidato a alcalde-presidente, Antonio Sampietro.Primero: un Estatuto de Autonom¨ªa que conceder¨¢ a este hombre enormes poderes para hacer y deshacer lo que considere oportuno. Y segundo, y clave para los intereses del GIL, unas ventajas fiscales muy importantes, tanto para los residentes como para las empresas que se instalen en la ciudad aut¨®noma. Un 50% de descuento en el IRPF para los residentes y, sobre todo, otro 50% en el impuesto de sociedades para las empresas que tengan all¨ª su sede. Eso significa que por ese impuesto s¨®lo tendr¨ªan que pagar un 17,5% de los beneficios.
No es que Ceuta sea Hong Kong, como la gente del GIL ha repetido varias veces durante la campa?a electoral, pero s¨ª tiene unos beneficios importantes. En principio, tampoco se puede hacer all¨ª algo parecido a lo que sucede en Gibraltar, donde hay miles de empresas que s¨®lo tienen una oficina y un ordenador, pero la idea de Sampietro es que se acerque a eso todo lo posible. Seg¨²n la legislaci¨®n, las empresas deben certificar que al menos un 33% de su actividad se desarrolla en la ciudad aut¨®noma. El problema vendr¨¢, si el GIL mantiene ese plan, por los controles de la Agencia Tibutaria, que debe certificar que las compa?¨ªas puedan obtener esos beneficios. Si para las empresas inmobiliarias la cuesti¨®n resulta m¨¢s complicada, m¨¢s sencillo se advierte para las compa?¨ªas que manejen intereses m¨¢s intangibles, como los servicios o la propiedad intelectual. Sampietro no oculta ese plan que, a¨²n rozando la ilegalidad, es, sin embargo, posible. Antes que todo eso y como primera medida, el GIL har¨¢ lo que ellos mismos definen como "plan de choque para limpiar la ciudad". Por limpiar se entiende basura, pero tambi¨¦n los vagabundos e inmigrantes sin documentos que circulan por la ciudad. "Los inversores no van a venir mientras haya robos, pateras y subsaharianos", aclara Sampietro.
La tarea de expulsar a los inmigrantes de las calles no es competencia de la Asamblea, sino de la Delegaci¨®n de Gobierno, pero el GIL promete la contrataci¨®n de 200 nuevos polic¨ªas locales y, ya que no pueden expulsarlos, al menos los llevar¨¢n hasta la frontera. En previsi¨®n de la infinidad de demandas que derivar¨¢n de esa pol¨ªtica, Sampietro ya est¨¢ preparando la contrataci¨®n de un gabinete jur¨ªdico que defienda a sus polic¨ªas.
En este sentido, el modelo ser¨¢ calcado a lo que este grupo ha desarrollado en lugares como Marbella o Estepona. Seg¨²n coinciden varios pol¨ªticos locales consultados, es precisamente este plan lo que ha llevado al GIL a la victoria electoral, en medio de una inseguridad ciudadana que la mayor¨ªa de los ceut¨ªes considera insoportable.
?Con qu¨¦ dinero pretende hacer esa limpieza? Ya cuentan con que el Gobierno no les facilitar¨¢ las cosas, as¨ª que se basar¨¢n en los fondos europeos y los impuestos que gestiona la Asamblea. Ceuta no es una comunidad aut¨®noma, pero tiene normas fiscales especiales, e ingresos propios, de forma muy parecida a las comunidades aut¨®nomas. Su presupuesto, con s¨®lo 72.000 habitantes, es de unos 22.500 millones de pesetas anuales. Casi 15.000 de ellos como ingresos propios, que vienen sobre todo del Impuesto Sobre Producci¨®n, Servicios e Importaciones (IPSI), exclusivo de la ciudad.
Una vez terminado el plan de choque contra la inseguridad y la inmigraci¨®n, que durar¨ªa unos dos a?os, o tal vez antes, llega el momento de la verdad.
El GIL tiene contactos con multitud de empresas, tanto espa?olas como extranjeras. "Sabemos d¨®nde est¨¢ el dinero y c¨®mo convencerles para que lo traigan para aqu¨ª", confiesa Sampietro. Tambi¨¦n asegura que, aunque sea dif¨ªcil, le gustar¨ªa que muchas de las empresas fantasma que operan en Gibraltar se trasladen a la ciudad.
Si el plan del GIL funciona, Ceuta podr¨ªa convertirse en el complemento perfecto del enorme negocio inmobiliario que el entramado de Jes¨²s Gil y su empresa, GILMAR, han formado en torno al desarrollo urban¨ªstico acelerado de la Costa del Sol. Aunque tambi¨¦n prometen la construcci¨®n de hoteles de lujo para llevar turismo de alto nivel, la clave est¨¢ m¨¢s bien en la atracci¨®n de esas empresas vinculadas al GIL para que tengan su sede en Ceuta y paguen aqu¨ª sus impuestos. Para los hombres del GIL, de momento, basta con eso; no es necesario que inviertan de forma productiva en la ciudad.
Es una forma clara de cerrar el c¨ªrculo GIL: en la costa del Sol las inversiones, y en Ceuta los impuestos. El enorme poder que el Estatuto de Autonom¨ªa concede al alcalde-presidente garantiza que ninguna de estas empresas tendr¨¢ problemas con el poder pol¨ªtico. Nadie har¨¢ preguntas sobre qu¨¦ intereses hay detr¨¢s de cada negocio.
El propio Sampietro reconoce que no le interesa de d¨®nde vienen las empresas que se instalen en la ciudad, ni siquiera si pretenden invertir en ella, con tal de que pongan una peque?a oficina y, eso s¨ª, paguen religiosamente unos impuestos que ¨¦l podr¨¢ gestionar casi a su antojo, con el ¨²nico freno de las miles de denuncias que ya prev¨¦ caer¨¢n sobre ellos. Pero eso es algo que los secuaces de Jes¨²s Gil ya est¨¢n acostumbrados a soportar y evitar. "Yo ya soy perro viejo, he pasado por todo, nada me da miedo", alardea el m¨¢s que probable futuro alcalde de la ciudad.
El GIL no fuerza las situaciones, conf¨ªa en sus posibilidades y se sienta a esperar. Sampietro mismo reconoce que ¨¦l no conoc¨ªa muy bien los beneficios fiscales de Ceuta, pero que se dispone a aprovecharlos al m¨¢ximo: "Esto no lo ha inventado el GIL, estaba ya y nadie se ha querido dar cuenta". De momento, y como an¨¦cdota, ¨¦l mismo ya ha conseguido un descuento del 50% en sus impuestos, ya que es residente en la ciudad desde hace un a?o.
Los dos partidos, PP y PSOE, que pactaron el desarrollo del Estatuto de Autonom¨ªa de Ceuta y Melilla est¨¢n ahora muy asustados con las ventajas que eso puede dar al GIL, seg¨²n reconocen sus dirigentes, pero nada se puede hacer contra ello, al menos pol¨ªticamente. Por eso en el GIL tienen muy claro que su enemigo no son los pol¨ªticos, sino los jueces, aunque tambi¨¦n han aprendido a utilizar a la justicia.
Este grupo es muy dado a presentar querellas criminales contra sus rivales pol¨ªticos, y amenazan con ello constantemente. Su criterio empresarial para hacer pol¨ªtica les dice que han de usar todos los medios a su alcance para lograr su objetivo, y en Ceuta los medios ya estaban puestos, s¨®lo necesitaban unos votos y una tr¨¢nsfuga para ponerlos a funcionar a pleno rendimiento. "A la gente no le importa de d¨®nde venga el dinero, s¨®lo quiere ver que se hacen cosas en su beneficio, y las vamos a hacer", sentencia Sampietro.
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