De vuelta del abismo de las p¨¦rdidas

El preacuerdo de compraventa entre la Compa?¨ªa Andaluza de Cervezas, fabricante de la marca cordobesa Sure?a y la granadina Cervezas Alhambra, se dio a conocer hace cuatro d¨ªas. La negociaci¨®n no est¨¢ cerrada; a¨²n queda por fijar el precio de venta, pero los 97 empleados de Sure?a ven por fin la luz, tras meses de dudas y malos augurios. El mismo tunel de incertidumbres que tuvo que atravesar hace cuatro a?os la empresa salvadora. En 1995, Cervezas Alhambra registraba unas p¨¦rdidas de 470 millones de pesetas y sus 212 trabajadores estaban a punto de quedarse sin trabajo. El pasado 8 de abril se repet¨ªa la historia: los empleados de Sure?a recib¨ªan con preocupaci¨®n el anuncio del cierre de la empresa. Una semana m¨¢s tarde, el grupo colombiano Bavaria, propietario de las instalaciones, presentaba un expediente de regulaci¨®n de empleo. La soluci¨®n se antojaba dif¨ªcil. El precio de venta fijado por el grupo suramericano para desprenderse de la empresa era demasiado alto: 9.581 millones de pesetas, cifra en la que estimaba las p¨¦rdidas acumuladas por Sure?a. De no llegar el dinero, los 168 trabajadores con los que en aquel momento contaba la compa?¨ªa ten¨ªan un destino claro: el paro (71 de ellos han firmado el finiquito). Pero, como hace cuatro a?os, el dinero parece que va a llegar. Cervezas Alhambra disfruta ahora del lustroso papel de comprador: 300 millones de benficios en 1998 han alejado el fantasma de la clausura, tan pr¨®ximo cuando el grupo surafricano Penta se hizo cargo de la firma. Pero los trabajadores granadinos se reconocen sin problemas en sus compa?eros cordobeses. En 1994, protagonizaron id¨¦nticas manifestaciones en las calles, en defensa de su puesto laboral y tambi¨¦n escucharon los cantos de sirena de salvadores tan populares como ef¨ªmeros. Ruiz Mateos En Granada, la oferta vino de manos del pol¨¦mico empresario Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Mateos. Los trabajadores se agarraron a un clavo ardiendo. Clamaron porque la venta se llevara a efecto. Finalmente, todo qued¨® en humo. En C¨®rdoba, el inter¨¦s por la compra de Sure?a vino del conocido joyero local Rafael G¨®mez, industrial, constructor y, por supuesto, ex presidente del C¨®rdoba F¨²tbol Club. El ofrecimiento de G¨®mez trajo tambi¨¦n esperanzas a los trabajadores. Hubo viaje secreto a Portugal -donde el grupo colombiano cuenta con otra factor¨ªa-, e incluso visitas al notario. Las negociaciones quedaron, de nuevo, en nada. Ambas compa?¨ªas pueden presumir tambi¨¦n de haber tenido propietarios ilustres en el sector cervecero: Damn y Cruzcampo la granadina, El ?guila y Heineken, la cordobesa. Ahora, Alhambra y Sure?a han fijado finales de septiembre como la fecha tope para el cierre de la operaci¨®n. Si todo va bien, dentro un mes, se acabar¨¢ esta historia de coincidencias paralelas y compartir¨¢n destino empresarial.