"Las llamas lo arrasaban todo y se o¨ªan explosiones"

Los vecinos de los n¨²meros 11, 12, y 13 de la calle Monte Valmayor de en la urbanizaci¨®n Montescorial fueron los que vieron c¨®mo las llamas rozaban sus casas. Ellos se encargaron de hacer frente al fuego con los rudimentarios medios que ten¨ªan a mano. - "Un muro de fuego"."Un muro de fuego" amenaz¨® el chal¨¦ de Susana Fern¨¢ndez, en el n¨²mero 13 de la calle del Monte Valmayor. Las llamas llegaron a entrar en su jard¨ªn. "Estaba recogiendo la mesa despu¨¦s de comer y sal¨ª un momento a la terraza. Entonces vi una gran humareda en el monte y le grit¨¦ a mi hija: "Llama a los bomberos r¨¢pido que se nos quema la casa", explic¨® a¨²n temblorosa. Entonces sali¨® al jard¨ªn y con la manguera reg¨® las plantas y el tejado de la casa. "Se nos ven¨ªa encima un muro de fuego y no sab¨ªa qu¨¦ hacer", explicaba. Unos vecinos se acercaron a ayudarla y, mientras, Susana cogi¨® el coche y fue en busca de ayuda.

"Me encontr¨¦ con un cami¨®n de bomberos a la salida de la urbanizaci¨®n. Estaban cruzados de brazos. Les expliqu¨¦ mi situaci¨®n y les dije que por favor vinieran a ayudarme con el cami¨®n cisterna. Pero me contest¨® que s¨®lo su jefe le daba ¨®rdenes. Entonces le repliqu¨¦ que si no ven¨ªa me sub¨ªa yo al cami¨®n y lo llevaba hasta el fuego. Fue entonces cuando me hicieron caso", explic¨® Fern¨¢ndez. El fuego no alcanz¨® su vivienda.

El miedo. ?lvaro ?vila, de 27 a?os, y vecino del n¨²mero 12 de la citada calle, coment¨® ayer que lo que m¨¢s le impresion¨® del incendio fue el ruido del fuego: "El fuego arrasaba todo y se o¨ªan explosiones de las ramas. Los crujidos y el crepitar de las llamas intimidaban m¨¢s que las llamas. Era lo que m¨¢s asustaba", explic¨®. "Parec¨ªa que no hab¨ªa manera de frenarlo, pero desbrozamos parte del monte para hacer un cortafuegos y dejar un hueco grande entre las llamas y las casas", a?adi¨®. "Intent¨¢bvamos apagar el fuego con ramas que hab¨ªamos cortado de las encinas, pero se nos incendiaban y ten¨ªamos que arrancar otras", continu¨®. "El aire abrasaba y era de color naranja, del color de las llamas", concluy¨®.

El perro se qued¨® solo. El vecino del n¨²mero 11 de la calle de Valamayor se apresur¨® en su huida. Tanto es as¨ª que cogi¨® a sus tres hijos, se mont¨® en el coche y cogi¨® carretera y manta. Pero su perro, un Husky siberiano, se qued¨® solo. Aullaba en la puerta del chal¨¦. "Mira cuanto quiere ese a su husky que le ha dejado s¨®lo en el chal¨¦ y se ha ido", dec¨ªa ayer su vecino, Eduardo ?vila, de 30 a?os.