Muchachos felices

Cuatro astros del atletismo mundial -cuatro cometas si se atiende a su rapidez- comparecieron ayer exultantes ante los periodistas en Villa Nike, la base de operaciones que ha montado esa marca de art¨ªculos deportivos en el Centro de Alto Rendimiento de Remo, junto a las aguas sevillanas del Guadalquivir. Entre sonrisas y frases optimistas, respondieron a las preguntas los estadounidenses Maurice Greene, el hombre m¨¢s r¨¢pido de la Tierra; Marion Jones, la mujer que aspira a tres medallas individuales y una de relevos en estos Campeonatos del Mundo de Atletismo; Michael Johnson, el ¨²nico deportista que puede colgarse cinco oros en los ¨²ltimos 10 a?os (entre Mundiales y Juegos Ol¨ªmpicos); y el marroqu¨ª Hicham El Gerruj, a quien se da como seguro vencedor en los 1.500 metros.El mediofondista magreb¨ª habl¨® en primer lugar. Lo hizo en ¨¢rabe, y sus respuestas congeniaron m¨¢s con el final de cualquiera de sus carreras que con la paciente espera de las vueltas previas: fue r¨¢pido y breve. Y empez¨® agradeciendo al rey Hassan II, fallecido el pasado julio, el apoyo que le prest¨® durante la enfermedad de hemorroides que ha tenido al atleta apartado temporalmente de las pistas.

El Gerruj inform¨® incluso de que el monarca alau¨ª le hab¨ªa puesto en contacto con uno de los mejores especialistas del mundo para que le interviniera. "Voy a esforzarme al m¨¢ximo porque pretendo devolverle ese calor", a?adi¨®. A su juicio, la explosi¨®n de los mediofondistas marroqu¨ªes se ha debido al trabajo combinado entre la Federaci¨®n de su pa¨ªs, el rey Hassan II y Mohamed VI, el nuevo monarca. "Gracias a ello, el atletismo marroqu¨ª es uno de los mejores del mundo", sentenci¨®.

Despu¨¦s se mostr¨® dispuesto a repetir sus mejores marcas. "En la final estar¨¢n los mejores del mundo, y se puede conseguir todo, pese a la dificultad de que aqu¨ª no puede haber liebres" (los atletas contratados en competiciones no oficiales para marcar el ritmo con determinados tiempos en las primeras vueltas y que abandonan la prueba en las ¨²ltimas).

Los problemas de Jones

Marion Jones compareci¨® con una vistosa camiseta amarilla, seguida de cerca por su marido, el lanzador de peso C. J. Hunter. La velocista y saltadora se refiri¨® a sus problemas en la longitud, especialidad donde su t¨¦cnica se muestra m¨¢s d¨¦bil y en la que ha sufrido algunas lesiones (la ¨²ltima, poco antes de las pruebas de selecci¨®n en Estados Unidos). Y reconoci¨® que esa prolongaci¨®n de sus esfuerzos con los saltos le ha tra¨ªdo problemas de ritmo en las pruebas de velocidad. Pero explic¨® que ¨²ltimamente ha competido menos en longitud y sin embargo se ha entrenado m¨¢s para esta prueba. "Ha mejorado mi velocidad de llegada a la tabla", anunci¨®.Esa polivalencia le dar¨¢ problemas en Sevilla: los saltos para la clasificaci¨®n previa a la final se disputar¨¢n muy cerca de las series de los 100 metros (el s¨¢bado: a las 10.30 el salto y a las 10.45 el hect¨®metro). As¨ª que intentar¨¢ clasificarse con un primer impulso y olvidarse de esa prueba hasta el lunes, en que se disputa la final. Jones espera ganar el oro en 100 metros, en 200 metros y en longitud. "Despu¨¦s mirar¨¦ a los ojos de mi entrenador y decidir¨¦ si compito en los relevos 4x100 o 4x400", concluy¨®.

Johnson, m¨¢s r¨¢pido

Maurice Greene, el plusmarquista mundial de los 100 metros lisos, fue el m¨¢s simp¨¢tico ante la prensa. Fiel a su car¨¢cter amable, proclam¨® que se encuentra estupendamente y que est¨¢ deseando que empiece ya la competici¨®n. Marion Jones le secund¨® en eso. Michael Johnson iba a ser su presumible rival en los 200 metros lisos, pero finalmente no habr¨¢ tal duelo porque el campe¨®n ol¨ªmpico no particip¨® en las pruebas de selecci¨®n de Estados Unidos, al encontrarse lesionado (Johnson compite s¨®lo en los 400 metros, invitado como vigente campe¨®n del mundo).?Qui¨¦n ganar¨ªa en una carrera entre ambos?, les preguntaron. "Yo", se apresur¨® a responder Johnson. "Yo", reaccion¨® Greene.

El problema no se resolver¨¢ hasta los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney, pero ayer, seg¨²n se vio en los reflejos para responder, Johnson sali¨® m¨¢s deprisa.