La tripulaci¨®n de un barco lleva 33 d¨ªas sin comida en Barcelona
El barco est¨¢ inmovilizado por los acreedores. El capit¨¢n ha desaparecido. No hay una sola moneda en la caja ni un pu?ado de arroz en la despensa. Y el agua se acabar¨¢ en cuatro d¨ªas. La situaci¨®n en el Eurolink, un carguero de pabell¨®n paname?o amarrado en el puerto de Barcelona, es catastr¨®fica. Los siete tripulantes, de nacionalidad griega, egipcia y paquistan¨ª, no pueden acudir siquiera a las instituciones portuarias de beneficencia, cerradas por vacaciones.
El capit¨¢n del Eurolink, Delakis Giorgios, griego, se esfum¨® hace seis d¨ªas. Dijo que bajaba a tierra y no se le volvi¨® a ver. El jefe de m¨¢quinas denunci¨® ayer ante la Polic¨ªa Nacional la desaparici¨®n del capit¨¢n, que dej¨® la caja vac¨ªa."Puede haberle pasado algo al capit¨¢n, pero no lo creemos. Se comportaba de forma muy rara. Desde que empezaron los problemas pasaba mucho tiempo en tierra y s¨®lo repet¨ªa que pronto se arreglar¨ªa todo", explica el jefe de m¨¢quinas, Gamal, egipcio. La tripulaci¨®n sospecha, evidentemente, que el capit¨¢n decidi¨® reba?ar lo poco que quedara en la caja fuerte y largarse. Los problemas empezaron hace cinco meses, cuando la tripulaci¨®n dej¨® de cobrar. Nadie se alarm¨® demasiado porque los sueldos se retrasaran: esas cosas pasan en el negocio del mar. Mucho m¨¢s inquietante fue descubrir a su llegada a Barcelona, 34 d¨ªas atras, procedentes de T¨²nez con escala en Castell¨®n, que no hab¨ªa dinero para pagar a la consignataria. Ni se pod¨ªa siquiera pagar el dep¨®sito de gas¨®leo. La deuda con la consignataria barcelonesa es de 70.000 d¨®lares. Y se deben 30.000 de gas¨®leo. En total unos 16 millones de pesetas.
"Tranquilos, tranquilos", dec¨ªa el capit¨¢n. Hasta que se fue. Imposible estar tranquilo cuando desaparece el jefe. El problema se convierte en pesadilla cuando se intenta contactar con la compa?¨ªa armadora, supuestamente llamada Sygma Maritim, supuestamente griega, y se constata que la empresa, como el capit¨¢n, se ha convertido en aire.
"El gas¨®leo se acabar¨¢ en unos d¨ªas y nos quedaremos sin el generador el¨¦ctrico. El agua se acabar¨¢ tambi¨¦n esta semana. Y mire la despensa". Ayer, la tripulaci¨®n comi¨® gracias a un paquete de arroz y otro de pasta que les prestaron los colegas de un barco egipcio. "No podemos ni llamar a casa. Mi mujer est¨¢ embarazada, quiz¨¢ ya ha parido, y yo no s¨¦ nada de ella, ni ella de m¨ª", se queja Gamal.
Incluso las fechas han sido desafortunadas. Stella Maris, una instituci¨®n que presta ayuda en estos casos, est¨¢ cerrada por vacaciones.
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