Dicen y luego se desdicen

En diciembre de 1998, la Junta de Andaluc¨ªa, presidida por Manuel Chaves, aprob¨® incrementar con fondos propios en 9.395 pesetas (un 1,8%) las pensiones por jubilaci¨®n e invalidez en su modalidad de no contributivas a 107.500 andaluces. Javier Arenas, entonces Ministro de Trabajo, se?al¨® que la medida era "demag¨®gica, electoralista e irresponsable".Joaqu¨ªn Almunia, secretario general de los socialistas calific¨® de "rabieta injustificada" la reacci¨®n del Gobierno, mientras que el presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, afirmaba que "es necesario un nuevo Pacto de Todedo, con el ¨²nico objetivo de mejorar y garantizar las pensiones".

Los sindicatos UGT y CCOO rechazaron la subida de pensiones en Andaluc¨ªa. Posteriormente rectificaron y puntualizaron que no estaban en contra de la subida, "sino de que la decisi¨®n la tome una comunidad por su cuenta", en palabras de Antonio Guti¨¦rrez. Sin embargo, los responsables sindicales en Andaluc¨ªa apoyaron la medida de Chaves.

La pasada primavera, el Gobierno recurri¨® ante el Tribunal Constitucional (TC) la decisi¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa. En julio, el Constitucional permiti¨® a la Junta aplicar la subida, a expensas de un pronunciamiento posterior sobre el fondo del asunto. El ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, insisti¨® en las cr¨ªticas a la Junta andaluza y se?al¨® que es "muy grave" que cada comunidad pueda aumentar unilateralmente sus pensiones.

El ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, descart¨® incluir una mejora de las pensiones m¨ªnimas en los Presupuestos del 2000 y se?al¨® que subir¨ªan un 2%, igual que la inflaci¨®n prevista.

El 7 de agosto, el presidente de la Generalitat de Catalu?a, Jordi Pujol, anunci¨® que su Gobierno subir¨¢ las pensiones m¨¢s bajas, a lo que se sumaron las otras comunidades.

Una semana despu¨¦s, el Gobierno decide adelantar la convocatoria del Pacto de Toledo a septiembre, seis meses antes de su vencimiento, y el PP admite que las pensiones m¨¢s bajas pueden subir.