Serrat y su p¨²blico

Luego de leer la cr¨®nica sobre el recital de Joan Manuel Serrat en M¨¢laga, en que el periodista hace interesantes y correctas apreciaciones de la relaci¨®n de Juanito con su p¨²blico, me vinieron a la memoria todos los momentos en que ¨¦l estuvo presente desde mi adolescencia hasta estos 45 a?os. Como argentino, y m¨¢s como porte?o, Juanito ha representado exactamente aquello que necesit¨¢bamos o¨ªr en el momento justo en que ello deb¨ªa ser o¨ªdo. Cuando las costumbres a¨²n cargaban lastres del pasado, ¨¦l nos sacud¨ªa con Poco antes de que den las diez; cuando nuestra m¨²sica se iba separando irremediablemente de la gran poes¨ªa hisp¨¢nica, ¨¦l nos conmov¨ªa con el disco tal vez m¨¢s hermoso que haya producido la lengua espa?ola, Miguel Hern¨¢ndez; cuando la libertad estaba "desaparecida", aqu¨ª y en los otros pa¨ªses vecinos, ¨¦l propon¨ªa El Sur tambi¨¦n existe. Y en el medio de todo esto, los peque?os y maravillosos meandros de la vida afectiva, las delicias de la subjetividad, el recuerdo de las cosas menudas, de la infancia, de la muerte, de la separaci¨®n. Siempre con una mirada que deber¨ªan tener muchos europeos, no de arrogancia, sino de compa?erismo y ense?anza, para con los "hijos de abajo".No bien se instal¨® la democracia en Argentina, Serrat se dio el lujo de cantar ante 200.000 personas en la plaza del Congreso. Ni un pol¨ªtico carism¨¢tico hab¨ªa logrado tama?a convocaci¨®n. Demostraci¨®n palmaria de un pueblo que lo ama y que le devuelve todo el amor que ¨¦l sabe dar, est¨¦tica e ideol¨®gicamente. Bravo, Juanito.-