El Ayuntamiento quiere levantar el tercer campamento rumano en San Roque

El Ayuntamiento de Madrid ha propuesto a la Comunidad y a la delegaci¨®n del Gobierno levantar un tercer campamento rumano en el mismo camino de San Roque (Fuencarral) donde permanecen 200 inmigrantes, en lugar de utilizar el asentamiento ya construido en el camino del Espinillo (Vic¨¢lvaro), que ha generado el rechazo vecinal. As¨ª lo manifest¨® ayer el concejal de Servicios Sociales en funciones, Sim¨®n Vi?als, del PP. "San Roque queda cerca de la parada de un autob¨²s que enlaza con la plaza de Castilla; sin embargo, el Espinillo est¨¢ m¨¢s aislado", explic¨® el edil.

La asociaci¨®n de vecinos de Vic¨¢lvaro considera que en este distrito ya existen "demasiados problemas de marginaci¨®n" como para asumir uno de los campamentos rumanos. "Es verdad que en el Espinillo est¨¢n ya instalados los prefabricados con duchas, letrinas y cocinas, pero montarlos en San Roque ser¨¢ cosa de d¨ªas", a?adi¨® Vi?als.El inconveniente del solar de San Roque es que est¨¢ cruzado por torretas de alta tensi¨®n. Pero, seg¨²n el edil, este problema puede subsanarse cubriendo la base de las torres para impedir que alg¨²n rumano pueda subirse a ellas y sufrir un percance. En este tercer campamento previsto se alojar¨ªa s¨®lo a una parte de los 200 inmigrantes que quedan en San Roque: aquellos que, estando incluidos en el censo de familias a realojar, han regresado a Madrid tras pasar una semana en la costa vendiendo la revista para indigentes La farola (su principal sustento). Quedan, por tanto, fuera de los planes oficiales los rumanos reci¨¦n llegados a Madrid atra¨ªdos por el programa social en campamentos.

El Ayuntamiento consider¨® el mi¨¦rcoles que un centenar de los inmigrantes de San Roque estaban censados, y el resto, no. Pero son Cruz Roja y la Comisi¨®n Cat¨®lica de Migraci¨®n, que conocen a las familias, quienes deben determinar si es as¨ª.

Las dos ONG prefieren que los nuevos realojamientos se realicen en un tercer campamento, para no incrementar el n¨²mero de familias que ahora viven en los dos que ya existen: 15 en el de la Ca?ada de los Canteros (Vallecas Villa) y 11 en el de la Ciudad Escolar (Fuencarral). Consideran que para su labor de apoyo social es mejor trabajar con peque?os grupos.

Hace un mes, las instituciones proyectaron levantar cuatro campamentos de tiendas de campa?a para realojar a 355 gitanos rumanos que expulsaron el 8 de julio del poblado de Malmea (Fuencarral). El Consistorio aportaba los solares, y la Comunidad se encargaba de la construcci¨®n, que costaba 12 millones de pesetas por n¨²cleo.

Pero a comienzos de agosto, con la marcha de 270 inmigrantes a la costa, las instituciones decidieron mantener s¨®lo dos de los campamentos previstos para realojar a los ¨²nicos 85 rumanos que quedaban, el de Vallecas y el de la Ciudad Escolar. Se paralizaron las obras del asentamiento de Vic¨¢lvaro, casi acabado, y se opt¨® por no empezar las de San Roque.

La decisi¨®n institucional fue tajante: no se realojar¨ªa a las familias que se hab¨ªan marchado a la costa aunque volviesen. Cruz Roja argumentaba que los desaparecidos sab¨ªan que no pod¨ªan ausentarse m¨¢s de tres d¨ªas si quer¨ªan entrar al programa de atenci¨®n social.

La situaci¨®n cambi¨® de nuevo el pasado fin de semana, al retornar parte de las familias que emigraron a la costa. Con ellas llegaron otras que nunca hab¨ªan vivido en Madrid. Vi?als, a t¨ªtulo personal, considera que con estas ¨²ltimas s¨®lo cabe "la aplicaci¨®n de la ley de extranjer¨ªa, como con cualquier inmigrante irregular".

La portavoz del PSOE-Progresistas, Cristina Narbona, indic¨® ayer que su grupo es partidario de que se pongan en marcha los cuatro campamentos previstos, y no s¨®lo tres, para atender tambi¨¦n a las familias que no est¨¢n incluidas en el censo, seg¨²n Europa Press. Los inmigrantes realojados en campamentos de tiendas de campa?a con cocinas, ba?os y guarder¨ªa comunes vivir¨¢n en ellos durante tres meses. En ese tiempo recibir¨¢n apoyo social de Cruz Roja y de la Comisi¨®n Cat¨®lica, que les impartir¨¢n clases de castellano y de formaci¨®n laboral con fondos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Pasado ese plazo, las instituciones evaluar¨¢n las posibilidades de integraci¨®n de cada familia para decidir si se quedan en Espa?a "por razones humanitarias" (ahora carecen de permiso de residencia) o si son repatriados. Para vivir en los campamentos, los inmigrantes deben comprometerse a participar en los programas de apoyo social, a cuidar las instalaciones, a no ausentarse de ellas m¨¢s de tres d¨ªas y a escolarizar a sus hijos y dejar de mendigar con ellos.