Pobreza agraviada

LA VOZ de alarma de la ONU est¨¢ m¨¢s que justificada, porque los datos son estremecedores. Desde 1992, los 21 pa¨ªses m¨¢s ricos y desarrollados han recortado sus ayudas al Tercer Mundo en un 24%. Son 15.000 millones de d¨®lares menos (2,4 billones de pesetas), seg¨²n datos de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE). Y esto ha sucedido en a?os en los que la econom¨ªa de los pa¨ªses ricos ha aumentado de forma constante. Tan s¨®lo en los ¨²ltimos tres, los mercados financieros de Europa y EE UU han crecido en un 70%. No se trata s¨®lo de una evoluci¨®n bochornosa y la prueba de una falta de sensibilidad y compasi¨®n. Es tambi¨¦n una demostraci¨®n de falta de visi¨®n pol¨ªtica y una grave irresponsabilidad para con los pa¨ªses pobres y con los que no lo son. El mundo es cada vez m¨¢s peque?o. Los humanos somos cada vez m¨¢s, y las distancias, cada vez m¨¢s estrechas. Pero las sociedades del bienestar parecen creer que pueden mantener permanentemente lejos de sus fronteras las inmensas bolsas de miseria.Ya no se trata siquiera de alcanzar ese 0,7% del producto nacional bruto que tan admirablemente se ha reclamado en ayudas al Tercer Mundo en Espa?a. Espa?a es adem¨¢s una excepci¨®n, porque ha aumentado modestamente sus aportaciones respecto a su PNB. Lo que se perfila es un olvido generalizado por parte de los gobernantes en los pa¨ªses ricos de que el futuro de las pr¨®ximas generaciones en sus naciones est¨¢ vinculado al desarrollo del Tercer Mundo. No habr¨¢ vallas en Ceuta ni corrientes del estrecho de Gibraltar ni distancias en el Mediterr¨¢neo que impidan que millones de seres humanos busquen su derecho de sobrevivir o mejorar su subsistencia y la de sus hijos.

En este sentido, ?frica es el continente sangrante por excelencia. Treinta a?os despu¨¦s de su descolonizaci¨®n, muchos pa¨ªses de este continente est¨¢n sumidos en guerras, hambrunas y miseria, sin que su tragedia parezca inquietar m¨¢s que a algunas organizaciones humanitarias. Tiene raz¨®n el secretario general de las Naciones Unidas, el ghan¨¦s Kofi Annan, cuando dice que si ?frica obtuviera un inter¨¦s similar al recibido por Kosovo, muchos de sus problemas estar¨ªan en v¨ªas de soluci¨®n. Todo indica que, sin una ayuda urgente a este continente, su situaci¨®n empeorar¨¢ dr¨¢sticamente en los pr¨®ximos a?os.

Es imprescindible una movilizaci¨®n general, dirigida por la ONU, pero en la que deben participar todas las organizaciones p¨²blicas y privadas de los pa¨ªses ricos, para afrontar una crisis dram¨¢tica por su magnitud y terrible en sus efectos.